Arte, juventud y solidaridad

El terremoto que sacudió el territorio ecuatoriano la noche del sábado 16 de abril de 2016, con epicentro en las poblaciones costeras de Pedernales y Cojimíes, es uno de los acontecimientos más lastimosos que ha tenido el país en los últimos años. Quien visita estas poblaciones, aún encuentra los rastros que dejó el desastre en varias zonas, también el cambio que produce en el fondo de la mirada de quienes perdieron más que propiedades. Pero, por otra parte, en este tipo de sucesos, impredecibles y desastrosos, es cuando el rasgo de lo que se define con el nombre de humanidad, se distingue, tanto en la solidaridad que se tiene con el que se encuentra en las mismas condiciones, como también en los esfuerzos que estas pruebas le imponen, en todos los aspectos de la vida, a los individuos afectados, pero que deciden resistir y salir adelante. No es difícil pensar en por qué el escritor francófono Albert Camus (1913-1960) escoge para su inmensa novela La peste un escenario de desastre, una población atacada por un rebrote de la peste bubónica en Oriente, en que -en uno de los episodios más conmovedores-, desde el jefe de medicina, Dr. Reux, representante del pensamiento y conocimiento científico, no duda un segundo en unir fuerzas con el líder católico de la ciudad, padre Paneloux, inmersos en discursos aparentemente antagónicos, que logran en estas tristes y desesperadas circunstancias, un método de acople, de tolerancia y de mutuo apoyo.

 

En este sentido, y por esta ocasión y en un ámbito distinto, pero no menos sincero de la solidaridad, cuando se trata del arte como instrumento generador de esperanza, los niños y jóvenes estudiantes del colegio binacional La Condamine, la institución educativa y el Ministerio de Cultura, presentaron esta mañana la exposición “Un sourire pour Pedernales” (Una sonrisa por pedernales), en la planta baja del edificio del ministerio auspiciante. Esta exposición y muestra de trabajos realizados por estudiantes de todas las edades de La Condamine en los despojos del terremoto en la población de Pedernales, utilizando los muros de edificios y viviendas derruidos en abril  de 2016.

 

Las temáticas tienen la sencillez que a esa edad es natural, difícil de carecer de espontaneidad: alas de ángeles, siluetas de madres con sus hijos pequeños, corazones… en fin, cosas que no dejan de causar un profundo estremecimiento en la sensibilidad, con el plus (más en francés) de una naturaleza, a pesar de inocente, ya comprometida.

 

Al acercarme a Emilio Cadena y José Miguel Mancheno, estudiantes y colaboradores de la obra, que no fueron a Pedernales, pero se encargaron de otra parte de la exposición, que se encuentra en la antesala y entrada de la misma, me explicaron que escogieron para esta fase temáticas vinculantes a la diversidad de flora y fauna, a la cultura viva del Ecuador, como representación de la unidad idealizada. Valentina y Paula, mencionaron que en su trabajo grupal, escogieron la representación del Diablo Huma, por la riqueza de la festividad. Paúl Humbert, que sí asistió a los trabajos artísticos en Pedernales, me contaba que figuras como el sol, eran importantes porque representan una recuperación del ánimo, de la esperanza, del esfuerzo y también un aliento, al seguir adelante y no abandonar a quien ha vivido los acontecimientos temibles.

 

La rectora ecuatoriana de La Condamine, Sylvia Oña de Larrea, comentó a propósito de la exposición: “Esto para los chicos es una creación y un es un descubrimiento… del dolor, de la angustia, de la destrucción. Y también es un sueño, por recuperar cosas, reconstruir las ansias y las ilusiones”.

El artista, gestor cultural y ex alumno de la institución educativa, Sharián Sáenz, compartió sus impresiones: “Esta puesta es bien interesante porque es una intervención, además de artística, colectiva. Entonces, así como los alumnos van interviniendo en el espacio, obviamente de una manera temporal, hasta que se reconstruya (Pedernales), ellos también son intervenidos por el espacio. Entonces, me resulta una experiencia muy enriquecedora, que, además, motiva a seguir explorando, más y más, el arte”.

 

Esta obra colectiva nos deja pensando en las múltiples facetas que tiene el arte para expresarse y conmover, de una manera en que los límites casi ya no existen. Como artista, es profundo el sentimiento ambiguo de pensar en lo que estos chicos han aprehendido, de esta experiencia, tanto hermosa como también desgarradora, pero comprometida, bizarra (desprendida) y generosa.

Acerca de Esteban Poblete 86 Articles
Corrector, editor y escritor. Tiene publicaciones en poesía, relato y novela. Realiza crónicas, entrevistas, artículos y reportajes para varios medios. Maneja la página de servicios de corrección y productos escritos UMBRA Ediciones.

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