Vane, la compañera de Christian se encuentra allá en este tiempo, junto a sus hijas y su hijo, quienes empiezan ya sus estudios normales y su hija mayor la universidad. Considera a Arteria como otro hijo al que cuidar y del que tiene que estar pendiente, tanto en Quito como en Londres. En diciembre, como él lo expresa, se completa el círculo nuevamente, pues se encontrará la familia entera en Quito.
BIENVENIDA
Habíamos empezado la cobertura un tanto retrasados por aspectos del apuro y la ansiedad que provoca la expectativa de un día de trabajo, digamos, especial. Y se trataba de que no se cubren noticias y mantienen encuentros con talentosos artistas todos los días en los medios ordinarios.
Junto mi editor, Santiago, y Efrén, el hombre de cámaras y luces, al fin acudimos a ARTERIA, estudio especializado en el arte del tatuaje, en su sucursal de Quito-Ecuador. Ahí nos encontramos con nuestro viejo amigo y compañero de los días y aulas colegiales, Christian Brito (pues con Santiago Cadena y Chistian Brito lo fuimos en una feliz coincidencia), director y propietario del acogedor y pintoresco estudio.
Después de un jamm jazzero improvisado entre Christian (batería) y el maestro de la guitarra Galo Larrea, en una pequeña sala de ensayos que tiene Arteria, empezamos a dialogar con su director y amigo, prácticamente, de toda nuestra vida.
DE VUELTA EN CASA
Nos llama la atención cómo a Christian le haya vuelto la idea de regresar al Ecuador, después de catorce años de haber vivido con sus esposa, dos hijas y un hijo, en Europa y al haber logrado una reputación de artista del tatuaje reconocida internacionalmente, por la conflictividad imperante en su país de origen, sumada la crisis económica que se vive en la actualidad.
Christian nos dice de entrada que: «No hay lugar como el hogar. La casa es la casa. La sangre y la tierra… El aire que uno respira cuando está de viaje es ajeno, se tiene que pagar por respirarlo». Comenta, entre otras cosas, que después de esos catorce años de exilio, con algunos viajes de paseo al país, regresó hace cuatro años, cuando no existían las condiciones de recrudecimiento económico que se sienten ahora. «Se tenía otro tipo de proyección y de horizonte en ese momento. Y vinimos a aportar, de la misma manera como cuando aportamos al reflote de la economía del país cuando fuimos inmigrantes. Y hemos aportado como tanta gente fuera del país, para poder venir con nuestra familia, trayendo todo lo nuestro de allá, con un nivel bueno, equipos modernos, técnicas de esterilización y de tatuaje nuevas, implementos y materiales que no hay acá. Entonces es aportar a la escena local con un estudio diferente, moderno y un buen trato».
Acerca de los cambios que Christian encuentra en el Ecuador de hace cuatro años con el de la actualidad, le preocupa la salud y la falta de medicamentos, pues amigos cercanos le han pedido que se las pueda conseguir fuera del país por su periódicos viajes a Europa. En lo particular, para él y su familia, hay cosas que se han visto afectadas como otras que no. Se refiere a la importancia de la fidelidad de sus amistades y clientes, que pasan a ser una especie de managers, puesto que por la difusión que ellos realizan del trabajo en ARTERIA, es posible la proliferación de personas interesadas en realizarse ahí sus tatuajes. Hay, para Christian, en la ciudad una clase media que aún puede permitirse ciertos lujos como un tatuaje, puesto que no es un producto demasiado costoso, aunque tampoco demasiado módico, lo cual también abre la posibilidad de hacer trabajos más pequeños, pues las personas tienen que priorizar pagos de alquileres y otro tipo de servicios, pero el local se acomoda también a la solicitud y necesidad de este tipo de exigencia y clientela.
EL GÉNESIS
Los inicios de Christian en el arte del tatuaje se remontan a sus años de colegio, por los años 97 o 98, en que contaba con 14 o 15 años de edad. Nos cuenta acerca de Santiago, skater colombiano que tenía un estudio de tatuajes cerca del parque de la Alameda, dentro de una librería jurídica, adonde Christian fue para que le hicieran un tatuaje. Entonces, desde el primer día en que lo empezaron a tatuar, se fijó Christian en la máquina de tatuajes, pues aquello había llamado mucho su atención. Así se fabricó por sí mismo una máquina propia, que le duró un solo tatuaje pequeño. Después su padre le ayudó a fabricar otra máquina artesanal, la cual duro más tiempo, aproximadamente un año. Consiguió el dinero para una primera máquina profesional que un pariente le envió desde E.E.U.U. y abrió su primer estudio en Calderón, en un tiempo en que no había más de cuatro o cinco estudios en Quito.
