La ‘ortodoncia’ de Los Chullas | crónica de un Deportivo Quito Amateur

Para los perezosos: La hinchada azulgrana continúa motivando con pasión al Deportivo Quito que ocupa el primer lugar del Torneo de Fútbol Amateur en su arduo objetivo de volver a la LigaPro. Su racha ganadora se repitió frente a un inventivo Quito Corazón (QC). Leyendas como Ernesto Guerra acompañaron a la plantilla ‘chulla’, cuyas figuras fueron Alvarenga, Rivas y el portero Guerra; en cambio, ‘Kroos’ Álvarez dejó sus pinceladas por los QC.

 

Por Sergio A. Poveda

 

Es sábado 7 de septiembre y en el parterre de la Av. Naciones Unidas me impresiona la siguiente imagen. Un hombre espera que cambie el semáforo, del puño izquierdo lleva a una niña que abraza su Barbie y del puño derecho cuelga un niño y dice “Vamos, papi”. El padre, los niños y la muñeca visten camisetas azulgrana; el trío se pierde en las colas de la boletería del Estadio Olímpico Atahualpa que se alza, algo deslucido, y será el escenario del duelo Deportivo Quito versus Quito Corazón por el Torneo de Fútbol Amateur (AFAP).

Dan las 3:30 pm. Tras enfocar a varios hinchas de la ‘AKD’, el camarógrafo de un canal de YouTube –que bien podría pasar por el doble de Ungenio González– en modo lujurioso hace un paneo a una impulsadora y dice “¿También  es hincha de la ‘AKD’, mija, también?” La modelo responde con un híbrido de sonrisa y mueca ante la preguntadera.

¡No compren los boletos a los revendedores! ¡Solo en boletería! Para que la platita vaya al equipo, grita un hincha.

El Sol latiguea a Quito. Por la paila de asfalto que es la Av. 6 de Diciembre, pasa esa mezcla de tambores, cánticos, vuvuzelas y banderas de la Mafia Azul Grana. Y al agarrar la cuesta José Correa, de frente, se les aparece la gigantografía de unas encías en pleno tratamiento odontológico. Aunque hoy es la vuelta del Deportivo Quito al Atahualpa –después de 286 días sin jugar en primera división– también, hay que puntualizar que este club de fútbol descendió a lo más bajo por deudas millonarias e irresponsabilidades de sus dirigentes. El torneo amateur que, actualmente, lideran Los Chullas es su sanción impuesta por FIFA, es el paso pequeño pero no menos crucial en su ascenso a la Primera A. Es la etapa para rehacer las cosas con dignidad, atender los errores con profesionalismo y constancia. Es la ‘ortodoncia’ de Los Chullas –esperemos.

Me siento cerca del alambrado. Plas, plas, plas aplaude la afición ‘chulla’ a las leyendas del Deportivo Quito, lideradas por el octogenario Ernesto Guerra, que saludan desde la cancha. El rectángulo del Atahualpa ya no presume el verde luminoso. En los costados se ha establecido el pasto seco y amarillento. El calor es tolerable, pero los rayos de Sol no respetan ni a la cabeza calva del Juez de Línea, quien se cubre con la mano derecha. Dan las 4 pm e inicia el penúltimo partido del campeonato amateur. Esta tarde, Deportivo Quito pierde la pelota tras esgrimir apenas dos pases. En cambio, Quito Corazón presenta jugadores más técnicos e inventivos en el mediocampo. Por ejemplo, Wálter Álvarez, el volante # 3, se destaca triplemente por el afro creciente, las botas naranjas y la precisión –a lo Toni Kroos– para asistir o fabricar jugadas peligrosas. Avanzan los minutos, mientras Quito Corazón ataca con orden, el Deportivo Quito se obstina por el juego impreciso, además, tienta al peligro. Sus defensas, por ejemplo, cumplen un ritual sin alteraciones: paran la bola, sacuden la cabeza, levantan la mirada como los chagras al contemplar el horizonte, pisan la pelota y alistan la pierna –se viene una patada ninja–, pero dan un débil disparo que no sobrepasa la mitad de la cancha y siempre llega al rival. Por suerte, la ‘AKD’ tiene al Hombre de goma bajo los tres postes: Kevin Guerra justifica su contrato y frena los pelotazos de media distancia con el pecho o la quijada…

