El Quid del Asunto.- ¿Cómo es posible que hasta la fecha hayan pocas sentencias para los culpables vinculados a casos de corrupción? Con esa pregunta comenzamos la entrevista a Juan Esteban Guarderas, abogado y escritor. Él dijo que esa es la pregunta que se hacen muchos ecuatorianos y ecuatorianas.
Mire, acabamos de vivir un paro nacional sin precedentes en términos de la violencia. Independientemente de que uno se sienta afectado por esa violencia, yo sí me sentía compungido de que me pidan un centavo de solidaridad cuando no se ha recuperado nada (…) Hay ecuatorianos que pagamos nuestros impuestos. Si nos dicen: no, lo siento, tienen que pagar un poco más. Nos piden solidaridad con el Estado, (pero) eso se vuelve de facto en una solidaridad con los corruptos. O sea, en el momento en que yo, con mi patrimonio, tengo que suplir lo que otros se robaron, de facto estoy siendo solidario con los corruptos.
Guarderas, además, dio detalles sobre la columna que escribió para un medio de circulación nacional. El texto llevó por título: “Carta a César Litardo”. El columnista denunció que en el proyecto de Ley de Crecimiento Económico (archivado por la Asamblea Nacional) se establecía «una nueva amnistía fiscal». La amnistía fiscal hace -explicó- que las personas que no cumplieron puedan equipararse a quienes sí cumplieron. “Conclusión: para qué cumplir entonces” añadió.
Dicha amnistía establecía que quien tenga capital no declarado en el extranjero puede regularizarlo a cambio de un pago único entre el 1% y el 4% o del 8% si no se trae el capital al país. Además que no se realizará ninguna investigación penal por delitos de enriquecimiento privado no justificado, ni por defraudación tributaria que establece el COIP.
Y es a es la gravedad: que una amnistía fiscal jamás puede perdonar temas penales, precisó. «Una cosa es que se perdonen multas, recargos, impuestos e intereses. Otra cosa es que se perdonen temas penales. Y ese es el escándalo».
Alguien podría decir que la medida tenía un fin recaudatorio, señala y se responde: no, absolutamente, no. Guarderas sacó números. La Comisión Anticorrupción cifró la pérdida de capitales perdidos en 24 mil millones de dólares (el robo). Supongamos que un tercio de todo lo robado se regulariza, prosigue. «Un tercio de 24 mil millones son 8 mil millones. Digamos que se paga el 4% de los 8 mil millones, entonces, eso representa 320 millones de dólares».
No llega a ser ni la mitad de un mes de salario en el sector público, enfatizó. «Vamos a vender el alma al diablo, vamos a exculpar a los corruptos, todo eso por menos de un mes de salarios».
Finalmente, se le preguntó ¿esto significa que hay una suerte de complicidad entre este gobierno y el anterior? Antes que afirmaciones, Guarderas también se hace preguntas: ¿cómo se puede hablar de que hay una bronca entre este gobierno y el anterior si es que esto pasa y de paso lo encubre? Dos, ¿cómo se puede hablar de intención de recuperar capitales si esto ocurre?
«La idea de enjuiciar por enriquecimiento privado no justificado es recuperar la plata», señaló el abogado.
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