Hacer el aguante

Tres ejemplos, una reflexión y siete tips sobre la captación de públicos para un espectáculo escénico.

Por: Jeremy Vagabundo.

 Buenos Aires, Argentina, septiembre de 2010.

 Sentados en un sofá hecho mierda, mientras tomamos una birra y fumamos un porrito, Malena Dark me dice que el finde tenemos que hacer el gasto, e ir a ver a un bar de San Telmo a la Banda de Los Ositos Rosados donde toca nuestro amigo de farras El Piraña García. Yo le digo que claro que tenemos que ir, que sin falta vamos.

Una semana después…

Sentados en un sofá hecho mierda mientras tomamos una birra y fumamos un porrito, Malena Dark me dice que el finde tenemos que hacer el gasto, e ir a ver a un bar de Palermo a la Banda de Los Ositos Rosados donde toca nuestro amigo de farras El Piraña García. Yo le digo que bueno, que fuimos la semana anterior pero esta bien, que vamos.

Una semana después…

Sentados en un sofá hecho mierda mientras tomamos una birra y fumamos un porrito, Malena Dark me dice que el finde tenemos que hacer el gasto, e ir a ver a un bar de Recoleta a la Banda de Los Ositos Rosados donde toca nuestro amigo de farras El Piraña García. Yo le digo para, fuimos la semana anterior y la anterior, ya fue.

Malena se levanta enojada y estampa con furia la botella contra la pared y con sus ojos de furia, me mira y dice: -Vos no entendés nada, colombiano concha e´ tu madre, no vamos porque ya lo vimos, sino: vamos porque hay que hacer el aguante. ¿No ves que los locos se rompen el lomo ensayando para sacar su banda adelante?

Quito, Ecuador, noviembre de 2019

 

Al final de la función de cierre, viene hacia mí El Flaco Tortuga, quiero escapármele antes de que me agarre pero es tarde, lo saludo como siempre, nos miramos un poco y salimos a fumar a las afueras del teatro. El flaco toma aire y comienza su retajila casi como en un monólogo sin emociones: Me encantó la obra, la verdad, son muy buenas las actrices, el festival tiene esas cosas, programan cosas que están muy chéveres, pero que tristeza que el teatro estuviera casi vacío, ni siquiera vienen los que participan a ver a los otros grupos, eso es de no creer, yo creo que hay que hacer el aguante y venir.

Terminado el pucho El Flaco Tortuga se va y me quedo ahí, pensando que tiene toda la razón.

Bogotá, Colombia, Julio de 2013

 A punto de función, aparece el Sapo Galarza con su banda, vienen de farra con botellas de cerveza en la mano y subidos de tono, justo me toma al lado de la taquilla, se acerca, me abraza efusivo y ensalivando a más no poder, escupe palabras: Negroo, negroo lindo, vinimos a ver tu obra, increíble te hiciste artista hijo de pu… ¿Cómo es para entrar? Uyy no no podemos pagar eso. ¿La mitad? No, tampoco. Somos cuatro, es un montón. ¿No es gratis? Sí, sí, entiendo que ustedes los artistas viven de bla bla bla, pero… No. Paila, estamos en la inmunda, solo pa’ cerveza. Ok, listo. No entramos entonces. Conste que vinimos a verlo y usted sale con esas. Listo. Antes era más humilde, ahora se le subieron los humos, parece. Y yo dizque vamos a hacer el aguante al negro… Listo, nos vemos.

 REFLEXIÓN

El Teatro existe porque existen quienes están sobre la escena y el público. En muchos casos quienes faltan son el público, porque el público, que son ustedes -sí, ustedes los que están leyendo esta columna-, no van al teatro. Y estaría mal echarles la culpa solo a ustedes, porque nosotros los que estamos en escena también nos olvidamos que hoy en día no basta solo con montar la obra y prender la vela para que venga la gente, o en el mejor de los casos, saturar las redes para que alguno pesque lo que le pueda interesar y venir. 

Se necesita hacer un trabajo anticipado de promoción, difusión, de estrategias de venta, eso los actores y las actrices, en muchos casos, no lo hacen: o porque les da pena ofrecer que les compren la entrada, o porque, afortunadamente en pocos casos, se creen semidioses del Olimpo y no lo toman como una opción; ahora, si es una producción que cuenta con recursos suficientes, ¡pues ya está!: se contrata a alguien que haga el trabajo sucio y listo. Pero si no… mmm.

Aquí va una lista de tips para que veas, a ver qué onda:

 SIETE TIPS

  1. Si eres artista o no, comienza por meter dentro de tus gastos mensuales el ir a ver teatro (ok, digo teatro, pero también es válido para recitales, danza, etcétera)
  2. Si formas parte de una puesta en escena, pues anda con las entradas en el bolsillo desde mucho antes del estreno y ofrécelas a todos. ¿Sabes cuántas veces he logrado que vaya a ver alguna obra el carnicero, el verdulero, el de la ferretería, los amigos borrachos que me encuentro en una fiesta? (una vez después de una farra, me llama un amigo al otro día y me dice: -negro, amanecí con una entrada para su obra en el bolsillo-. Y le dije: –sí, querido, me la compró ayer en la farra) Fue porque ya la había comprado y le gusto mucho la obra.
  3. Piensa que cada estrategia que uses te da una posibilidad de un 10% de público, así que piensa en varias.
  4. El público fiel es la familia, después los amigos más cercanos, después los del barrio (ya lo dije, el de la panadería, la farmacia, etcétera), y luego los que logres gracias a cómo te mueves (visitar colegios, universidades y lugares de reunión social, son un público bastante atractivo).
  5. Deja de pensarte como un ser tocado por algún dios o que ser artista es no vender. Lo tuyo es un producto cultural que merece que lo trates como tal, eso significa pensar en venderlo. ¿Por qué? Porque es gratificante que te vayan a ver y ganes dinero por tu trabajo, y no creas en ese cuento conformista de que “una persona es público”; una persona es la derrota que demuestra tu incapacidad para darle validez económica a lo que haces, y también espiritual, emocional, social o como lo quieras ver. Que alce la mano el que piense que vale más el aplauso de uno que de cien. He dicho.
  6. Y no dejes de “hacer el aguante”; no como El Sapo Galarza y su banda -sino más bien como Malena Dark-, con la excusa de que no hay dinero, no hay tiempo, nunca fuiste y demás. Las ciudades en general tienen un montón de alternativas culturales que vos te estas perdiendo por no darte la oportunidad de ir a ver de qué se trata, y si tu caso es el del artista que no va a ver a los otros, pues peor, no mereces la gracia divina ni el cielo de los artistas a donde van solo los que entienden el arte como un todo.

Señor artista: dale, deja de hacerte el lindo y comienza a ir a ver a tus colegas. Y no les preguntes: ¿es gratis? Es de mal gusto.

 

 

Acerca de Fernando Prieto Valencia 10 Articles
Director de teatro, escritor y dramaturgo, andariego.

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