Por Inty Gronneberg
Para poder reflexionar sobre esta pregunta, intentemos posicionarnos en el escenario en el cual el presidente de la república tenga cierto grado de razón y que quizás la información que el maneja tenga un alto grado de verdad.
Asumamos que existen grupos que financian las marchas del paro nacional de junio aun cuando no existen pruebas de ello a la fecha. Un escenario grave, sin embargo, y aún si este fuese el caso, la inmensa mayoría de miles de personas que han salido a las calles a nivel nacional no son terroristas, sino gente de escasos recursos. Son seres humanos que han sufrido a lo largo de su historia y mucho más que todos nosotros durante la pandemia. Tuvieron y tienen hambre y no solamente que han sido estigmatizados ampliamente por el Gobierno, otros ciudadanos y varios medios durante las protestas, también han sido golpeados física y psicológicamente.
El terror no queda ahí: en palabras de Joice Soto, socorrista por la paz durante la sesión de la Asamblea Nacional, existen hasta niños con perdigones, golpeados y con miedo a la autoridad. No existe justificación para semejante terror. Como si fuese poco, hemos visto con dolor como madres se han arrodillado a suplicar que se pare la masacre, porque su voz solo busca dar a conocer una consigna que la han venido pidiendo por años y no ha sido atendida por quienes se supone los representan.
Incluso si el presidente Lasso hubiese tenido razón, esto simplemente no hubiese pasado si ustedes hubiesen sido una fuerza unida en el mayor espacio de la democracia, que es la Asamblea Nacional, la cual en teoría es en mayoría de izquierda. ¿Cuál es su rol luego de ganar en las urnas? ¿Que han hecho para representar la voz de la gente que los elije y que hoy es reprimida?
La historia les puede condenar porque este problema se pudo resolver de mejor forma. Las marchas debieron y pudieron ser prevenidas y en el peor de los casos, desactivadas antes. Tuvieron meses para hacerlo, exigiendo al Gobierno que se siente a hablar con los líderes indígenas. Ustedes pudieron proteger al pueblo que representan, puesto que para eso fueron elegidos.
Pero ese no es el caso. Tuvimos que vivir una verdadera guerra interna entre hermanos ecuatorianos en donde no se respetó ni a niños, ni a mujeres, ni a adultos mayores, que no ha terminado y que aún doce días después de que inició no existe un acuerdo. En las siguientes semanas se irá debatiendo en nuestra sociedad las atrocidades que se dieron en contra del pueblo para reprimir las protestas.
Nada nos garantiza que la situación del país mejore para los más necesitados luego del paro, porque si la visión del ejecutivo de primar al capital por sobre las personas continua, sus representados serán los más afectados. Decidieron ponerse de lado de la represión y a una visión contraria a sus máximas. No existe ni justicia social ni libertad para los más pobres, porque están siendo reprimidos y quizás lo sigan siendo, con su venia.
En el parlamento solo vieron sus propios intereses y no de quienes representan. Ustedes, asambleístas, no representan la voz de la gente que los puso en el lugar que hoy están. Si hicieran su trabajo, miles de personas no estarían fuera de sus hogares doce días durmiendo en el suelo, pasando hambre y frío y sobretodo luchando con sus propias manos por mejorar en algo sus condiciones.
Quieren izquierda? Cuba les queda cerca, ahí no reprimen las manifestaciones en contra del gobierno….