[Opinión] El doble discurso del poder

EL DOBLE DISCURSO DEL PODER
EL DOBLE DISCURSO DEL PODER

“El lenguaje es la casa del ser. En su morada habita el hombre. Los pensadores y poetas son los guardianes de esa morada. (…) El lenguaje es la morada del ser y el hombre su pastor.” (Heidegger, 2000)

Por: Napoleón Salto.

«Me parece que por poder hay que entender, primero la multiplicidad de las relaciones de fuerza inmanentes y propias del dominio en que se ejercen, y que son constitutivas de su organización; el juego que por medio de luchas y enfrentamientos incesantes las transforma, las refuerza, las invierte; los apoyos que dichas relaciones de fuerza encuentran las unas en las otras, de manera que forman cadena o sistema.» (Foucault, Historia de la sexualidad, 1977, pág. 112)

El lenguaje convertido en discurso político ha abandonado la morada del ser que expresa la verdad, para convertirse en un dispositivo del poder. Ya no tiene como pastor al pensador y al poeta, sino que se mueve en el cálculo del objetivo. «Poder y saber se articulan en el discurso. Los discursos son elementos tácticos en el campo de relaciones de fuerza (… ) En toda sociedad la producción del discurso es a la vez controlada, seleccionada, organizada y redistribuida» (Foucault, 1979, pág. 11) Y sin embargo, es el pensador y el poeta quienes pueden descifrar el sentido del discurso, develar su verdad, caminar hasta la morada del ser.

EL DOBLE DISCURSO

En la política, las palabras se separan de las cosas para adoptar un sentido conducido. La hegemonía vacía los significantes para dotarlas de un sentido orientado. Para descubrir la ruta del poder hay que tratar de superar esa ruptura, en una doble dirección: conectar los discursos dirigidos a targets diferenciados, y reconstituir el paradigma originario.

En el momento inaugural del nuevo régimen escuchamos un doble discurso; por eso es importante analizarlos, aunque se puede argumentar que sólo son palabras. “Los orígenes son siempre humildes, inconfesables, había dicho Nietzsche. Sólo la genealogía, el arte de la sospecha puede sacarlos a la luz pública. (…) Todo debe aparecer en el discurso, el texto confiesa los secretos mecanismos del origen, la génesis turbia.” (Rojas, 1984)

El discurso de posesión de Guillermo Lasso, el 24 de mayo (Lasso, 2021), estaba dirigido al público, a buscar la legitimación de la propuesta, a través del silenciamiento del programa y su disolución en el discurso de los universales. Trazó el territorio en la oposición entre el caudillismo-autoritarismo, como la causa principal del fracaso del país, y la inauguración de la república-democrática, centrada en la vigencia de las libertades individuales. En respuesta al discurso de la “unidad en la diversidad” de la Presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, Lasso planteó el encuentro entre diversas posiciones como la estrategia de salida a la crisis. El Presidente de la República apenas se refirió a algún punto del programa en forma indirecta, como la firma de Tratado de Libre Comercio en la línea de la apertura al capital global.

La víspera, Guillermo Lasso habló ante sus pares (El Universo, 2021), invitados al “Foro Iberoamericano: desafíos de la libertad”, organizado por La Fundación Internacional para la libertad, de Vargas Llosa, la Fundación Ecuador Libre, de Guillermo Lasso, y la Fundación Friedrich Naumann para la libertad, fundación alemana de los partidos liberales. Allí expresó al desnudo su programa: anunció la decisión de concesionar tres refinerías, un gran puerto para la distribución de combustible en Santa Elena, las carreteras, la telefónica estatal CNT, (…) los minerales, (…) el Banco del Pacífico.”

Los dos discursos son los dos lados de una misma moneda. El discurso de posesión se alinea con las tesis liberales del republicanismo y la democracia representativa, actualizadas por un multiculturalismo que reconoce la diversidad de los pueblos indígenas, de las mujeres. El mecanismo es vaciar la democracia de su contenido material, la participación con capacidad de decisión y las necesidades vitales de la gente común, el poder y el pan.

