Quienes están detrás de la burbuja de la empresa de videojuegos tal vez pierdan un montón de dinero, pero nos hacen un favor: recordarnos que la bolsa solo sirve para que se enriquezca un reducido número de personas que no se lo merecen
Doug Henwood (Jacobin)
¿Quién podría haber sabido que GameStop se convertiría en tamaño juego?
El pasado verano, a la cadena de tiendas de videojuegos GameStop se la consideraba una empresa física tradicional en decadencia. Estaba perdiendo dinero, sus ventas llevaban años cayendo y las acciones cotizaban a unos cuatro dólares. En el momento de escribir estas líneas, la tarde del miércoles 27 de enero, sus acciones cotizan a 339 dólares. El día anterior, al cierre de la sesión, apenas alcanzaban los 148 dólares. Nada mal como aumento de rentabilidad de la noche a la mañana: 129%. Pero lo curioso es que tres días antes las acciones estaban a 38 dólares, y su valor se había multiplicado por diez en menos de una semana, ¿por qué?
Para responder a esta pregunta hace falta explicar el concepto de venta al descubierto (short selling), algo que la mayoría de la población considera prácticamente incomprensible. Una venta al descubierto es apostar a que una acción (o cualquier otro activo de especulación, como los bonos o el oro) va a bajar de precio. Sin embargo, para realizar esa apuesta tienes que vender algo que no es de tu propiedad, un comportamiento para nada habitual. Para hacerlo, tienes que tomar prestada la acción de un tercero que sí la tenga en propiedad. Al igual que sucede con cualquier otro préstamo, hay que pagar intereses y, en este caso, también hay que tener una garantía depositada ante el corredor, que asegure que podrás pagar. Lo que esperas es que baje el precio y que puedas comprar las acciones (cubrir una posición corta, en la jerga) a un precio menor. Tus ganancias serían la diferencia entre el precio de venta original y el precio de compra al cierre, menos cualquier interés que hayas pagado por el título que tomaste prestado.
¿Pero qué pasa si te equivocas y los precios suben? Entonces tienes un problema. Cuando compras una acción, te arriesgas a perder el precio total de compra, pero no más. Con las ventas al descubierto, si te equivocas, no existe un límite predefinido de lo que podrías perder si el precio sigue subiendo. Y si el precio no para de subir, tu corredor te pedirá más garantía en forma de dinero auténtico. En ese momento puedes darte por vencido (cubriendo la posición corta y aceptando las pérdidas) o seguir sumando más garantía a una posición débil con la esperanza de que el viento sople finalmente a tu favor.
Pero volvamos a GameStop. El pasado agosto, el inversor Ryan Cohen, que fundó la tienda online de alimento para mascotas Chewy y la vendió obteniendo cuantiosos beneficios, comenzó a comprar acciones de GameStop. Le dijo a la empresa que tenía que adaptarse a la era digital, cerrar un montón de tiendas y dedicarse a vender online. Los inversores, que auguraban un futuro mejor para la cadena de videojuegos en declive, empezaron a comprar acciones y su valor se triplicó a finales de noviembre. Quizá el optimismo no estaba justificado, pero tampoco era descabellado. Sin embargo, algunos fondos de alto riesgo, en particular Melvin Capital Management, comenzaron a vender al descubierto acciones de GameStop, porque creían que la supuesta recuperación no era más que un cuento.
Ahí es donde hicieron su aparición los sospechosos habituales de Wall Street Bets, un subforo del agregador de noticias Reddit, con un usuario conocido como DeepFuckingValue a la cabeza, que comenzaron a comprar las acciones. Su objetivo no era solo ganar dinero, sino también divertirse arruinando a algunos fondos especulativos, y por eso comenzaron a comprar las acciones en masa, como se dice en Wall Street. La consiguiente alza de precios obligó a aquellos como Melvin, que tenían abiertas posiciones cortas, a cubrir posiciones. Su avidez por las acciones, más la de los usuarios de Reddit, disparó el precio de las acciones por las nubes.
GameStop se ha convertido en una de las grandes burbujas de nuestra era. El martes 26 de enero se negociaban más acciones de GameStop que de Apple, las acciones más importantes, y con un valor total de mercado 108 veces superior al de la cadena de videojuegos. Según explicó James Mackintosh del Wall Street Journal: los movimientos sobre el precio y el volumen de negociación indican “una perturbación generalizada en el juicio de las personas”.
Este tipo de burbujas siempre terminan estallando y los usuarios de Reddit que no hayan vendido sus acciones se quedarán con los bolsillos vacíos. (Por sorprendente que parezca, la noticia de que Melvin cerraba su posición corta el martes por la noche no parece haber aguado la fiesta. Por lo general, las burbujas continúan mucho después de lo que los racionalistas pueden predecir). Mientras tanto, es divertido ver cómo algunos miembros de Wall Street se quejan de lo injusto de estos movimientos, porque este tipo de juegos los juegan entre ellos y con el público en general todo el tiempo. Inflan constantemente las cotizaciones o hacen que baje el valor de las acciones dependiendo de sus propios intereses, y también maquinan contra lo que perciben como actores débiles o vulnerables. Lo que sucede es que los especuladores con nombres como DeepFuckingValue, que los están destruyendo en la actualidad, no son la gente adecuada. No viven en Greenwich en casas con 20 coches en el garaje.
Más divertido aún es ver cómo los acólitos del mercado bursátil piensan que este tipo de juegos pervierte de algún modo la misión de la bolsa. Según declaró en Twitter el columnista de Business Insider, Josh Barro: “Ya sé que hay gente que piensa que esto es divertido, pero ¿para qué tenemos la bolsa? Para que las empresas productivas puedan recaudar capital y hacer cosas útiles. Desacoplar el precio de las acciones de su valor esencial (Gamestop vale ahora casi tanto como Best Buy) hace que los mercados no puedan ayudar a la economía real”.
Be the first to comment