El Quid del Asunto.- El ingeniero en sistemas, Rafael Bonifaz, habló en el programa sobre seguridad digital. La primera pregunta que le planteamos fue, ¿qué pasa cuando hay empresas bancarias o de servicios que nos llaman sin que nosotros seamos clientes? La respuesta fue que “existe una especie de mercado negro de bases de datos que se van transmitiendo en Ecuador y en otras partes del mundo”.
Para Bonifaz ese “mercado negro” quedó en evidencia en los últimos meses del año pasado cuando salieron a la luz los casos de Databook y Novastrat, “donde estas empresas proveen esos datos a otras empresas”.
Entonces, ¿es confiable la privacidad de los datos en Ecuador? Él dijo que el hecho de que existan datos con información de todos los ecuatorianos “es grave”. El tema, continuó, no se ha esclarecido (en relación a Databook y Novastrat) ya que vino el paro (de octubre) y se perdió el tema. “El problema sigue. ¿Quién más tiene esa información? ¿Qué se ha hecho para que esto no pase?”
“Hay que exigir mayor tratamiento de datos al Estado y que se recolecten los datos necesarios” puntualizó.
En relación al reconocimiento facial, Bonifaz dijo que es muy peligroso porque estamos “instalando esta tecnología al apuro”. Este sistema se usa para que todos nos sintamos seguros, explicó, pero probablemente funcione en un Estado “cien por ciento honesto y donde la policía no abuse de su poder. No sé si ese país exista o si el Ecuador esté muy cerca a ese ideal”.
El reconocimiento facial es la idea de que las cámaras que vemos más por todas las calles son capaces de analizar información en una base de datos de cara (…) En Estados Unidos, en el estado de california, se está prohibiendo y en la Unión Europea se está discutiendo sobre prohibir por cinco años el reconocimiento facial en los sitios públicos para analizar las consecuencias
Posteriormente, el entrevistado dijo que para tener privacidad se necesita secreto, anonimato y autonomía. Por privacidad, dijo, se trata de la capacidad de decidir qué parte de mi vida quiero compartir con alguien. En relación, al secreto, Bonifaz indicó que eso, en el mundo digital, está ligado a la criptografía para codificar un mensaje. Mientras que el anonimato en internet no es tan fácil porque cada actividad va dejando huella. «La idea de tener anonimato es leer de forma anónima y la capacidad de publicar de forma anónima».
Y, finalmente, la autonomía se refiere a que si dos personas se quieren comunicar, por ejemplo, deben contar lo menos posible de un tercero. Ahora si yo manejo mi propio servidor de chat, continuó, entonces esa actividad ya no será monitoreada. «La autonomía nos permite tener control de nuestra información».
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