“En términos kantianos, se desempeña el papel del ‘esquematismo trascendental’ al convertir el concepto universal vacío en una noción que se relaciona o se aplica directamente a nuestra ‘experiencia real’ (…) El Universal adquiere existencia concreta cuando algún contenido particular comienza a funcionar como su sustituto” (Zizek, 1998). En el primer tramo del discurso, Lasso identifica al caudillismo como la causa general de los males de la República, desaparecen la crisis, los problemas de la desigualdad, de la acumulación y concentración de la riqueza, de la marginación y exclusión, el dominio capitalistaneocolonial y patriarcal, y es remitido a un tema particular, que es sentido por la gente y amplificado por los medios y redes, para convertirle en el mal universal que hay que solucionar con otro universal vaciado, la democracia liberal. En el segundo tramo, puede ya iniciar el desfile de la diversidad para que cada sujeto pueda reconocerse en su identidad, etnias, mujeres, todos en el encuentro universal, con la gobernabilidad deseada.

Cuando el discurso multiculturalista es enunciado por el diverso, sigue una dirección inversa, se inicia en el particular y se conecta con el universal abstracto. Con este giro se diluye su capacidad de interpelación. “Las metamorfosis de la crítica en afirmación afectan también al contenido teórico: su verdad se volatiliza.” (Horkheimer & Adorno, 1998, pág. 52) Es la forma del discurso de la Presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, el discurso de la unidad en la diversidad, como un mensaje que distorsiona el sentido del Estado plurinacional al reducirlo a tener la dirección de la Asamblea y coincidir en la gobernabilidad deseada; aunque también enuncia el largo camino de los pueblos indígenas.

No es la primera vez, más bien es el mecanismo permanente; para lograr la hegemonía, el “consenso pasivo de la sociedad”, el poder incorpora las aspiraciones de los oprimidos que no afecten a las bases del modelo hegemónico. La diversidad se presenta como una realidad inmediata ante la disolución de los lazos sociales que lleva a buscar identidades más cercanas; y también penetra al sujeto escindido entre la identidad primaria de refugio, étnica, nacional, de género, de interés o afición, y el anonimato de un sistema que lo envuelve todo, una Mátrix, que penetra los puntos débiles individuales y sociales.

Hay una tensión entre universalidad abstracta y universalidad concreta (Zizek, 1998), la tensión entre la identidad particular étnica, de género o socioeconómica, y la pertenencia a una totalidad amplia, el Estado-nación, la globalización. El discurso de Lasso busca resolver la tensión en la presentación de la universalidad abstracta de la república democrática, en donde las diversidades étnicas, de género y sociales pueden sobrevivir en función del objetivo reencontrado de la paz y la gobernabilidad; pero en la concreción del programa vuelve a la diferencia primordial del proyecto triunfador, representado por un gabinete homogéneo. El discurso multiculturalista desde arriba, se mueve en dos tiempos: reconoce la existencia de las diversidades étnicas concretas, sin adherirse a ninguna en particular, se presenta como neutral y tolerante; y, al mismo tiempo, “mantiene esta posición como un privilegiado punto vacío de universalidad, desde el cual uno puede apreciar (y despreciar) adecuadamente las otras culturas particulares: el respeto multiculturalista por la especificidad del Otro es precisamente la forma de reafirmar la propia superioridad.” (Zizek, 1998) La tolerancia anunciada es para los que aceptan la invitación del encuentro y la gobernabilidad; va acompañada con las amenazas de la mano dura a los rebeldes e indisciplinados, para que no se repita el escenario de Colombia. Tolerancia con mano dura.

La respuesta multiculturalista desde abajo enuncia la diferencia racial para asegurar el aporte al envite del acuerdo a fin de garantizar la democracia y la gobernabilidad. Ubica su diferencia y su proyecto en la cadena de las otras diferencias y programas, para ganar legitimidad en sus demandas, pero la subsume en el discurso abstracto de la democracia y la paz. Aunque desde el interior también aparecen las voces radicales de la movilización y el paro antes de haber recorrido con la gente el camino de la desalienación; actúan desde la certeza inamovible del programa de clase de Lasso, sin tratar las variaciones que le han permitido el triunfo y un primer tramo de control hegemónico. Con ello, aportan a la justificación del discurso oficial de la mano dura, buscando la legitimación ante la traición de los otros dirigentes en una dicotomía final comunismo indígena o barbarie. También de este lado no hay sitio para las disidencias.

