El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro planea prolongar su estancia en Estados Unidos mientras avanzan las investigaciones contra quienes participaron en los ataques a las sedes de los tres poderes el 8 de enero, y en medio de reclamos para que sea extraditado y responda ante las autoridades por su papel en lo ocurrido.
Un grupo de empresarios de Sao Paulo que simpatiza con el expresidente se ha reunido en los últimos días para costear su estancia en Estados Unidos, a donde viajó el pasado 30 de diciembre, evitando así estar en Brasil durante la acto de toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La cuestión central es financiera, según aliados de Bolsonaro consultados por ‘Folha de Sao Paulo’, por ello se plantea la posibilidad de organizar una serie de conferencias –a 10.000 dólares cada una– con empresarios estadounidenses, una de las cuales el expresidente se habría comprometido a impartir.
Existe una fuerte opacidad acerca de cómo se está pagando la estancia en Estados Unidos de Bolsonaro, quien se encuentra hospedado en la casa que el luchador de artes marciales mixtas José Aldo tiene en Orlando, en el estado de Florida.
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