[Opinión] Cómo feriarse 3.300 millones de dólares

¿Cuánto cuesta una cumbre comercial regional? Aproximadamente 3.300 millones de dólares. A esa suma acaba de renunciar el gobierno de Guillermo Lasso para no importunar a su homólogo chino.

En efecto, no cabe ninguna otra explicación para entender la decisión de los asambleístas del oficialismo de abstenerse frente al informe del presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional a propósito del gigantesco negociado en la construcción de la hidroeléctrica Coca-Codo-Sinclair. Esta obra involucra, entre otros actores, a una emblemática empresa china.

No hay que ser muy suspicaces para desentrañar las presiones que seguramente existen frente a la sugerencia de rechazar la obra y exigir compensaciones económicas, tal como consta en el informe de la comisión. Se han detectado daños irreparables. Para el gigante asiático, hacerse cargo de una papa caliente, plagada de irregularidades técnicas y éticas, no resulta nada agradable. De por medio están en juego no solo sus intereses financieros, sino su imagen imperial.

La justificación salta a la vista: entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre de 2022 se realizará en Guayaquil, con la presencia del presidente Xi Jinping, la XV Cumbre Comercial China-América Latina y El Caribe. Vienen autoridades de prácticamente todos los Estados de la región. Es muy probable que, aprovechado el evento, se suscriba un Tratado de Libre Comercio entre el Ecuador y China. Pero llegar a la cumbre con semejante demanda de por medio resulta inaceptable para los chinos.

Adelantándose a un eventual traspié, el presidente Lasso probablemente advirtió a sus legisladores de las consecuencias de aprobar el informe. Poco importa que, para conseguirlo, les haya sacado las castañas del fuego a correístas y morenistas, principales implicados en lo que hoy se considerada el mayor atraco a los fondos públicos de nuestra historia. Los intereses empresariales que están en juego en las relaciones comerciales con China bien valen eso… y más. Por ejemplo, reactivar la alianza de febrero del año pasado con el Partido Socialcristiano y UNES, sus aparentes archienemigos. A fin de cuentas, todos van tras los mismos negocios.

También es probable que el gobierno chino haya transmitido al gobierno ecuatoriano un mensaje muy sutil respecto del conflicto. En diplomacia, es suficiente un leve gesto para que la contraparte entienda.

Bien dicen que no hay aprendizaje más rápido que el de los malos ejemplos. Cuando en el gobierno de Alfredo Palacio se estaba negociando un TLC con Estados Unidos, saltó la demanda contra la empresa petrolera Occidental. Los gringos, indignados porque a una de sus empresas emblemáticas se le estaba aplicando la ley, objetaron las negociaciones.

Hoy, el gobierno ecuatoriano se está curando en salud: archiva una exigencia multimillonaria para evitar que algo similar ocurra con China, por culpa de una hidroeléctrica mal diseñada, mal planificada, mal ejecutada y, por si fuera poco, atravesada por un monumental sobreprecio.

Someterse a las imposiciones de los más grandes parece ser el ejemplo de nuestras élites criollas. Que ello afecte nuestros legítimos derechos como país y nuestro patrimonio termina siendo secundario.

 

Octubre 5, 2022

 

Acerca de Juan Cuvi 180 Articles
Miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Exdirigente de Alfaro Vive Carajo, Parte de la Red Ecudor Decide Mejor Sin TLC.

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