¿Cómo escapar a esta doble trampa y ubicar la ruta de una autonomía que enfrente al dominio y dispute el corazón y la mente de la gente? “La conclusión que se desprende de lo expuesto es que la problemática del multiculturalismo que se impone hoy -la coexistencia híbrida de mundos culturalmente diversos- es el modo en que se manifiesta la problemática opuesta: la presencia masiva del capitalismo como sistema mundial universal.” (Zizek, 1998)

LOS ACOMODOS DEL PODER

La hegemonía del poder actual evoca el oportunismo del COVID19 que ataca por el lado de la debilidad del organismo de la persona. La pandemia ha contaminado no sólo los cuerpos físicos individuales, sino también los cuerpos sociales. Y ante la inminencia de la disolución y la muerte, la palabra busca exorcizar el peligro, buscando nuevos refugios seguros, creando fantasmas que destruir, para asegurar un nuevo orden habitable. El discurso “es a la vez una técnica de poder y un procedimiento de saber. Se trata de organizar lo múltiple, de procurarse un instrumento para recorrerlo y dominarlo; se trata de imponerle un ‘orden’.» (Foucault, 1981, pág. 152)

El discurso local se articula a la ola de reorganización del discurso global del poder. La pandemia ha develado el punto de ruptura metabólica de la sociedad y la naturaleza; por lo cual el poder requiere mostrar algún orden en su radicalización. La concentración monopólica de la riqueza ha llegado al punto en que se produce una ruptura metabólica de la sociedad, ya no es posible la explotación del trabajo como base material de la reproducción del capital, sino que se produce la escisión entre el mundo incorporado y el mundo excedente.

En medio de la angustia y la muerte de los desechables, el gran capital ha logrado ganancias extraordinarias; el bien común expropiado para garantizar la acumulación es el bien natural ligado a la vida. Los signos se multiplican. La competición y las ganancias por el monopolio de las vacunas muestran el predominio de la bioeconomía. La mercantilización financiera del agua con la entrada de la Bolsa de valores, realizada en tiempos de pandemia, la despoja de su aura de bien vital, para convertirla en fuente de la nueva acumulación; no puede quedar fuera de la órbita del sistema. El auge de las corporaciones de renta tecnológica, encabezadas por las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft), y de los capitales financieros, en una espiral especulativa, muestra la forma de reorganización de la acumulación ligada al capitalismo rentista-financiero. La fase M-D del capital se ha escindido de la fase productiva DM, y se mueve sin límite ni control, porque es el propio sistema.

El poder hegemónico se mueve entre una forma panóptica, se oculta en un juego de desplazamiento –el ocultamiento o la opacidad de la información – y un juego de deslumbramiento y espectáculo – la sobreinformación- ; y una forma líquida, la disolución ética de la política, en discursos universalesabstractos, se presenta como propaganda, publicidad o marketing. Puede volver a expropiar los sentidos acumulados por las luchas desde abajo. El FMI puede proponer el Gran reseteo después de la pandemia; el Foro de Davos puede apropiarse de los discursos ambientalistas en las propuestas de la economía verde y las tecnologías limpias; el proyecto globalista puede absorber las identidades, los discursos del feminismo, las resistencias de los pueblos originarios y de las comunidades afro; el Banco Mundial puede plantear la Agenda 2030 guiada por los Objetivos del Milenio.

LA POSIBLE TERCERA VÍA.

