En un escrito aparecido el día de ayer, 16 de enero de 2020, de autoría de Alexandra Kennedy-Troya, en el diario “El Comercio” de la ciudad de Quito, que llamaba la atención a las autoridades del Ministerio de Cultura respecto a los distintos riesgos que corren, tanto el Edificio Aranjuez (Reina Victoria y Washington) y su componente humano como también sus bienes materiales, que incluyen las más amplias colecciones de historia del país, debido a las dramáticas condiciones de la estructura del mismo.
A manera de inventario, la autora comparte la siguiente lista y comentarios: “Cuatro años más tarde, para salvaguardar la seguridad del personal, en estos días se cierran las puertas del archivo histórico con documentos fechados desde el siglo XVI; una colección fotográfica invalorable sobre los acontecimientos relevantes desde 1870; una colección audiovisual que incluye la historia de la música de más de un siglo; 40.000 piezas de arqueología que registran 8.000 años de historia; 5.000 bienes coloniales, republicanos, modernos y contemporáneos. Se clausura la mejor y más completa fuente de consulta de historiadores, antropólogos, etnógrafos, geógrafos, historiadores del arte, etc”. (El Comercio)
Los antecedentes son varios informes sobre el gran riesgo que representa el uso de estas instalaciones, por su inminente daño estructural y posible colapso frente a sismos de relativa importancia o magnitud: 2012; 2017 y 2019.
El mismo día de ayer, 16 de enero, se emitió un comunicado por parte del Ministerio de Cultura, en que que se indican aspectos referidos por la historiadora Kennedy-Troya, más datos técnicos de los informes y sus compromisos frente al riesgo; así como que en el informe del 27 de julio de 2017, varios meses después del terremoto de abril de 2016, se indica: “Las condiciones actuales del edificio Aranjuez no ofrece ninguna garantía para un comportamiento adecuado ante un evento sísmico importante” […] “existe la posibilidad cierta de que ante la ocurrencia de un evento sísmico severo el edificio colapse”. Se aconsejaba desalojar de manera inmediata.
En la inspección solicitada el 25 de octubre de 2019, entregado su informe el 28 de noviembre de 2019 por el Servicio Nacional de Riesgos y Emergencia, indica “alta vulnerabilidad”, afirmándose que “el edificio Aranjuez sí posee daños estructurales que pueden atentar con la vida de sus ocupantes ante un evento sísmico”.
En una reunión realizada la noche de ayer en la Universidad Andina, una serie de historiadores se volvieron a plantear la urgencia de trasladar el patrimonio de obras y piezas históricas a ciertos lugares ya mencionados en la nota de Kennedy-Troya: El ex Comisariato del Ejército y UNASUR.
“Miles de objetos en riesgo inminente. Es la reserva patrimonial nacional heredada por el Ministerio de Cultura y Patrimonio del Banco Central del Ecuador.” (El Comercio).
El Ministerio de cultura, mediante su comunicado de la noche pasada, ofrece tomar cartas y poner manos a la obra con premura en este asunto.
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