Ernesto Flores es un joven profesional de la psicología, catedrático universitario, con una maestría en Estudios Culturales por la Universidad Andina y cursa un doctorado en la Universidad del Rosario de Argentina. Es autor de siete libros y de varios artículos académicos. En 2021 recibió el premio Enrique Garcés, por su trabajo llamado “Psicología popular de la esquizofrenia” y el premio Joaquín Gallegos Lara, por su cuento ‘Las Guarichas’.
Hoy Ernesto está privado de su libertad, su único delito ha sido recuperar la memoria histórica de su familia y porque no, del país.
Él, al igual que las siete personas detenidas en el operativo del pasado 19 de mayo, son parte de un colectivo cultural denominado “Movimiento Guevarista” que desde el gobierno del expresidente Lenin Moreno, en el que la exministra de Gobierno, Alexandra Vela, acusó a esta agrupación de ser las promotoras de las movilizaciones de octubre de 2019. Hoy el señor Mario Pazmiño ve en ese movimiento y en Ernesto la personificación del demonio de la guerrilla.
Es importante recordar a las autoridades y a los lectores que en el caso del asesinato de los padres de Ernesto, este fue declarado como crimen de lesa humanidad, con responsabilidad del Estado ecuatoriano, por considerarlas víctimas del gobierno de León Febres Cordero.
El Movimiento Guevarista al cual pertenece Ernesto, su único crimen ha sido organizar, escuelas populares, obras de teatro, bibliotecas para personas de escasos recursos en los sectores populares del Ecuador.
Usted lector/a debe hacerse las preguntas más relevantes que bordean este caso. ¿Cómo el sistema de justicia hace uso indiscriminado de la presión preventiva, cuando se trata de personas consideradas disidentes políticos? ¿Por qué esa agilidad de la policía no se ve reflejada en las capturas a los grandes capos de la droga, en el combate al crimen organizado o en la lucha contra la delincuencia?
¿Es un crimen acaso pensar diferente ene este país?
Cuál es el código deontológico que tienen los grandes medios de comunicación, que la única fuente de información que utilizan para este caso vienen de instancias oficiales. ¿Existe una especie de prohibición que impida el acercamiento de periodistas a los abogados y familiares?
En este mega operativo, no hay armas, granadas o drogas, se sentencia sin pruebas y con la única intencionalidad de dejar claro en el imaginario colectivo, que ser de izquierda, simpatizar con la lucha por la liberación de los pueblos, históricamente oprimidos, es un crimen. Sin mencionar que el accionar de Ernesto y todo el conglomerado del Movimiento Guevarista, ha sido transparente, visible y en muchas ocasiones mediáticas.
El mundo entero debe saber que, en Ecuador, una sentencia a prisión, es una condena a muerte, que se está estigmatizando a las organizaciones sociales.
Asistimos a un nuevo capítulo de persecución política que ha venido viviendo el Ecuador desde el “regreso a la democracia” y en el cual mi familia ha sido revictimizada por un Estado desmemoriado y una prensa parcializada que no se ha tomado la mínima molestia de pedir el criterio de contraste a sus familiares.
Be the first to comment