Todavía en el cálculo de la micropolítica hay el posible: esperar para ver el comportamiento del nuevo gobierno; esperar para ver por dónde puede conducirse una autonomía aceptable. Pero el viraje global no deja espacio, marca el derrotero. Sólo es posible la distancia para el momento del estallido. “Al eliminar la oración subordinada, que relativiza la mutilación de la humanidad, la filosofía confiere al horror el carácter de absoluto que emerge del mismo… La ciencia echa mano de la estadística; al conocimiento le es suficiente un campo de concentración” (Horkheimer, Carta a P. Tillich, 1942). Esa es la naturaleza del problema, la introducción del tiempo político en un campo que está marcado por una definición superior. La salida del laberinto está en el salto en el tiempo a las cuestiones de fondo, la Gran Política, las decisiones ante los cambios profundos de la fase de decadencia del sistema mundo-capitalista.

No se trata de un salto al vacío. Los signos de decadencia se suceden, la desproporción entre la gravedad de la crisis que vive el país y la debilidad de las propuestas de salida en torno a las promesas del mercado libre y la democracia liberal, anuncian momentos de conflicto. Los signos de resistencia y alternativa están presentes, aunque no es posible un horizonte utópico seguro. Estamos antes de la transición. Por eso es posible saltar en cada punto de decisión, sin tregua. «Los puntos de resistencia están por todas partes dentro de la red del poder. Respecto del poder no existe, pues, el lugar del gran rechazo» (Foucault, Historia de la sexualidad, 1977, pág. 116).

En la decadencia de la Ilustración capitalista, la verdad y el bien no coinciden. El saber está atravesado por el poder. Los límites se licúan. Quizás la política alternativa es cuestión de voluntad y no sólo de razón. Un tiempo que nos cerca y nos invita a ver otras salidas, en una dialéctica incierta. ¿Cómo juntar desde el otro lado, desde abajo, el discurso del ser con la posibilidad de la liberación? No hay tercera vía, apenas su posibilidad, y está en riesgo.

LAS PREGUNTAS FUNDAMENTALES

Pero, entonces, nos vemos obligados a pasar de la política a la filosofía política. En los momentos finales, de decadencia del sistema-mundo capitalista, regresamos a la preguntas sobre el origen. La pandemia nos coloca ante las preguntas fundamentales sobre la vida y la muerte. Las respuestas de la política quedan atrapadas en la racionalidad instrumental, en los cálculos de un poder circular.

Desde la Abya Yala sentimos el envite para enfrentar la triple dominación capitalista-colonial-patriarcal. Regresa la cuestión sobre la dialéctica de la Ilustración, como el corazón de la modernidad occidental, su poder constructivo y destructivo, su doble rostro de progreso y catástrofe; encontrar una salida al asombro paralizante del Ángel de la historia ante la ruta del horror. Después de quinientos años de conquista y resistencia, regresa otra vez el encuentro civilizatorio de Occidente y Oriente, ya no en el esplendor primigenio de la modernidad, sino en la amenaza de la barbarie final para la humanidad y la naturaleza. Regresa la ruptura fundante del hombre y la mujer, el macho y la hembra, para recordarnos la fuerza de lo femenino y el cuidado, como fuente de vida.

Estas cuestiones confluyen en la relación originaria humanidad-naturaleza, el agotamiento de la salida de la modernidad capitalista, asentada en el “dominio sobre la naturaleza” y el “dominio sobre los humanos”. La tarea pasa por recoger la denuncia no de “la Ilustración, sino su perversión en razón instrumental, identificadora y cosificadora” (Sánchez, 1998), para proyectarla a la crítica de la razón cínica que se funda en una perversión más profunda, no sólo la ruptura entre la verdad y el bien, sino su retruécano en donde el saber se orienta al poder, al dominio total, a la “nuda vida”. Y entonces entramos en la cuestión decisiva, como señala Natalia Sierra, de la crítica del “sujeto” como el hilo conductor del pensamiento moderno, para afirmar el dominio sobre la naturaleza y sobre los humanos; a fin de abrir la puerta de otras formas de habitar el mundo, como comunidad, con la fuerza de lo femenino, fundidos al interior de la madre naturaleza y al interior de la naturaleza humana. Estamos ante una nueva fisura. La bifurcación de la historia de la humanidad está en el campo de la tecnología que expresa el enlace de la relación entre la humanidad y la naturaleza, eel modo de habitar el mundo. Desde una visión crítica tradicional en la relación ciencia-acumulación, la crítica se centraba en la acumulación, en la instrumentalización de la ciencia y la tecnología para la ganancia extraordinaria del gran capital, el carácter rentista del capital. En la relación saber-poder, la crítica se centraba en el poder dominante, la disciplina y el control. Hoy el problema parte del carácter de las tecnociencias y de los saberes, el origen está, como lo señalaba la Escuela de Frankfurt, en el punto de partida, la ilustración como dominio de la naturaleza y de la humanidad. (Horkheimer & Adorno, 1998).El problema regresa al campo de la verdad y no sólo de su instrumentalización.

