Exposición de pintura “Nómada”
Hoy, jueves 21 de julio, se presenta, en Phoenix bar restaurante de la ciudad de Riobamba, en el centro del Ecuador, la exposición de pintura y dibujos “Nómada”, que estará abierta hasta el viernes 22 de julio.
Los artistas reunidos en “Nómada” y sus respectivas técnicas son:
Sherson Mantilla, Riobamba 1995: técnica de dibujo en ilustración y cómic; Víctor Jarrín, Quito 1976: técnica de dibujo con estilográfica; Edwin Anilema Troya, Riobamba 1976 : técnica de óleo sobre lienzo (arte figurativo y naturalista); David Cabezas, Riobamba 1992: técnicas de dibujo, tinta y alto relieve; Martín Parrales, Portoviejo 1984: técnica de óleo sobre lienzo, y Alejandro Pozo, Tulcán 1982: técnica de acrílico y óleo sobre madera.
Con esta propuesta, aparentemente corta en la duración de su primera muestra, sin embargo, el propósito de la misma, según su organizador el artista Alejandro Pozo, es generar un gran colectivo a nivel nacional con artistas de todo el país y muestras itinerantes. Lo que permitiría la difusión, compra y venta de estas obras y el reconocimiento de sus respectivos creadores, lo que también propiciará nuevas dinámicas para el sector artístico después de la larga parálisis económica producida en tiempos de pandemia.
El olvido generalizado al sector de las artes, no es solamente una constante en los sujetos carentes de aparente relación con esta práctica sin la que las civilizaciones no podrían ser, sino que asalta más que eventualmente a autoridades que suponen adalides y campeones de la defensa de las normas del patrimonio y del arte, como en el caso del mural de “Los Jubilados”, reproducción de una obra del artista Luigi Stornaiolo por parte de la iniciativa de la artista colombiana-estadounidense, Marcela Slade… desaparición de una obra patrimonial llevada a cabo por pedido de un grupo de madrecitas (religiosas) dueñas de la pared.
Esperemos que los futuros días para las artes sean o logren llegar a ser venturosos no solamente para el artista que tiene la suerte de volverse una moda, como requerimiento de un mercado cada vez más mediocre e insensible con las necesidades de belleza y subsistencia. Esperemos que el arte y sus discursos, sean cada vez más considerados con la población en general, que busca en el arte belleza, originalidad y sencillez, en contraste con aquellos horripilantes aguachirles repletos de nombres raros y mal pronunciados y terminologías pretenciosas, que, al contrario de invitar y acoger, repele a un público ajeno a cofradías y pseudo élites de los iniciados del mal gusto.
El propósito de aquella invitación a interesarse o ser parte de las artes, su función y las necesidades del artista, se basará en el respeto y consideración que la población común tenga con aquello. La lógica de la cofradía contemporánea siempre será mezquina y pensará en la satisfacción de sus partículas. El arte verdadero deberá congregar a las mayorías desde sus contenidos generosos, desde el acceso a estos mediante el uso de un lenguaje suficiente y atractivo para su conocimiento y sensibilización de los, hasta ahora, relegados de sus encantadores sentidos y técnicas materiales.
Por quienes se aproximan al arte, y que, en un ritual universal, se reconocen mejores en aquel contacto con la sensibilidad, desde las técnicas y estéticas de vanguardias audaces, hasta la sublime sencillez que busca belleza, transformando el corazón común del ideal humano.
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