Hoy, 8 de enero de 2020, se cumplen 32 años de la desaparición de los hermanos Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo Arismendi, respectivamente de 17 y 14 años de edad. Esto sucedió en la presidencia del tristemente célebre Ing. León Febres Cordero, en el año 1988.
De nacionalidad ecuatoriana y de padres colombianos, la mañana del 8 de enero de 1988, los hermanos Restrepo salieron en el Jeep Trooper de la familia a recoger a un amigo. Estos hermanos habían quedado en casa encargados de su hermana menor, María Fernanda, ahora artista directora de cine, quien, a pesar del profundo dolor que significa recoger la historia del drama familiar con su consecuencia social, recogió la memoria del suceso en un documento audiovisual importante para enfrentar y entender la tragedia de su familia, intitulado «Con mi Corazón en Yambo”. Cuando los hermanos Santiago y Pedro Andrés eran detenidos por la falta de un documento para conducir, sus padres, Pedro y Luz Helena, se encontraban de viaje, fuera del país. Los niños no volvieron a casa, sus cuerpos no fueron hallados, presumiendo el abandono de sus cadáveres en la Laguna de Yambo.
Es de conocimiento público la indolencia con que por años el Estado ecuatoriano trató el caso, entre pistas falsas, difamaciones, chantajes y fingida colaboración de autoridades políticas, tanto policías como de representantes civiles en sus cargos públicos.
Santiago, por posteriores informaciones contenidas en el libro “El Testigo” del oficial de policía Hugo España, habría muerto después de una tortura que consiste en poner una bolsa con gas lacrimógeno sobre la faz del sometido, y darle fuertes golpes en el estómago, produciendo en Santiago un ataque de asma, que era un mal que padecía. Para que Pedro Andrés no permanezca como único testigo del crimen de Estado, habría sido asesinado días después.
Pero este caso también representa un ejemplo de dignidad, solidaridad y resistencia ejemplar, que llegó y llega hasta estos días a consternar la memoria y voluntad populares. Esto nos recuerda las consecuencias de caer bajo el “encanto” de promesas y sistemas que no van sino a la exaltación de gobiernos criminales, antipopulares, tiránicos y clientelares, dirigidos por psicópatas y megalómanos puestos al mejor postor y a los intereses de grupos económicos que, históricamente, han acudido al crimen que jamás se vuelve delito, con tal de obtener beneficios e intereses particulares.
A pesar de las sanciones ejecutadas por la Ley sobre implicados en el caso en el año 1995 (Doris Moran, Juan Sosa, Trajano Barrionuevo) y en mayo de 1998 el reconocimiento de la responsabilidad del Estado en este crimen atroz, más subsiguientes búsquedas en la famosa laguna encantada de horrores: Yambo… los cuerpos de los Hermanos Restrepo jamás fueron encontrados, así como varios otros, que por diferentes causas, pero en circunstancias similares tampoco han aparecido. A pesar, la memoria colectiva y los ojos del mundo no olvidan.
A Luz Helena (+), María Fernanda y Pedro, por su eterna fortaleza y la manera de transformar en una lucha colectiva su íntimo dolor.
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