Christian continúa:
—Después de unos meses más, vine a trabajar en la Av. Amazonas y Veintemilla, con Roberto Guevara, en RG Tattoos. Estuvimos trabajando dos años y medio talvez y cerraron los locales de ese lugar, porque la señora (dueña) iba a construir el Hostal Río Amazonas. En ese tiempo abrí otro local en la Carrión y 9 de octubre, en donde estuve unos ocho o diez meses, y el país se desestabilizó totalmente con la dolarización, en el año 2000. Pasé de hacer varios tatuajes a la semana, a uno o dos. Para ese entonces nació mi hija mayor. Quería ser independiente y vivir de lo que amo, aquí ya no podía aprender más y había muy pocas personas que se dedicaban al tatuaje… La necesidad, por ser padre talvez y la necesidad de aprender más, me llevó para Europa. Tenía un hermano allá que nos recibió algunos meses. Trabajamos en varios estudios a la vez, en Madrid. Igual, España se desestabilizó, nuevamente, y yo tenía el compromiso de este estudio acá, tenía el proyecto de Arteria, decidimos irnos a Suiza, porque Suiza estaba bien, en donde nos pusimos a trabajar y conocimos nueva gente, ahí fue donde terminamos el proyecto de Arteria. Como te dije, llegamos hace cuatro años, trayendo los equipos y los muebles, nos quedamos con la familia. La idea también era que nuestras hijas vivieran el final de su adolescencia y principio de su adultez, y que aprehendieran (con h), sobre otros valores. Y regresamos por nuestros hijos, que fue también el principal motivo por el que nos fuimos.
Christian continúa comentándonos que viajan periódicamente a Europa, especialmente a Londres, en donde existe una sucursal de Arteria. Vane, la compañera de Christian se encuentra allá en este tiempo, junto a sus hijas y su hijo, quienes empiezan ya sus estudios normales y su hija mayor la universidad. Considera a Arteria como otro hijo al que cuidar y del que tiene que estar pendiente, tanto en Quito como en Londres. En diciembre, como él lo expresa, se completa el círculo nuevamente, pues se encontrará la familia entera en Quito.
EL ARTE DEL TATUAJE
Respecto a los contenidos del tatuaje, Christian comenta que compara a la piel con un diario personal en el que se actualiza la historia periódica de quien se tatúa, con los motivos que van marcando su existencia: fechas, diseños de plantas curativas y animales totémicos, temáticas significativas e iconografías. También con la función de borrar cicatrices. Los tatuajes son la memoria y recordatorio de lugares y personas. Los tatuajes de Christian le recuerdan su paso por Barcelona, Madrid, un amigo suyo de Estados Unidos. Nos dice: «Es quien soy».
Al preguntar acerca de cuál es el punto de vista que Christian tiene sobre el origen de la búsqueda de identidad en el tatuaje y la Humanidad, nos comenta que piensa en una lucha alrededor de una fogata, en un tiempo primitivo en alguna parte del mundo, y al atacar en la pelea a uno de los contrincantes con un pedazo de madera de la pira, al cicatrizar aquella herida se mantuvo el pigmento, y con esto los hombres se fueron dando cuenta que al lastimar la piel, aún de una manera rústica, quedaba la marca y la forma del tatuaje. Cada cultura ha tenido al tatuaje como una base espiritual, o para darse rangos sociales, o para ahuyentar a ciertos espíritus. En las tribus del África se usa diversos tipos de escarificaciones, que son también modificaciones corporales, como dilataciones de lóbulos, entre otros. Para Christian: «Es la tribu que invadió la sociedad. Para el año 2020, la mitad de la población mundial estará tatuada». Ha cambiado mucho la opinión pública sobre el tatuaje por las campañas de popularización generadas en realities de tatuajes, personajes famosos, como del espectáculo, la música y el deporte, personas influyentes que aportan a la sociedad con algo bueno y que han ayudado a superar los prejuicios que antes y en menor medida ahora, existieron respecto a esta técnica artística más vigente que nunca. La implementación masiva del internet es algo que, para Christian, ha tenido un peso decisivo para esta divulgación.
