Por: Alberto Acosta.
La contundente victoria electoral de Luis Arce Catacora y el Movimiento al Socialismo es una buena noticia para quienes en América latina luchan por el cambio, la justicia y la democracia. El bolsonarismo racista, prepotente e incompetente del gobierno de Jeanine Añez y su representante, Luis Camacho, sufrieron una inapelable derrota.
El MAS y su candidato han dado muestras de haber comprendido varias importantes lecciones del derrocamiento de Evo Morales Ayma hace un año, donde concurrieron fuertes manifestaciones en la calle, una importante reducción del apoyo electoral al gobierno y la inaceptable “sugerencia” de las Fuerzas Armadas bolivianas. El gravísimo error de desconocer el resultado del referendo de 2016 que inhabilitaba a Evo Morales para una nueva reelección se pagó caro. Y no era necesario. Las bases indígenas, campesinas y urbanas organizadas en Bolivia, siempre exigieron y defendieron su autonomía frente al gobierno aunque lo apoyaran. Y muchas veces lo criticaban. Y demostraron que no quieren, ni necesitan, caudillos eternos. El caudillaje favorece la corrupción y el autoritarismo. Aunque no existe garantía alguna, vemos señales que alientan el optimismo. La nueva generación de dirigentes sociales y políticos de las organizaciones y del MAS han llamado a “reconducir el proceso de cambio”. Hacemos votos porque los hermanos y hermanas bolivianos así lo hagan, recordando que la derrota de la derecha y la ultraderecha la hizo el pueblo a pesar del MAS.
Llamamos a defender esta victoria de indígenas, campesinos y pueblo boliviano ante las movilizaciones de la derecha que pretenden desconocer la voluntad popular expresada en las urnas.
La victoria pertenece a las naciones y comunidades indígenas originarias de Bolivia, a las masas empobrecidas, a los pueblos organizados. En Ecuador, quienes representan la misma aspiración, la misma organización y la misma voluntad de cambio, están caminando sin descanso junto al movimiento indígena, las comunidades que resisten la agresión minera a gran escala, las mujeres movilizadas por un mundo libre de violencia sexista, y los pueblos empobrecidos en lucha contra un sistema de desigualdad económica institucionalizada. La candidatura Pachakutik, con Yaku Pérez Guartambel, es la única que expresa ese camino, esa lucha y ese poder popular organizado.
La victoria del pueblo boliviana será también nuestra victoria.
21 de octubre de 2020
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