La pandemia acelera los tiempos, empezando por su propio enunciado, el origen, y por su tratamiento, resumido en la vacuna como la tecnología de la relación con los virus, y el encierro como la tecnología de la relación con los humanos. El mundo se escinde entre los ciborgs, apropiados de la ampliación de los poderes individuales por la tecnociencias inteligentes, encerrados en sus fortines de seguridad y cercados por el miedo; y los habitantes de la nuda vida, en un mundo de supervivencia con algunos nodos de semillas antisistémicas.

Quizás las respuestas iniciales a estas cuestiones no tienen la concreción de las tácticas inmediatas, pero pueden abrir la puerta a una visión alternativa de la totalidad, a confirmar la fecundidad de las semillas antisistémicas que empiezan a surgir en diversas fisuras de la triple dominación capitalista-colonialpatriarcal. El reencuentro es posible por la puerta del reconocimiento del otro, del dolor y el poder de los excluidos, de las víctimas, “cuestionar el orden universal concreto en nombre de su síntoma, de la parte que, aunque inherente al orden universal existente, no tiene un «lugar adecuado» dentro de él (en nuestras sociedades, por ejemplo, los inmigrantes ilegales o los «sin techo”) (Zizek, 1998), los pueblos originarios, las mujeres, lo femenino, lxs trabajadorxs, lxs excluidxs, las víctimas del neoliberalismo.

 

Bibliografía

El Universo. (23 de Mayo de 2021). Guillermo Lasso anuncia concesión de refinerías, carreteras, telefónica y venta del banco estatal. El Universo. Obtenido de https://www.eluniverso.com/noticias/politica/guillermo-lasso-anuncia-concesion-refineriascarreteras-telefonica-venta-banco-estatal-nota/

Foucault, M. (1977). Historia de la sexualidad. México: Siglo XXI.

Foucault, M. (1979). El orden del discurso. Barcelona: Tusquets.

Foucault, M. (1981). Vigilar y catigar (Sesenta ed.). México: Siglo XXI.

Heidegger, M. (2000). Carta sobre el humanismo. Madrid: Alianza.

Horkheimer, M. (1942). Carta a P. Tillich.

Horkheimer, M., & Adorno, T. (1998). Dialéctica de la Ilustración. Fragmentos filosóficos (Tercera ed.). Madrid: Trotta.

Lasso, G. (24 de Mayo de 2021). Discurso de posesión. Obtenido de https://www.facebook.com/watch/live/?v=183801806973905&ref=watch_permalink

Rojas, C. (1984).M. Foucault: el discurso del poder y el poder del discurso. Revista Javeriana.

Sánchez, J. J. (1998). Introducción. Sentido y alcance de Dialéctica de la Ilustración. En M. Horkheimer, & T. Adorno, Dialéctica de la Ilustración (págs. 9-46). Madrid: Trotta.

Zizek, S. (1998). Multiculturalismo o la lógica cultural del capitalismo multinacional. En F. Jameson, & S. Zizek, Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo (págs. 137-138). Buenos Aires: Paidós. Obtenido de https://www.rodare.cf/cursos/iea/unidad-iii/multiculturalismocapitalismo-multinacional.pdf

Créditos de la imagen:
• EL DOBLE DISCURSO DEL PODER está licenciada como CC BY 4.0

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Fue director de la Escuela de Sociología de la Universidad Central del Ecuador. Ex dirigente de la Coordinadora de Movimientos Sociales. Su trabajo académico ha sido publicado dentro y fuera del país.

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