Xi y Biden sitúan a Taiwán en el foco: «Es la primera línea roja» que EEUU no debe cruzar

Los dos mandatarios se han reunido por primera vez en un encuentro que ha durado unas tres horas y en medio de un aumento de las tensiones por Taiwán y la guerra en Ucrania

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, dieron por terminada este lunes su primera reunión como jefes de Estado tras unas tres horas de conversaciones. Un encuentro de alta tensión que se produjo en la isla indonesia de Bali un día antes de que empiece la cumbre del G20 y en que Biden reafirmó el statu quo de Taiwán y expresó su rechazo a las acciones «coercitivas y cada vez más agresivas» de Pekín hacia la isla. China, por su parte, advirtió a Estados Unidos que Taiwán es «la primera línea roja que no se debe cruzar».

La cita bilateral se produjo en un momento de tensión agravada por las diferencias entre Washington y Pekín por la guerra de Ucrania o, más recientemente, por la crisis del estrecho de Taiwán y las restricciones impuestas por Washington a la exportación de equipos de producción de semiconductores a China. La Casa Blanca dio a conocer en un comunicado algunos de los detalles del contenido de la reunión y aseguró que, otros temas, los líderes hablaron de la guerra en Ucrania y Corea del Norte, según la Casa Blanca, que aseguró que Biden trató con Xi el tema de los derechos humanos en China. También coincidieron en rechazar el uso de armas nucleares rusas en Ucrania. «Nunca debería librarse» una guerra nuclear, ha subrayado la Casa Blanca en un comunicado.

En su comparecencia después de la reunión, Biden afirmó que tanto él como su homólogo chino «reafirmaron la creencia compartida de que la amenaza o el uso de armas nucleares es totalmente inaceptable». Además, respondió a la pregunta de un reportero sobre los posibles escenarios en Taiwán. «Creo absolutamente que no es necesario que se inicie una nueva Guerra Fría». El presidente agregó que no cree que haya un intento inminente de China de invadir Taiwán. Al respecto, Estados Unidos se ha posicionado en contra de «cualquier cambio unilateral en el statu quo por cualquiera de las partes, y el mundo tiene interés en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».

El presidente estadounidense también «presentó objeciones de Estados Unidos a las acciones coercitivas y cada vez más agresivas de la República Popular China hacia Taiwán, que socavan la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y en la región en general, y ponen en peligro la prosperidad mundial», dijo Biden, según la Casa Blanca.

China emitió en un comunicado su versión sobre estas conversaciones. Además de advertir a Biden que Taiwán es una línea roja, Jinping aseguró que espera que EEUU haga «honor a su promesa» de no apoyar una eventual independencia de la isla. «Taiwán forma parte de los intereses centrales de China y son la base de las relaciones políticas entre China y Estados Unidos. Esta es la primera línea roja que no se debe cruzar. Cualquiera que busque separar a Taiwán de China estará violando los intereses fundamentales de China y el pueblo chino jamás lo permitirá. Esperamos ver paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán, pero la paz y la ‘independencia’ de Taiwán son irreconciliables», dijo.

A diferencia del relato de la Casa Blanca, el relato de Pekín no menciona que Xi y Biden se pusieran de acuerdo sobre la amenaza de Rusia de usar armas nucleares en la guerra de Ucrania. Según un comunicado de China, el presidente declaró estar muy preocupado por la situación, pero también señaló que se trata de «un tema complicado que no tiene una solución simple» y que «debe evitarse la confrontación entre las principales potencias».

Primera cita entre Xi y Biden

Ambos líderes se estrecharon este lunes la mano por primera vez de cara al encuentro, se saludaron y expresaron su deseo de mantener las conversaciones, según informaciones de la cadena de televisión CNN. «Me he comprometido a mantener abiertas las líneas de comunicación entre nosotros personalmente porque nuestros países tienen una oportunidad de abordar muchas cuestiones», afirmó Biden en declaraciones previas al inicio del encuentro.

«Como líderes de estos dos países, tenemos la responsabilidad de demostrar que China y Estados Unidos pueden gestionar sus diferencias, prevenir que la competitividad se torne en un conflicto y hallar formas de trabajar conjuntamente en materias globales que requieren nuestra cooperación», aseveró antes de que comenzara la reunión.

No obstante, la Administración Biden ha aclarado que, al menos en principio, las partes no realizarán declaraciones conjuntas y ha incidido en no realizar«concesiones en materias fundamentales».

El Ministerio de Exteriores del gigante asiático ha señalado que Pekín busca «alcanzar una forma de coexistencia aceptable para las partes mientras defiende su propia soberanía, seguridad e intereses», según ha recogido el diario South China Morning Post.

El encuentro se produce tres meses después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, realizara una polémica visita a Taiwán, un asunto que ha avivado la polémica y ha fomentado maniobras militares por parte de China en la zona.

Está previsto que Biden y Xi aborden, entre otras cuestiones, sus respectivas relaciones con Rusia, también miembro del G20, en plena invasión de Ucrania, que comenzó hace ya nueve meses.

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