¿Qué está ocurriendo en Hong Kong? Cinco claves para entender un conflicto histórico

El conflicto en Hong Kong, que comenzó como una manifestación pacífica para proteger a los propios hongkoneses frente a Beijing, ha acabado movilizando a una sociedad que busca defender su democracia y sus libertades frente a China.

Por MIRIAM SALGADO ALBERTUS

El ambiente en Hong Kong cada vez está más caldeado y la tensión ha llegado a niveles extremos a raíz de las protestas, ahora violentas, que llevan sucediéndose más de 100 días.

Lo que comenzó como una manifestación pacífica en contra de un proyecto de reforma de ley ha mutado y se ha convertido en un símbolo de la defensa de la democracia y de la Ley Básica de Hong Kong, es decir, su Constitución.

Un manifestante antigubernamental enmascarado es retratado en el centro de Hong Kong, China, el 4 de octubre de 2019. REUTERS / Jorge Silva

Varias docenas de estudiantes que vestían camisas negras y máscaras instaron al gobierno de Hong Kong a aceptar las cinco demandas de los activistas contra la extradición, incluida una investigación sobre la presunta brutalidad policial y el sufragio univ

Un manifestante antigubernamental arroja un cóctel molotov a la policía durante una protesta en el Día Nacional en Hong Kong. EFE / EPA / FAZRY ISMAIL

¿Cómo han evolucionado las protestas?

Las protestas contra el proyecto de Ley de extradición o lo que es lo mismo, las protestas actuales en Hong Kong, comenzaron con una serie de concentraciones y manifestaciones pacíficas en las calles, hasta que cansados de no observar mucha reacción gubernamental, algunos grupos irrumpieron en el Parlamento con sombreros amarillos.

En verano la situación empeoró y las marchas se hicieron cada vez más frecuentes. Los manifestantes cerraron el aeropuerto de la ciudad, considerado punto clave por su seguridad y para hacer llegar su mensaje a la comunidad internacional y la Policía comenzó a intentar frenar a los manifestantes que lanzaban huevos, ladrillos y cócteles molotov con gases lacrimógenos, disparos al aire (que hirieron a un hombre) y cañones de agua.

Ahora, aunque el pasado septiembre el gobierno pekinés retiró la propuesta de reforma de la Ley de Extradición Carrie Lam, ha prohibido el uso de máscaras en las manifestaciones desde la medianoche de este viernes, acción que según el Gobierno permitirá identificar a los manifestantes que usaban máscaras.

Lam ha recurrido a una Ley de Emergencia de la era colonial, pero ha remarcado que «la ley no implica que Hong Kong esté en estado de emergencia», sino que «las protestas son cada vez más frecuentes y violentas».

Según la Jefa Ejecutiva de Hong Kong, tomar la decisión de aprobar este tipo de legislación «no ha sido fácil, pero necesario» y especificó que esta ley se presentará en el Consejo Legislativo el 16 de octubre para que los legisladores puedan modificarla, pero ya después de haber sido implementada.

¿Cuáles han sido las consecuencias de las protestas?

En un principio, los jóvenes realizaron primero “un claro desafío contra la autoridad de Hong Kong y se ha terminado en una confrontación con Beijing”, según comenta a Público Rafael Bueno, director del departamento de Política, Sociedad y Educación de Casa Asia,  un organismo de diplomacia pública e integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Generalitat de Catalunya y los Ayuntamientos de Barcelona y de Madrid.

Las consecuencias finales son difíciles de predecir. “Se comenzó pidiendo la retirada de una Ley de Extradición, luego pidieron unas elecciones libres para el 2020, y quizás se acabarán conformando con que la Ley Básica no se toque hasta el 2047”, explica Bueno.

Un manifestante antigubernamental arroja un cóctel molotov a la policía durante una protesta en el Día Nacional en Hong Kong. EFE / EPA / FAZRY ISMAIL

¿Qué puede ocurrir en los próximos meses?

«Beijing tiene muchos frentes abiertos ahora mismo: la desaceleración de su economía, la guerra comercial con Estados Unidos… Pero no creo que deje escalar la situación en Hong Kong mucho más”, reflexiona Bueno a Público sobre el futuro de Hong Kong.

«El problema de fondo seguirá latente en mayor o menor intensidad»

“Si Carrie Lam, con la nueva medida que entra en vigor la medianoche del viernes de no poder llevar máscaras, no consigue parar las protestas, puede terminar perdiendo el apoyo de Beijing, escenario que recuerda a Tiananmen en el 89…”, confirma el director del departamento de Política de Casa Asia.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina y la tensión rozando límites extremos, Bueno cree que lo mejor para ambas partes es llegar a un compromiso, aunque matiza, “el problema de fondo, seguirá latente en mayor o menor intensidad porque, al final, como diría George Moustaki, «solo se puede renunciar a la libertad por una prisión de amor…», y lo que les ofrecen desde Beijing no es precisamente amor”.

Fuente: Público.es
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