[Colombia] ¿Quién le teme a Petro y a Francia Márquez?

Colombia este domingo tiene la oportunidad histórica de reconstruir al país desde la perspectiva de un intelectual político como pocos se han visto en el transcurso de la reciente historia o como dice un verso en las calles de La Candelaria en Bogotá: “de ese Macondo donde los problemas son eternos”.

Creo que desde Gaitán y pasando por Galán, quizás Pizarro, no había conocido a un candidato que tuviera tal nivel de oratoria, de pensamiento, de confrontación política con argumentos. Es increíble como en los debates con los otros candidatos, Petro no tenía contendor. Y el Ingeniero Rodolfo, en segunda vuelta, claramente lo ha evitado.

Ahora, si hablamos de plan de gobierno, pues, que decir de un candidato que habla con vehemencia de la necesidad de las energías limpias, de un cambio para que el campo sea sinónimo de prosperidad con responsabilidad social, de una seguridad medida en vidas humanas y no como estamos acostumbrados, en muertes; que decir de un candidato que habla de educación gratuita para todos y todas, de la salud como un derecho fundamental y de una vejez digna, entre otras propuestas que son motivantes e inspiradoras para pensar que si podemos vivir sabroso en un país con mejores condiciones y garantías.

Que Petro fue guerrillero, que es amigo del gobierno de Venezuela, que fue un pésimo alcalde, que es de izquierda radical, que nos va a expropiar, que nos va a llevar a la ruina total, son argumentos que no son válidos en contra posición de sus propuestas de gobierno y menos cuando vienen de ese fastidioso y corrosivo lado de la política que desmerita en vez de debatir, que divide en vez de construir, que opone desde las formas convenientes del juego sucio y no hace oposición desde la trasparencia y con argumentos sólidos.

¿A quiénes les conviene y porque le temen a Petro? Pues a los que han llevado durante años al país, al lugar donde estamos, que tienen los modos ya bien estudiados para generar confusión, miedo, rechazo y odio en la gente del común. Mientras, por otro lado, generan riquezas para unos pocos.

La política debería ser menos torcida y más educativa, no deberían existir los ismos, sino más bien una tendencia a leer a los buenos políticos que quieren realmente hacer las cosas bien como servidores públicos que son, y luego de ser elegidos en un voto de confianza por quienes les creen.

Colombia es un país con una pobre educación política, que al lenguaje chabacán de un personaje como Rodolfo Hernández salimos a votar en masa porque nos parece divertido o directo, mientras que Petro aburre por su retahíla de palabrerío a lo pensador intelectual que ya nadie desea leer o escuchar.

Quienes tienen dudas de por quién votar, deberían hacer el ejercicio durante un día de no ver noticias, no leer las redes y a cambio encerrarse a analizar los discursos de uno y otro a lo largo de sus historias, seguramente se darían cuenta que a Petro no hay que temerle sino más bien, darle la oportunidad de plantar su propuesta y acompañarla con todo lo que eso significa, incluyendo oposición o regulación o medición, para que esa idea de país que él propone de verdad se cumpla.

Por otro lado, tenemos a Francia Márquez, digna representante de esa Colombia olvidada, Francia como vicepresidenta, seguramente será la voz de los invisibles, de las minorías, de los que siempre gritan, pero no son escuchados, Francia tiene la inteligencia, el carácter y la firmeza para convertirse en la vicepresidenta más importante de Colombia desde que fue creado ese cargo, porque Francia sabe bien y tiene en claro para donde va.

Es increíble como a través de esa forma sucia de hacer política, a Francia le han dado palo por ser negra o venir de orígenes humildes y Francia Márquez, que lleva esas razones con orgullo, tiene un curriculum de honores: abogada, premiada con un nobel ambiental, especialista en escrituras creativas, sensible a las artes, líder social destacada, entre otros palmares no menos relevantes.

Su plan de gobierno viene con la idea de una paridad para gobernar a Colombia con mayores cargos para las mujeres, Francia propone proyectos de vivienda digna para mujeres en la pobreza, apoyos a las mujeres cabeza de familia, fortalecer los derechos de la niñez y como ya lo mencioné, darles voz y lugar a las poblaciones vulnerables.

Entonces, si Francia viene con las mejores intenciones, la pregunta es ¿Quién le teme a Francia Márquez? La respuesta no es tan difícil de encontrar.

Sería una lástima que Colombia, una vez más, cometa un error histórico, como paso cuando se recomendó votar por la paz y gano él NO a la paz, o como cuando Duque quedo presidente, sería muy triste perder la posibilidad de comenzar a construir un mejor país desde la óptica de dos políticos que se ensamblan bien y tienen desde su inteligencia, experiencia y sensibilidad social, la forma para trazar el inicio de un camino largo, pero que se debe recorrer para que veamos otra Colombia, esa Colombia que nos ha sido esquiva, que se desangra, que se quiebra.

En estas elecciones, démosle una oportunidad al país, y sumémonos con fortaleza y no con miedo a ese cambio por la vida del que tanto hablan Petro y Francia Márquez.

Fernando Prieto

 

 

 

 

Acerca de Fernando Prieto Valencia 10 Articles
Director de teatro, escritor y dramaturgo, andariego.

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