Por Álvaro Fernández
Donald Trump, antes de marcharse de la presidencia y bajo la sugerencia, estoy seguro, de varios cubanoamericanos, se aseguró de volver a colocar a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Esta lista incluye a los países que, según determinación del Secretario de Estado, han “brindado apoyo en repetidas ocasiones a actos de terrorismo internacional”. Si no fuera tan triste y causara enormes efectos negativos en el pueblo cubano, me referiría a la designación como ridícula. Pero es real. Y está destinado a doler.
También me hace hervir la sangre. El descaro … Sobre todo viniendo de un país que, si somos honestos, sería fácilmente designado como uno de los principales patrocinadores estatales del terrorismo en la historia. En este punto, puedo imaginarme a algunos de ustedes reaccionando negativamente a que yo llame a los Estados Unidos una nación terrorista. Pero permítanme varios ejemplos. Dígame usted:
- ¿Cuántos norteamericanos murieron, esclavizaron o se desplazaron cuando los revolucionarios estadounidenses se apoderaron de estas tierras, desde los nativos americanos que vivían aquí hasta los 4 millones que vivían en esclavitud (traídos aquí involuntariamente) antes del comienzo de la Guerra Civil?
- Lanzamiento de bombas atómicas: Las cifras registradas de muertos son estimaciones, pero se cree que alrededor de 140.000 de los 350.000 habitantes de Hiroshima murieron en la explosión, y que al menos 74.000 personas murieron en Nagasaki.
- Vietnam, una guerra impía e ilegal, terminó matando a más de 2 millones de seres humanos. Todo lo que escuchamos es que 58.000 soldados estadounidenses murieron durante la guerra.
- Irak, otra guerra ilegal basada en armas de destrucción masiva inventadas. Los estudios de población estiman que el número de víctimas va desde 151.000 muertes violentas en junio de 2006 (según la Encuesta de salud familiar de Irak) hasta 1.033.000 muertes (según la encuesta de 2007 Opinion Research Business (ORB)).
Hay docenas de otros ejemplos.
Presidente Biden: es hora de actuar
¿Por qué el presidente Joe Biden no ha iniciado el proceso (y lleva meses) de sacar a Cuba de esta diabólica lista? Y entiendo que el nuevo presidente tiene una enorme lista de prioridades con las que lidiar, pero ¿por qué al menos no ha anunciado que ha ordenado a su secretario de Estado que inicie el proceso de sacar a Cuba de dicha lista?
Según lo informado por National Public Radio (NPR), “Ser incluido en la lista de países terroristas, los expone a un conjunto de sanciones, incluidas restricciones a la ayuda exterior de EE. UU.; prohibición de las exportaciones y ventas de defensa; ciertos controles sobre las exportaciones de artículos de doble uso; y diversas restricciones financieras y de otro tipo “, informa el Departamento de Estado de Estados Unidos.” Los otros tres países en la lista son Siria, Irán y Corea del Norte.
Refiriéndose a la designación de Cuba como estado terrorista, el senador estadounidense Patrick Leahy, un demócrata de Vermont, dijo en enero: “Aquí no existe nada ni remotamente parecido a eso [el terrorismo]”.
Para los muchos que critican al gobierno cubano y sus políticas, adelante. Probablemente esté de acuerdo en varias de ellas. Pero colocar a Cuba en una lista de naciones terroristas y ser incluido allí por la administración Trump, da crédito a las palabras pronunciadas por el ex embajador de Cuba en los Estados Unidos, José Cabañas, quien dijo: “El mundo está patas arriba”, después de enterarse del regreso de Cuba a la lista de Estados Unidos.
Fuente: Progreso Semanal/ Weekly
Be the first to comment