#Opinión / Pasar de agache la privatización del IESS

 

La decisión del gobierno nacional de conformar una comisión técnica para elaborar una propuesta de reforma al sistema de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) adolece de una contradicción insalvable: ¿cómo encargar a un equipo de prominentes adalides del libre mercado que no desarrollen un modelo privatizador de la seguridad social? Porque en el documento de referencia se hace una alusión expresa a la prohibición constitucional de privatizar el IESS, alusión innecesaria por su obviedad (sería como insistir en la prohibición de la pena de muerte en una eventual reforma al COIP).

Esta sutileza no es secundaria. En el fondo, lo que el régimen pretende es desvirtuar de antemano sus verdaderas intenciones. Entre los miembros de la comisión constan personajes que, públicamente y desde hace muchos años, han abogado en contra del modelo de seguridad social basado en la contribución colectiva y en la solidaridad de las prestaciones. Es decir, se inclinan por un modelo basado en la individualización de las cuentas. Esto significa que el sistema de pensiones termina provocando unas diferencias abismales entre quienes tienen más ingresos y quienes a duras penas logran aportar la cuota de afiliación mínima. ¿Ejemplos?: en Chile existen pensionistas que ni siquiera pueden cubrir sus necesidades alimentarias con la retribución que reciben.

El debate no es nuevo. Ya en el gobierno de Sixto Durán-Ballén se intentó pasar vía consulta popular una reforma similar. A partir de entonces, la ofensiva empresarial en favor de un modelo privado de seguridad social no ha cesado. Y el principal argumento se reactiva cada vez que se habla de la ineficiencia, la corrupción o la eventual quiebra del IESS. Obviamente, jamás se dice nada de la abultada morosidad patronal, ni de los grandes negociados que involucran a empresas privadas (como en la construcción de infraestructura hospitalaria o en la adquisición de medicamentos, equipos e insumos).

Al gobierno de Lasso se le puede aplicar el viejo dicho de que, aunque la mona de se vista de seda, mona queda. En efecto, no es necesaria tanta retórica para saber hacia donde apunta la comisión. Al margen de las argumentaciones que adornan su conformación, será la visión ideológica de sus integrantes la que defina el resultado final de su trabajo. No se le puede pedir a un ayatola que comulgue en misa.

En síntesis, el régimen querrá vender una estrategia de privatización progresiva e imperceptible de la seguridad social bajo el maquillaje de la reforma del IESS. Pasar de agache. Para ello emplea términos atractivos, como sostenibilidad, solidaridad, eficiencia, universalidad o equidad social que, no obstante, pueden ser fácilmente trucados desde lógicas tecnocráticas. La usurpación y tergiversación de los discursos es una moda impuesta desde los grandes intereses corporativos, tal como ocurre con las agendas ambientales o feministas. No será complicado hacerlo con el derecho a la protección social.

 

Enero 11, 2023

Acerca de Juan Cuvi 180 Articles
Miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Exdirigente de Alfaro Vive Carajo, Parte de la Red Ecudor Decide Mejor Sin TLC.

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