Para los perezosos: TVN convocó a los candidatos a la alcaldía de Ibarra para llevar una campaña “limpia”. Las palabras de las candidatas demostraron más sensibilidad ante la violencia. La transmisión fue en vivo por redes sociales, mas ciertos detalles pasaron desapercibidos. El alcalde actual no apareció, subrayó que tiene compromisos agendados e impostergables con una carta de disculpas.
Por Sergio Poveda
Ocho de la noche. 29 de enero. Gotas saltan de los cables eléctricos a las cochas en las veredas. Frescor. Hotel Ajavi, cuatro estrellas. Sus pasillos internos conducen a dos salones: el uno espacioso, el otro pequeño, muy iluminado. Allí, 9 candidatos a la alcaldía de Ibarra esperaban para poner con su puño y letra un acuerdo de campaña “limpia”, organizada por TVN que se transmitiría en vivo por Facebook.
Debajo del candelabro del salón Imbabura, y, con micrófono en mano, Mary Bracho, reportera de farándula, anunciaba “Vivir Bailando es la nueva canción de Maluma con Silvestre Dangond”. Terminó su intervención frente a las cámaras, y, “Harán la ola” -sorprendió a las personas que la entornaban. Risas.
Del pasillo venía un potente chillido de bebé, seguido por agú gaga, luego un hombre de chaqueta azul y amarillo del Hotel Ajavi apareció en el umbral de la puerta, con la cara acontecida. “Apague el aire acondicionado porque un candidato tiene fiebre”, le ordenaba Fabricio Rosero, maestro de ceremonia.
Ocuparon sus lugares, detrás de una mesa cubierta de blanco, los ocho candidatos puntuales… Entonces se unió a ellos Otto Ayala, que cruzó los brazos y mantuvo esa pose. Se dejó un espacio en la mitad de la mesa: permitía ver el rectángulo azul de la publicidad del hotel colocado en la pared.
Los cinco minutos por la paz de Ángel Checa (Compromiso Social) giraron en torno a “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”. Los cordones de sus lentes, por momentos, adoptaban la forma de largas lágrimas negras saliendo de sus ojos. Se quejó por la ausencia del actual alcalde. “¡Por qué algunos empezamos y otros terminan!” -dijo sobre el criterio detrás del orden de las intervenciones.
A medida que se desarrolló el evento, se entendió aquel itinerario: disertaba primero el candidato del polo izquierdo, el del derecho después, otra vez el de la izquierda, seguido por el de la derecha, y, así, sucesivamente, hasta llegar a los del centro.
Representando a Fuerza por el Cambio, el economista Otto Ayala, de traje gris y corbata grana, tartamudeó. “Se parece a Joseph Blatter” murmuraron los asistentes que chequeaban sus teléfonos. Ilustró la idea de “ama shua, ama llulla, ama quilla”; también resaltó “ojalá los amigos (candidatos) tengamos un equipo de trabajo para el bien del Estado”, volvió a su puesto, cruzó los brazos, tembló.
“Solidaridad con la familia de Diana”, expresó Hilda Herrera, de Juntos por el Cambio. Sus palabras eran compasivas, de un tono preocupado e informaron el trabajo por la seguridad que ella impulsó: la primera ordenanza de lucha contra las mujeres y un servicio a víctimas de violencia. “¿Qué pasó con esto?”- cuestionó. Subrayó que “no hay una política verdadera para erradicar estos problemas. Herrera reconoció que hay mucho trabajo por hacer: con “las manos en el corazón” hay que defender a todas las víctimas de la violencia.
Andrea Scacco, de movimiento Únete, llevaba suéter blanco, pantalón crema y tacos negros, sonrió y lamentó el desplante del alcalde porque “teniendo la responsabilidad, no la asumió”. Su corona de trenzas le daba un aire infantil. Dirigía su vista de un lado a otro, mientras proponía la regeneración urbana y que “la policía tiene que educar a la ciudadanía”.
“Recuerdo…la infancia…La tranquilidad…” dijo, casi susurrando, Carlos Posso, candidato de Somos Libres, y enumeró con la misma parsimonia: “Ibarra… es… armonía…concordia… generosidad… el saludo cariñoso… Anímense”. Su afro plateado y camisa celeste evocaban el aspecto del líder sudafricano Nelson Mandela.
Detrás de las cámaras y los monitores colocados en una mesa, un brazo daba señales. ¿A qué avión hacía aterrizar? Coordinaba la transición del Facebook Live a la publicidad, nada más y nada menos. El dueño de ese brazo, guía de cámaras de TVN, emitía “Dos. Tres. Salimos.”, y lanzaba sus gestos de director de orquesta.
Logos de Creo vitoreaban en los hombros y el torso de Fausto Yépez. Surge una reflexión: ¿por qué no estampar a los financistas de la campaña en la camisa? También sería decidor para los electores. “Vamóoos a Ibarra”, mencionó sobre los viajeros carchenses que, antaño, arribaban a la ‘Ciudad Blanca’ cautivados por su calma.
Brillaban, entretanto, algunos celulares con los que ciertos asistentes seguían la transmisión en el Facebook o filmaban a los candidatos. Esos rectángulos de luz capturaban algo que en política dura un suspiro: la competencia pacífica. Extrañeza.
Al tono de académico de Alfonso Pasquel le faltó brillantez, o, al menos, delicadeza cuando, confundido, explicó la tragedia de “Diana Catalina”: “tuvo la mala suerte”. Al arranque del candidato de Unión Ecuatoriana, le siguió su crítica a la sociedad “machista, patriarcal”, y desembocó con un desfaz lingüístico, “los candidatos, somos hombres de paz” Ahora, ¿se olvidó de las candidatas? ¿No sería más apropiado decir personas…?
Por el Movimiento Libertad, José Elías Moreno confesó que su naturaleza es calmada, pero efusiva. Reprobó el acoso a las mujeres. Resaltó “Basta de agresiones”.
“(…) Peace is putting together love, wellness and trust”, frase con la cual Rubén Congo -del Movimiento Justicia Social- capturó la atención. Sus colegas más inmediatos sonreían pícaramente, pero, cuando remató “la paz es ver al de al lado como un semejante, amar a sus hijos, que los jóvenes tengan la oportunidad de estudiar” le felicitaron con un apretón de manos. “Bien ese teacher”, comentó un auxiliar de TVN.
Los periodistas y la cámara del Facebook Live no atendieron a la hoja, arrugada y portadora de las firmas por el fair play, en que se materializaba la voluntad pacífica de los candidatos a la alcaldía. El maestro de ceremonia leyó una carta del presente alcalde, quien se excusaba por ciertos compromisos que agendó previamente. Claro, es común agendar actividades para realizarlas un lunes entre las 8 y 10 de la noche. En esa misma carta el “gran y muy ocupado ausente” daba su palabra para ser parte de eventos que organice TVN, pero no informó si él se desvive por la paz en Ibarra. Para pensarlo…
“Tres alcaldías por Alfonso Pasquel”, arengaba su equipo.
“Pero, ¿lo dijeron “en paz”?”, bromeó el integrante de otra lista.
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