El grabado, técnica perteneciente al arte plástico, data de hace alrededor de 3000 años, siendo sus primeros maestros los sumerios, antiguo pueblo de la Mesopotamia, en el Medio Oriente, utilizándose en su proceso la piedra y la arcilla. Posteriormente, este arte también se difundió en China, al inventarse en estos territorios el papel, de igual manera, utilizándose una matriz de piedra.
En Europa el grabado es introducido hacia el siglo VI, con fines de uso textil, y sus primeras impresiones en papel datan del siglo XII. Pero los trabajos más reconocidos del público en general, son las obras de los maestros renacentistas, desde el siglo XV, por ejemplo, la obra en grabados del reconocido artista alemán Alberto Durero, entre otros.
Esta disciplina posee varias técnicas en sus distintos procesos de impresión, como para grabados en relieve: xilografía y linografía; para grabados en plano: litografía, serigrafía y monotipia; grabados en hueco: calcografía. También hay distintas categorías para la plasmación del grabado, según sus instrumentos de labrado, como: grabados al buril, punta seca y mezzotinta (procedimientos de método directo); aguafuerte, aguatinta (procedimientos de método indirecto), y otras técnicas indirectas, como: barniz blando, tinta china con azúcar y la esmaltografía.
Los materiales utilizados para las matrices del grabado pueden ser de madera, acero, cobre, zinc, etcétera.
Un día viernes, en compañía del artista plástico Víctor Jarrín, visité el Taller “La Rueda”, situado en el barrio La Victoria del cantón Rumiñahui, en Sangolquí. Ya en su estudio, entrevisté a la artista del grabado y directora del espacio artístico, Karina Suntaxi, quien nos platicó sobre las actividades y proyectos que lleva a cabo el Taller “La Rueda”.
El Taller “La Rueda” empezó a trabajar hace ocho años, al principio como el taller particular de Karina, con la necesidad de plasmar su producción personal en las técnicas del grabado. Pero desde hace aproximadamente cuatro años, el Taller “La Rueda” ha abierto sus puertas a los diferentes artistas dedicados a esta técnica, y también al público en general, interesado en conocer sobre la producción de estas obras.
Así se abrieron varios proyectos en “La Rueda”, que son sus Carpetas Gráficas. La primera de ellas fue “El límite es la muerte», conteniendo en sí la compilación de los trabajos de 13 artistas ecuatorianos, con el objetivo general de visibilizar, difundir y comercializar la técnica del grabado. Otro objetivo de las Carpetas Gráficas es archivar la memoria y el paso de los artistas plásticos del Ecuador.
Para la recopilación del trabajo de estos artistas del grabado, el Taller “La Rueda” ha planteado algunas temáticas, “bastante amplias y de tinte existencial”, como Karina Suntaxi continúa contándonos a continuación. En la segunda Carpeta del taller, titulada “El Tiempo”, Víctor Jarrín colaboró con el texto para la muestra, siendo un texto más apegado a los enfoques filosóficos de la abstracción de esta figura demandaba. Desde entonces, en “La Rueda” se han desarrollado cuatro Carpetas Gráficas más. Y las intenciones y objetivos de estos textos llaman a lo multidisciplinario, generando amplitud y complejidad a las propuestas que aquí se presentan, sin encerrarse en un solo punto de vista o perspectiva, dada la enorme dimensión expresiva del arte, en general, y de las técnicas del grabado, en particular.
Karina nos cuenta también que la expectativa de la gente, del público y los artistas frente a las dinámicas y contenidos de las obras propuestas en el espacio de creación, ha sido importante y bien recibida.
Además, el Taller “La Rueda” es un espacio de exposición permanente, siendo la última muestra “El Tiempo”, desmontada apenas una semana antes de esta visita. Sin embargo, el taller tiene una agenda completa para el año 2021, optando, principalmente, por el juego de la presencia, tanto de artistas emergentes como también de los que se han forjado ya una trayectoria.
