Gastón Alvear
El jueves 23 de septiembre el presidente de la República de Ecuador Guillermo Lasso presento sus propuestas de reformas laborales llamada “Creando Oportunidades” con base a la creación de un régimen empleos alternativos y voluntarios, algunas reformas como: la flexibilidad laboral enfocada al teletrabajo, contratos alternativos, relación entre empleado y empleador, entre otras. Todo esto con el propósito de generar nuevos empleos pero ¿Qué tipo de empleos se desean generar? ¿Cuál será la calidad de esos empleos? ¿Las oportunidades creadas serán para el empleador o el empleado?
Para nadie debería ser un misterio que un gobierno de derecha haga las propuestas de reformas laborales y con mayor seguridad sabiendo que tiene un grado de apoyo en la Asamblea. Como chileno, las reformas económicas y laborales son temas constantes desde el regreso a la democracia desde la década de los noventa, el presidente Sebastián Piñera en mayo del 2019 firmó un proyecto de ley para flexibilizar la jornada laboral y permitir turnos de 4 días por semana en acuerdo entre el trabajador y el empleador pero desde la Central Unida de Trabajadores (CUT) criticaron el proyecto del ejecutivo, argumentando existiría una sobreexplotación a los trabajadores, ya que no se toca un problema orgánico laboral en Chile que son los bajos salarios. Pero la CUT busco coordinarse con los congresistas de oposición con el fin de entregar modificaciones y alternativas hacia lo propuesto por el ejecutivo.
Ya con lo visto, podemos entender que la derecha concibe las desigualdades sociales como naturales o como un producto legítimo de las operaciones de mercado[1], siendo una base fundamental para los partidos y políticos de derecha, abusando del concepto de desarrollo y crecimiento para justificar sus proyectos laborales. Por eso, a los partidos de oposición o cercanos a los gobiernos recordar que el derecho al trabajo es un derecho humano pero no significa que el derecho es solo trabajar sin condiciones o apoyo por parte del Estado.
Desde el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC) de 1966, en sus Artículos: 6, 7 y 8 exponen de forma resumida:
- Toda persona tiene el derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido o aceptado.
- Se reconoce el derecho a que toda persona goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren: un salario equitativo y condiciones de existencias dignas.
- El derecho a toda persona a fundar sindicatos y poder afiliarse al de su elección.
Dentro de las dos propuestas de reforma laboral ¿podemos ver algún tinte del derecho al trabajo? O ¿solo podemos apreciar concepciones del trabajo neoliberal? Cuando ya vemos que se vienen proyectos que pueden afectar las condiciones laborales de nuestras naciones es deber de los partidos, organizaciones no gubernamentales, sindicatos y la sociedad civil poder hablar y discutir las reformas para entregar las diversas visiones y propuestas al ejecutivo. Cuando tenemos trabajos informales o con baja protección en leyes, sigue siendo un problema para la lucha contra las desigualdades que afectan a nuestra región.
Las reformas económicas o laborales pueden ser llevadas a cabo, se puede tener la idea de legislar, pero temas de esa índole debe ser construida por todos los estamentos sociales, donde sea equitativo tanto para el empleador como por el empleado, que sea justo y equitativo teniendo como base el derecho al trabajo.
[1] Luna, Juan Pablo , and Cristóbal Rovira Kaltwasser. The Resilience of the Latin American Right. Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2014.
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