Por Gastón Alvear G
América Latina ha tenido muchos años de una gran cantidad de protestas y movimientos sociales por la desconfianza y poca credibilidad de sus partidos políticos, instituciones y gobiernos, sumado a lo anterior vemos como son pocos países quienes han tomado las medidas necesarias para la protección de la población en la pandemia de Covid-19. Nos lleva a idear un nuevo futuro para la percepción de los Estados y de la política en general. Por eso esta columna tiene como objetivo recomendar al lector como a los Estados, a la educación cívica y formación ciudadana como una herramienta de educar a las personas, con sus deberes y derechos ciudadanos, a entender cómo funciona y ser organizan los actores e instituciones políticas de cada país.
Según PNUD (2000) existe un debilitamiento del capital social comunitario, debido a la excesiva individualización causada por la modernización. Además, bajan los niveles de civismo y afiliación política, como la participación en organizaciones sociales, militar en un partido político y ser parte de un sindicato, entre otros. Se puede entender que la sociedad contemporánea se encuentra alejada de la acción y el ambiente político, que además se ha perdido la conciencia de lo que socialmente es vivir en comunidad, donde solo se trabaja para solventar los problemas personales y buscar el beneficio individual, ante que el bienestar de la comunidad.
Al momento de tener una ciudadanía con educada desde la perspectiva cívica, suele ser más crítica a la hora de contribuir al debate público sobre los acontecimientos sociales contemporáneos. En lo que respecta a las visiones académicas sobre la aplicación de educación cívica podemos encontrar a Litt (1963) quien realizó un estudio en escuelas secundarias de Boston, en Estados Unidos. En dicha investigación, incluyó establecimientos con distintos niveles socioeconómicos y características sociopolíticas, en los que se realizan clases de educación cívica. El investigador dirigió entrevistas a los alumnos para saber si las clases tienen influencias en ellos. Dentro de las conclusiones más relevantes destacó el mayor aumento de la participación política de los jóvenes en dichos colegios, pero también se concluyó que es importante considerar el contexto económico y social de los estudiantes, por tener influencia en su percepción de sociedad.
Con base a lo analizado, debido a la existencia de estos vacíos en la formación cívica de las personas, en las etapas de niñez y juventud, al ser adultos desconocen el rol de sus autoridades locales y nacionales, siendo esto aprovechado por políticos en periodos electorales o cuando surgen problemas e inquietudes políticas no se sabe a dónde ir o con quien se debe hablar, lo que lleva a generar mayor disconformidad con su percepción a la política en general. Pero no podemos quedarnos solo con enseñar sobre civismo en los colegios y escuelas, sino que todo esto debe estar acompañado de políticas públicas que refuercen lo aprendido por la educación cívica, por ejemplo reforzar las unidades vecinales, grupos intermediarios de jóvenes, asociaciones civiles, donde las personas puedan organizarse para llevar este civismo a la práctica.
Concluyendo el problema de la desafección política es algo transversal a nuestra región, es responsabilidad de todos los estamentos sociales, trabajar por la formación de nuestros ciudadanos, por una parte la educación y la entrega de espacios de organización social. También debe cambiar el actuar de nuestras instituciones, tanto de los gobiernos como los partidos políticos, en pos de una sociedad donde cada estamento tenga la oportunidad de ser escuchado. Que la pandemia y las crisis sociales que hemos visto sea un puntapié inicial para formar a nuestras futuras generaciones.
Referencias
Litt, E. (1963). Civic Education, Community Norms, And Political Indoctrination. American Sociological Review, 28(1), 69 – 75.
PNUD. (2000). Informe Desarrollo Humano en Chile – Año 2000, Más Sociedad para Gobernar el Futuro. Santiago: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Be the first to comment