Christian habla sobre la importancia y diferencias entre tener un brazo tatuado y un buen brazo tatuado o con un trabajo importante en la técnica del tatuaje, que se debe al conocimiento en cuanto a estilos y técnicas verdaderamente artísticas y estéticas, de lo que muchas veces las personas se pierden, quizá por el temor al costo de los mismos, pues muchos trabajos de gran calidad también exigen varias horas en sesiones, pero que garantizan, la mayoría de las veces, el aprecio y el gusto de sus beneficiarios, que son tanto el artista como sus consumidores.
IMPORTANCIA DE LA MÚSICA
Hemos observado con deleite, sorpresa y fascinación el ambiente de Arteria, puesto que a través del espacio fuimos encontrando, además de los implementos propios de un estudio de tatuajes, bellos muebles como de películas góticas o de terror, con delicados dragones labrados en madera negra, asimismo un curioso ataúd que podría también servir como un sofá o por qué no, de catre o camastro, y en la parte de antesala, entre la zona administrativa y el estudio o laboratorio propiamente dicho, un espacio acoplado para sala de ensayos, con guitarras, micrófono y una imponente batería.
Al consultar a Christian acerca de aquel espacio, su respuesta ha sido enfática: «La música está directamente relacionada con el arte. En arte, hagas lo que hagas, lo vas a hacer mejor con música». Comenta que uno de los aprendices del local es baterista, la compañera de Christian, Vane, es cantante, su hijo de diez años es baterista también, un amigo y ex aprendiz es bajista… aquí tenemos nuestra propia banda llamada Arteria Band. Muchos de los amigos y clientes del estudio son músicos, así es que los instrumentos permanecen constantemente conectados para quien quiera deleitarse tocándolos lo haga libremente.
«En el local hacemos tatuajes y pircing, eso es de lo que vivimos, pero nos divertimos con la música.»
ANÉCDOTAS EN EL TRABAJO
La experiencia más feliz de Christian como artista del tatuaje, y en la que cree que coincide con el resto de tatuadores, es que muchos de sus clientes se vuelven sus amigos, hasta el punto de volverse tus brothers, como él lo expresa con alegría: «Es la relación estrecha que enlaza el artista tatuador con su piel. Para mí, eso es lo más intenso, y muchas de las veces eso es algo milagroso. Está demostrado que para algunas enfermedades, tú llegas a la inmunidad gracias a los tatuajes. El hecho de estar soportando dolor durante determinado tiempo, hace que tu organismo se fortalezca y también tu sistema inmune. Si tú eres tímido y te haces un tatuaje, puedes llegar a sentir que tú vales full, tomas seguridad, empiezas a ir al gimnasio… Los cambios positivos es lo que más recuerdo y lo que más me alimenta».
Christian recuerda también cierta ocasión graciosa, en que un muchacho le pidió que le hiciera un tatuaje con un nombre o una frase, y al aceptar el diseño y ponérselo en su piel, se lo mostró en un espejo. Pues el espejo revirtió la imagen y el cliente le decía que la imagen estaba al revés. Christian le dijo que no y le realizó una foto. Pero el cliente seguía pareciendo que estaba al revés. Y al artista le parece lo más curioso que el muchacho estaba totalmente sobrio, pues podía ser una confusión por su nerviosismo. Se le invirtió la imagen y se la puso en la piel. Entonces el cliente le dijo que de ese modo le parecía bien… Le volvieron a explicar que estaba al revés, le tomaron una foto, pero no lo convencieron en más de una hora y dispuso que lo quería de esa manera, a lo que Christian tuvo que ceder, pues hay clientes que los quieren así. El cliente se fue y regresó en un par de horas a reclamar que se lo habían hecho al revés, pero frente a la fuerza de la evidencia y tanto rato en que no lo pudieron convencer cuando estaba a tiempo de hacerlo aún, al final se conformó.