“Queremos hacer esos juegos, porque son importantes. Que no solo la gente que ya tiene un nombre en este país sea la que siempre exponga, sino dar el chance también a la gente que está recién saliendo de las universidades, y que su camino es tan amplio. Entonces, un poco en eso nos hemos enfocado en el espacio”, es como lo explica Karina con sus propias palabras.
Próximamente, se realizará la Bienal “Ecuador Internacional”, concurso de miniprint (estampa de pequeño formato) en el que Ecuador es siempre anfitrión y que viene desarrollándose desde el año pasado, pero, para esta ocasión, se ha invitado a participar a México y Colombia. En su primera edición, el concurso contó con la presencia de 120 participantes, y para el próximo año los invitados serán España y Argentina, con el fin de hacer visible el trabajo de los artistas del grabado, al interior del país y en otras latitudes, no obstante, con la idea de internacionalizar lo que se ha estado realizando.
Los títulos de las 4 Carpetas Gráficas desarrolladas son las siguientes: El Límite es la Muerte (2020), El Tiempo (2021), Nido de Ratas (Ecuador, Colombia y México: 2021) y Al Borde (carpeta gráfica en desarrollo, 2022).
Para Víctor Jarrín, miembro y colaborador del Taller “La Rueda”, este espacio ofrece interés a la toma de decisiones con respecto a las formas de entender la gráfica, y entender el grabado como una manifestación ampliamente política, social y estética, y por estas razones también el Taller se esfuerza en realizar varias dinámicas con especial interés en las relaciones internacionales. Otro de sus grandes aportes es su triple dimensión de trabajo, en cuanto lugar de producción, exhibición y difusión gráfica, una simbiosis en que se puede ver la recepción, la mediación y comercialización de las obras de arte, en este caso del arte impreso.
Volviendo con la artista Karina Suntaxi, ella comenta que las perspectivas son amplias y diversas, pues, el interés, tanto del Taller como del contenido de las Carpetas Gráficas, es el rotar y convocar a la mayor cantidad de artistas posibles, enriqueciendo de esta manera el abanico de proyecciones estilísticas que los distintos artistas proponen, desde sus propios estilos y tendencias, con la finalidad de continuar el desarrollo y visualización, especialmente, de la técnica del grabado en el Ecuador y su intercambio con los grabadistas de Latinoamérica.
En el Taller “La Rueda” -lo que es importante destacar- también, de una Carpeta a otra, se ha tomado en cuenta el equilibrio de oportunidades, tanto de grabadistas mujeres como hombres, aspectos que en la contemporaneidad son tomados con mucho interés e importancia por los distintos movimientos de organización política, en todos los ámbitos y espacios del desarrollo social.
En cuanto a lo que se busca en la Carpeta Gráfica “Al Borde”, este juego se asienta en la metáfora a la que llama el concepto o la misma concepción de la figura escogida, por las posibilidades a las que su carga abstracta o semántica invita, ya sean los límites o transgredir los mismos. Desde la perspectiva de Víctor Jarrín, esta figura conlleva a los territorios, aquella territorialidad afectada por la movilidad de los cuerpos, que ocupan las ciudades, ya a la colonización, ya sea a sus contrarios. Y toda aquella gama de posibilidades y discursos que el arte, en toda su generosidad acoge y vuelve realidad, de lo que antes no existía.
Como siempre, queda mucho de qué hablar. La tarde del Valle de Los Chillos anunciaba destellos del retrasado verano mediante un atardecer enrojecido, llenando de nostalgia a este visitante que se preferiría quedar. Pero los proyectos continúan, y seguiremos por esta columna dando noticias de lo que con el Taller “La Rueda” siga sucediendo en su generosa contribución al desarrollo del arte del grabado, nacional e internacional.
Imágenes: miniprints de Karina Suntaxi.
Es importante la relación socio cultural y artística acerca de los espacios de producción, mediación, y difusion en este caso del arte del grabado y las obras gráficas. Excelente