Dra. Margarita Hernández: La inclusión financiera de la mujer beneficia a todos

Margarita Hernández es Superintendente de Economía Popular y Solidaria, es doctora en jurisprudencia por la Universidad Católica del Ecuador, con un MBA Internacional de la universidad de Economía y Ecología Nürtingen-Geislingen de Alemania. Ha desempeñado varios cargos en organismos de control del sector financiero. Desde la creación de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria ha destacado su labor en diferentes cargos como: Intendente del Sector Financiero Popular y Solidario, Asesora de Despacho, Intendente General Jurídica y Superintendente encargada. Dentro de su trayectoria profesional, se destaca también su desempeño como docente universitaria en materias relacionadas a fundamentos del derecho bancario y financiero, derecho administrativo y legislación bancaria, entre otras. De igual manera, ha sido conferencista y ponente sobre temas de política económica, supervisión y control del sistema financiero, desarrollo del sector económico de la economía popular y solidaria.

En conjunción con el Día Internacional de la Mujer 2021, AFI se acercó a mujeres líderes de su red para compartir sus conocimientos sobre el empoderamiento de las mujeres y el importante papel que desempeñan las mujeres en la inclusión financiera.

AFI: Por qué la inclusión financiera es importante para usted? 

Dra. Hernández: La inclusión financiera es una prioridad para los gobiernos, así como autoridades financieras y regulatorias, así como para agencias de desarrollo en todo el mundo por su habilidad para eliminar la pobreza, la reducción de la brecha salarial y, de forma más imporante, alinear las ambiciones nacionales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La inclusión financiera juega un rol importante en la expansión de la productividad femenina, así como para su desarrollo personal y familiar, particularmente donde las mujeres son cabezas de hogar.

Las mujeres en países en desarrollo tienen un retraso del 9% frente a los hombres cuando se trata de contar con una cuenta bancaria, con una figura de un 2% menos en América Latina.

En Ecuador, una encuesta nacional en 2019 encontró que el 54% de los hombres cuentan con una cuenta bancaria, comparada con un 46% de mujeres. Estas cifras cambiaron muy poco en el acceso al crédito, con un 55% para hombres frente a un 45% de mujeres.

Dentro de las competencias de la SEPS, la brecha de género que se acorta en los depositantes, con un 49% de mujeres versus un 51% de hombres hacia diciembre de 2020. Sin embargo, esta tendencia retrocede hacia prestamistas, con un 44% en favor de mujeres comparado con 56% para hombres. 

Los países siguen enfrentando barreras culturales, baja mobilidad debido a falta de tiempo, constricciones sociales y un acceso limitado a servicios financieros digitales. En respuesta, las entidades gubernamentales deben unir fuerzas para resolver los desafíos de acceso y uso de servicios financieros a través de resoluciones, y adaptando sus productos para acoplarse a mercados específicos, también removiendo obstáculos tales como requerimientos restrictivos y garantías obligatorias que desalientan a mujeres al acceso y uso de servicios financieros.

AFI: ¿Cuáles son las mayores oportunidades que ha encarado para desarrollar e implementar políticas  regulaciones enfocadas a la inclusión financiera de la mujer?

Dra. Hernández: Una de las mayores oportunidades disponibles fue tener acceso a información de entidades reguladas, que demuestran como la regulación puede ser ajustada o fortalecida para ajustarse a las necesidades de diferentes grupos vulnerables.

Desde mis experiencias en calidad de mujer, madre, esposa y professional, yo tengo una visión personal de las diferentes formas en que se trata a las mujeres y los obstáculos que deben superar para desempeñar con éxito sus funciones. Esto se equlibra con tener un profundo conocimiento del sector popular y solidario, incluyendo legislación que me ha permitido contribuir positivamente en la emisión de la regulación.

Finalmente, la guía de organismos multilaterales y la habilidad de replicar las mejores prácticas internacionales hizo posible enriquecer el marco regulatorio de Ecuador, beneficiando no solamente a la inclusión de mujeres alrededor del amplio sector financiero, sino además en lo relacionado a áreas de inclusión financiera, tales como financiamiento verde incluyente y servicios financieros digitales.