EL EQUIPO
En Arteria los clientes tienen sus tatuadores favoritos y su equipo de artistas está conformado de la siguiente manera: Patricio Chávez, que maneja el estilo Old School, la línea muy sólida y la sombra; Fran Álava, muy sólido en su trabajo con grises y realismo, trazo muy bueno y línea, perfectamente, así como el trabajo en color; Q. L., gran artista del pircing, manager del estudio, diseñador y aprendiz; Edison, aprendiz y diseñador, con experiencia en los estilos tradicional, tradicional americano y japonés; Mateo, diseñador brutal y multifacético; David Brito, aprendiz y dibujante; Vane Aldaz, tatuadora con experiencia, la más antigua del estudio y copropietaria de Arteria, con experiencia en neotradicional, colores y japonés, una artista completa, y J. Tres, artista del tradicional. También acuden otros artistas a Arteria, quienes trabajar ahí por ciertas semanas de una manera rotativa, que cumplen requisitos importantes, puesto que es un medio competitivo, por eso es importante siempre un gran compromiso.
Expo Femele 2020
Cerca del final de esta interesante entrevista, Christian nos ha hecho acuerdo de la Tercera Convocatoria a Expo Femele 2020, evento que reúne a importantes tatuadoras femeninas de la escena nacional e internacional (Costa Rica, Ecuador, México, Perú, Puerto Rico, y más). En su primera convocatoria se realizó en La Cafetina, en el barrio de La Floresta de Quito y en el segundo, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, también de la capital. Habrá música en vivo de bandas femeninas, exposiciones de artistas plásticas y freakshows. La consigna es la de concientizar a las personas sobre la violencia de género. Esta convocatoria la realiza Artería junto con su copropietaria, Vane Aldaz, y está previsto para, aproximadamente, el 17 y 18 de enero en la ciudad de Quito, sobre lo cual estaremos informando al acercarse esta novedosa fecha. Júzgame por mi esencia y no por mi apariencia es el slogan de este año.
VIVIR PARA EL TATUAJE
Me queda por preguntar a Christian cuáles serían las razones por las que recomendaría o no dedicarle la vida al arte del tatuaje, a lo que responde con simpatía que si recomendaría que no lo hagan, es porque habría más tatuadores y Arteria tendría menos trabajo… «Los precios se irían al suelo y de pronto tendremos que cambiarnos de labor», por lo que hemos reído mucho. Pero Christian nos cuenta que terminaría diciendo que sí, porque sabe que aquella gente escogería un buen trabajo y un buen lugar. Que al decidir hacerse un tatuaje, eligiendo un buen artista, un buen sitio y un buen diseño, las personas no se van a decepcionar y tendrán en su cuerpo algo que los va a decorar para siempre.
«Ser tatuador ha sido mi vida, siempre me he dedicado a esto y nunca he tenido otro oficio —salvo de mimo, en tiempo del colegio—, y me da libertad. Ahora puedo decirte que me ofrece un espacio que me ha permitido salir, ser muy responsable y constante. En un inicio todo es difícil, porque es decidir qué es lo que quieres hacer con tu vida, y hacer tatuajes es una responsabilidad muy grande porque estás trabajando con la piel de las personas, pues tienes expuestos gérmenes y bacterias, puedes contagiar enfermedades, si no sigues los protocolos correctos, y puedes arruinar a esa persona. Pero si cumples todos los requisitos y tienes un aprendizaje correctamente progresivo, no es que te compras una máquina en internet y: ¡ya! No es que ya soy tatuador. No tomas un poco de agua y harina, la metes al horno, y ya eres panadero… Hay un progreso que empieza desde el dibujo, que es la base, y luego un conocimiento sobre el material, que es trabajar las técnicas sobre la piel. Cada piel es diferente. Cada estilo trabaja diferentes materiales. Entonces, si te metes, es un mundo muy divertido, porque tienes mucho tiempo, te permite viajar, no necesitas mucho equipo para trabajar lo que haces. Tomas tu maquinita, te invitan. Conoces mucha gente, que viene con el corazón en la mano muchas veces. Es bonito, como te digo. Pero debes ser insistente y constante para poder crecer y no estancarte en un lugar, teniendo una proyección de hacia dónde quieres ir y trabajar cada día», termina Cristian.
Así terminamos otra jornada especial de trabajo, conociendo más acerca de la labor de otro artista, esta vez en la fascinante disciplina del tatuaje y su experiencia y aventura extraordinarias.
Luego, hemos pasado al espacio de ensayos a tocar rock’n roll.
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Créditos de la imagen:
• Foto de portada del autor https://www.facebook.com/pg/arteriafamilytattoo/ está licenciada como CC BY 4.0
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