Se publicitó que el silencio se acabaría en el Atahualpa, oxímoron fastidioso. Lo que menos hay en un estadio es silencio. En fin, los sonidos revientan en la Preferencia: “canguiiiil”, “lleve empanaaaaadas de morooooocho”, “a 3 la cerveza, a 3, lleve la cerveza friecita” y “pongan huevos, nosotros alentamos”. Apenas hace falta ese narcótico y desquiciado diapasón: el grito de gol que los hinchas de la ‘AKD’ aguardan mientras respaldan apasionadamente a los once en la cancha.

Tratar al balón con elegancia y aplomo no son siempre la fórmula para la victoria. En el fútbol solo los goles dan el pasaporte hacia los segundos de alegría convulsa. Y Deportivo Quito cuenta con uno de esos seres que contactan con el azar, que lo hechizan con sus botas: Luis Rivas. A poco de los 45 minutos, este delantero venezolano, con un zapatazo de tiro libre, abre el marcador y hace vibrar a la hinchada azulgrana en los graderíos.

Son casi las cinco en el reloj y el área de Preferencia le pertenece al Deportivo Quito. Es un territorio de padres, madres e hijos agitando los brazos, amigos que se saludan o hinchas atrasados que se ubican en los extremos. Los tres grupos, en resumen, son muestras del apoyo, la fe y, también, la exageración por un colectivo de deportistas: “eres ejemplo de todo el continente”, corean para los futbolistas que este día hacen un juego torpe, desatinado y se repliegan ante los ataques del rival. De todos modos hay que ser menos severos con estos muchachos que tienen la tamaña tarea de ganar cada fin de semana para jugar en la LigaPro dentro de casi tres años. Aunque no estaría de más que la plantilla conozca las consignas históricas, los ideales del club que en el presente se ven difusos y en el pasado fueron muy efímeros. Al Deportivo Quito le cuesta jugar bien esta tarde, tal vez es miedo escénico, pero están ganando e incluso se pierden dos goles cantados por la banda izquierda. Recuerdo que en este club jugaron, en su mejor momento, Iván Kaviedes, Fabián Cubero o el ‘Coco’ Aires. Pase lo que pase, la hinchada no deja de animar.

En el entretiempo, debajo del acceso # 12, una pareja de aficionados se lanzan vasos de plástico, los dejan en el suelo. Me adentro en la barra del Deportivo Quito, me envuelve su atmósfera de fiesta.

Para el segundo tiempo, el DT Gustavo Vásquez realiza algunos ajustes en el esquema azulgrana. De pronto, el aporte del volante defensivo # 5, Juan ‘Arepa’ Alvarenga, crece. Su esmero y recuperación del esférico son de tal efectividad que, más bien, él se convierte en el blanco de patadas o empujones por parte de los desesperados delanteros de Quito Corazón. Alvarenga también vende empanadas para sostenerse y reunirse con su esposa e hijo que viven en Chile, en este partido no solo da ejemplos de fuerza y energía, a ratos ensaya pases de taco, dribles cortos y conduce el ritmo de los actos en el mediocampo.

Por un momento, ráfagas de humo cruzan sobre las cabezas de los hinchas y borronean la cancha. Se catapulta picadillo hacia el cielo celeste. Trompetas y tambores resuenan. Hay giros de paraguas en las gradas bajas. Huele a marihuana. (Tal vez Nostradamus, en sus delirios, vio a la hinchada del Deportivo Quito.) El ímpetu de esta imagen apocalíptica funciona como una evocación de lo que sobreviene minutos después.

