El Quid del Asunto.- El analista político, Napoleón Saltos, abordó los temas acuciantes de la coyuntura nacional. Para entrar en materia empezó primero por la dolarización en Ecuador que acaba de cumplir 20 años de vigencia en nuestra economía.
Saltos dijo que la dolarización implica un “anclamiento de la política monetaria que ha garantizado en estos 20 años una cierta estabilidad hacia adentro”. El entrevistado se refirió a la estabilidad de precios o la no existencia de devaluaciones.
Eso ha sido para la población, dijo el analista, una garantía de estabilidad. Pero esa estabilidad hacia adentro también ha sido un límite hacia afuera. “En el plano del capitalismo que vivimos y de competitividad, que es el modo de economía que tenemos, el Ecuador ha perdido posibilidades”.
Saltos insistió que en el plano externo, progresivamente, la dolarización ha sido un ancla que no permitido avanzar. “Habría que ver qué sistema monetario nos conviene. Si es que es un sistema amarrado al dólar o si es que en esta complejidad geopolítica conviene ver formas de soberanía monetaria e incluso formas combinadas mixtas de manejo de moneda propia al interior del país o en las relaciones por lo menos continentales”.
Por otra parte, él indicó que el hecho más relevante del 2019 fue el paro de octubre. Esto significó una crítica al propio estado y, además, muestra el pedido por una democracia de calle, desde la movilización y participación de asambleas. “Pero si esa fuerza y energía no se recoge en una propuesta sólida, orgánica, puede diluirse”.
Ahora, en el campo electoral (este año es pre-electoral en Ecuador), Saltos dijo que le preocupa las reformas del Código de la Democracia. “No abordan un solo aspecto profundo que estuvieron cuestionados por la opinión pública”. Puso un ejemplo: el financiamiento de compra de candidatos. Y el caso Arroz Verde es eso, justamente, apuntó.
En relación al correísmo, el analista apuntó que Rafael Correa mantiene una cierta expectativa como uno de los polos significativos en medio de la dispersión de fuerzas que hay. Pero, «cuantitativamente hay un alto porcentaje de gente que no está en esos dos polos (correístas y anticorreístas). Y esto es lo que (también) expresó el paro de octubre: la autonomía frente a los dos polos. Por el intento de una salida autónoma”.
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