AFI: Como una de las personas que ha abogado por políticas generadoras de un clima inclusivo y sensible hacia el género, cómo hace la SEPS para acortar la brecha de género y el desarrollo e implementación de políticas inclusivas de financiamiento verde?

Dra. Hernández: Estamos comprometidos y alineados con los ODS, trabajando hacia el alcance de igualidad de género. Pero el empoderamiento de mujeres y niñas debe ser alimentando sin perjuicio del crecimiento, el consumo sostenible, la producción e industrialización incluyente. Así como las medidas para combatir el cambio climático y sus efectos van de la mano con principios de cooperatividad y formar parte de nuestro compromiso con una comunidad más amplia.

Para alcanzar nuestras metas, la SEPS trabaja en función de eliminar las barreras que previenen a a las mujeres del acceso a productos financieros. A través de la cooperación técnica con entidades internacionales, estamos buscando la transversalización de género en el proceso de supervisión y control de las organizaciones de la economía popular y solidaria, que nos permitirá identificar debilidades en regulaciones de género, así como diferentes mecanismos de supervisión y control.

Ya se ha trabajado en regulaciones para incluir productos de financiamiento verde para mujeres y hombres emprendedores que contienen mecanismos de producción de acuerdo con sistemas de análisis de riesgos ambientales y sociales. Además, la SEPS busca constantemente la integración del sector financiero popular y solidario con el sector real.

AFI: Cual es su mensaje a las mujeres de su institucion y, en nuestra red, alrededor del mundo, en el Día Internacional de la Mujer, especialmente durante los tiempos díficiles a causa de la pandemia por COVID-19?

Dra. Hernández: La emergencia sanitaria dejó en claro que una de las consecuencias más graves del aislamiento es el estado de pobreza en el que muchas niñas y mujeres fueron hundidas y la violencia a la que muchas fueron sometidas. Estos factores me motivaron a elevar sus voces y actuar por el cambio en una sociedad que no ofrece las mismas condiciones de empleo, remuneración y oportunidades para hombres y mujeres.

Incrementar las capacidades productivas y abrir las puertas a la financiación para mujeres es imperativo y consistente en la misión de desarrollo y crecimiento nacional. Estudios han mostrado que mayor equidad de género tiene un impacto positivo en el crecimiento del producto interno bruto per cápita y la inclusión de la mujer en el trabajo remunerado tiene un efecto multiplicador al mejorar las condiciones de vida de las familias. Al invertir en la educación y la inclusión financiera de las mujeres, vemos un mayor desarrollo y progreso entre las familias.

Si bien también es importante dar prioridad al liderazgo de las mujeres, también debemos involucrar a los hombres en nuestra lucha por la desigualdad. Cambiar los patrones culturales que impiden el desarrollo de las mujeres y eliminar los obstáculos para que puedan alcanzar su máximo potencial económico son pasos importantes para empoderar a las mujeres como responsables de la toma de decisiones en la sociedad.

Por todas estas razones, me gusta aprovechar esta oportunidad para invitar a las mujeres y niñas del mundo a seguir buscando oportunidades para lograr un crecimiento personal, profesional y familiar. Hay mucha gente trabajando para lograr la igualdad. Cada vez hay más mujeres líderes en puestos de toma de decisiones. Y hay gobiernos y organizaciones que buscan un futuro mejor para ellas.

Vendrán tiempos mejores para la humanidad donde no haya discriminación, violencia o desigualdad, especialmente para las mujeres, quienes tienen mayores niveles de vulnerabilidad por condiciones sociales, raza, etnia o tipo de empleo. En este mundo diferente, el verdadero empoderamiento de la mujer nos permitirá desarrollar plenamente nuestras capacidades.

Trabajamos en este sentido, pero necesitamos que más mujeres y hombres se sumen a nuestra causa, porque el progreso de las mujeres es el progreso de todos.

El flujo de trabajo de Finanzas con inclusión de género de AFI está parcialmente financiado por la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional (ASDI) y otros

Women’s financial inclusion benefits everyone: Dr. Hernandez

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Ecuador-Today, agencia de comunicación.

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