Ante el Tribunal Supremo de Justicia, Nicolás Maduro se preguntó irónicamente «¿De ahora en adelante al presidente lo eligen en Washington?”. Ante la ofensiva imperialista y con el apoyo de China y Rusia, y luego de romper relaciones diplomáticas con EE.UU., anunció el cierre de su embajada en el país del norte. Por su parte, el gobierno de Trump solicitó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Nicolás Maduro se presentó este jueves a la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para recibir el respaldo de los magistrados, en medio de la crisis que ayer escaló tras la autoproclamación del diputado Juan Guaidó como presidente encargado durante una protesta en Caracas.
Maduro llegó al Tribunal acompañado por su esposa, Cilia Flores, y saludó a los jueces que sí lo reconocen como legítimo y que emplazaron a la Fiscalía a emprender acciones contra Guaidó. Desde allí habló y expresó que «quieren intervenir a Venezuela y ponen un presidente títere. Es un intento de golpe. Pero no van a poder, no podrán jamás», dijo Maduro, en clara referencia al gobierno norteamericano, que da otro paso en su injerencia imperialista en Venezuela y en toda la región, apoyado por gobiernos derechistas, como el de Bolsonaro, Piñera, Macri, Duque Márquez, entre otros.
En su discurso ante el Tribunal, Maduro se preguntó: «¿De ahora en adelante al presidente lo eligen en Washington? Pido que se haga justicia en Venezuela», y reafirmó su decisión de romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos y de expulsar al personal. «Tienen hasta el domingo. Ustedes tienen que cumplir la orden». Además, ha decidido cerrar la Embajada y los consulados venezolanos en ese país.
Por su parte, el gobierno de Trump solicitó una reunión del Consejo de Seguridad el próximo sábado para discutir «la crisis actual en Venezuela», informó la misión estadounidense en la ONU en un mensaje en su cuenta de Twitter. Aunque la reunión debe ser convocada oficialmente por el presidente temporal del Consejo de Seguridad, el dominicano Francisco A. Cortorreal, se lo considera un mero trámite.
Para Maduro, la crisis abierta en su país «queda ahora en manos del poder judicial”, controlado por el chavismo. En este sentido, el presidente del Tribunal, Maikel Moreno, denunció que en el país «se está gestando un golpe de Estado con la anuencia de gobiernos extranjeros con un vasto antecedente de conspiración y promotores de guerra fraticida en la región», dijo el juez.
Apoyo desde el Kremlin
Luego del comunicado del Ministerio de Exteriores, el presidente ruso, Vladímir Putin, llamó por teléfono a Maduro, ante lo que llamó «destructiva injerencia exterior» en el país latinoamericano. «El presidente ruso expresó su respaldo al gobierno legítimo de Venezuela en el marco del agravamiento de la crisis política provocada desde el exterior», informó el Kremlin en un comunicado.
Putin, que recibió a Maduro en Moscú en diciembre pasado, denunció que «la destructiva injerencia exterior pisotea burdamente las normas universalmente aceptadas del derecho internacional». Además, se pronunció a favor de «la búsqueda de decisiones en el marco del cauce constitucional y de la superación de las diferencias en la sociedad venezolana a través del diálogo pacífico». Por su parte, Maduro «agradeció a Rusia» su postura.
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