Se acentúa la blancura del tajo de Luna, el Quito Corazón pierde las marcas, y la ‘AKD’ contraataca con la audacia de los que cambian el presente; así, Patricio Avilés, que ha sollozado como judío en el Muro de los Lamentos por sus desaciertos, por fin, filtra un pase en el filo del área para el solitario Jefferson Santacruz quien, al estilo de Romário, pica el balón, pum, y el golero Marlon Álvarez, convertido en estatua, lo ve pasar como a un ovni que aterriza en la red. La sorpresa y belleza de este segundo gol enciende de éxtasis a la hinchada la cual reacciona con curiosos performances:

  • Gracias, hijuepucta –se conmueve un hombre flaco, clon de Eugenio Derbez pero con chiva, de rodillas. Con gratitud inusual, apunta ambos brazos a las nubes y entona casi sin voz: Gracias, enserio. Luego grita: De aquí nos vamos a las fiestas de Guápulo. Ahí el festejo es power, ¿sí o no señora? A su costado, Fátima G., de 60 años, lo mira compasiva, mueve la nariz como la Bella genio, luego estornuda.

Ratos después, el juego se equilibra, se vuelve emocionante. Leiva descuenta para Quito Corazón. Pero, Rommel Rocha define el tercero para Los Chullas. Su alivio…

Antes del pitazo final, Quito Corazón hace un gol, pero ya no es suficiente para revertir el marcador. De todos modos, algún nervioso hincha de la ‘AKD’ chisguetea su cerveza y nos refresca indeseadamente las nucas. Deportivo Quito ganó 3-2, está en la punta del Torneo Amateur con 55 puntos y clasifica a la Copa Pichincha.

Las 10 mil almas azulgranas se abrazan y brincan. Sus rostros lucen una endiablada paz. Hay choques de alegría y, entonces, se da, sí, ocurre la inevitable y clásica pelea entre dos hinchas: uno lanza una patada, el otro se retira la camiseta, los demás no entendemos los motivos de esta gresca; los ‘gladiadores’, al final, se miran, se fijan en la gente contenta, recapacitan y regresan a sus familias. En las gradas, sin embargo, relucían tristes y abandonados, los restos de vasos plásticos, papeles y otras basuras. Así se iba volviendo a la realidad.

“Estamos empezando desde cero, pero la afición no se va”, dice Pedro Páramo. “Me asombra que el presidente aliente al club cantando con la afición; ojalá que tengan paciencia y profesionalismo para jugar la LigaPro algún rato”, agrega Yumiko Baba. De hecho, el Deportivo Quito tiene 64 años de historia, pero claramente no se esfuman, ni achican ante el desafío de retornar a la Serie A. La hinchada, ese jugador número 12, merecía que el club de la Plaza del Teatro gane… Parece que la racha ganadora está con el Deportivo Quito, también los jugadores parecen recobrar la confianza, aprenden del esfuerzo que significa ser un equipo profesional del fútbol, y se preparan para el partido final de este torneo frente a Cumbre Alta mañana, 14 de septiembre.

Acerca de Sergio Poveda 18 Articles
Se graduó en Relaciones Internacionales en la Universidad de Lindenwood, EE.UU. Explora la vida urbana y la cultura. Inició su carrera con temas sociales en "El Telégrafo". Reportó para "The Legacy". Con agudeza documentó la vida universitaria para "USA TODAY." Reconocido internacionalmente, sus logros incluyen el Premio de la Hispanic Culture Review en 2021 por su serie "Quito Enjaulado" y el International Photography Award del Missouri Consortium en 2016. Su documental "Where Walls & Windows Speak" fue finalista en el IILA-Cinema en 2021, revela la tragedia de Mike Brown, asesinado por un policía. Sergio es miembro del New York Institute of Photography. NYIP Membership Badge

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