Con el nombre que este artículo lleva, se montó en la Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo de Riobamba la exposición de arte bordado, que permanecerá aún una semana más exhibiendo el delicado y meticuloso trabajo del taller que dirigen María Haro, Eduardo y María José Cepeda, una familia ecuatoriana-chilena que habita la zona de Riobamba y Penipe, por sus actividades cotidianas y todo el país, por sus actividad artístico-artesanales, materiales constantemente expuestos en varias ciudades, además de otros países..
Ñemin es una palabra mapundungún, idioma del pueblo mapuche, que justamente, significa “arte bordado a mano”.
A pesar de hermanarse el trabajo en una misma técnica y destreza similares, el tipo de las temáticas es variado, puesto que cada una de las maestras y maestros, como en toda actividad artística, presta atención especial a distintas temáticas con más intensidad que a otras, pero satisfaciendo las necesidades de una obra colectiva bien realizada, guardando una sutil armonía entre las distancias temáticas de la misma. En este sentido, por ejemplo, encontraremos en esta exposición tratamientos de la cuestión de género, así como temas de una melancolía por la vida en el campo en calidad de recuerdos de infancia… Temáticas de la política, como las marchas obreras e inspiraciones poéticas, como frases del poeta norteamericano Walt Whitman, también diseños precolombinos o la rutina diaria de las proletarias y sus oficios. Sensibilidad, naturaleza y fuerza de trabajo de los oprimidos, tienen un lugar especial en la exposición “Ñemin”.
Cabe tomar en cuenta con denodado interés que este trabajo tiene una especial influencia de la escuela muralista chilena “Ramona Parra”, vigente desde los años 60 y activa en la dictadura que padeció este país hasta el año 90 del siglo pasado.
Según palabras del director de la Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo, Guillermo Montoya, presentes en el catálogo de divulgación de la muestra: “Edificante es el contenido de la colección de obras que hoy se expone en la Sala “Oswaldo Muñoz Mariño”: narraciones costumbristas, cuentos encapsulados en hiladuras cromáticas alegres, registros de paisajes, tradiciones y escenas de vida comunitaria, todas construidas piadosamente por las manos de quienes consideran que el arte de bordar a mano también puede alegrar el espíritu de la humanidad”.
Esteban Poblete, 28 de mayo de 2019
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