En la última década, la industria petrolera en Ecuador se ha convertido en un escenario de corrupción y sobornos que involucra a altos funcionarios gubernamentales y empresas internacionales. El informe «Diagnóstico de la Comercialización Internacional de Hidrocarburos» revela cifras astronómicas: $143.569 millones en contratos de venta y compra de crudo. Sin embargo, este informe, elaborado en 2021, nunca vio la luz, posiblemente por presiones de Hernán Luque Lecaro, prófugo de la justicia.
El análisis destaca la intermediación petrolera y cómo los contratos con empresas asiáticas se convirtieron en un caldo de cultivo para el soborno. Petroecuador, utilizado como instrumento del gobierno, permitió prácticas corruptas que violan la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA). La paradoja radica en que esto ocurrió bajo la Revolución Ciudadana, que prometía eliminar intermediarios.
La revelación más impactante proviene de Nilsen Arias, exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador, quien, tras años de silencio, declaró en un juicio en EEUU. Arias detalló cómo se generó una estructura de sobornos que involucra a empresas estatales y privadas, altos funcionarios y contratos millonarios.
El juicio también menciona a Enrique Cadena Marín, el «zar de la intermediación petrolera». Su participación en esquemas de sobornos y la utilización de empresas fachada complican aún más el entramado corrupto. Arias confirma que este sistema persistió al menos hasta 2021.
El informe destaca la pérdida de ingresos para Ecuador debido a la venta de crudo a precios descontados y revela cómo ciertos contratos afectaron a Petroecuador. La falta de rendición de cuentas por parte del Gobierno de Guillermo Lasso ante este desangre petrolero es cuestionada, así como el desafío pendiente de revisar los contratos de transporte en Flopec.
En resumen, el desgarrador relato de Nilsen Arias, sumado a las revelaciones del informe oculto, pone al descubierto una década de corrupción y sobornos en la industria petrolera ecuatoriana, generando un llamado de atención para restaurar la transparencia y la integridad en el manejo de los recursos naturales del país.
Fuente:
El destape de Nilsen Arias en EEUU y un informe oculto en Ecuador, dos caras del desangre petrolero
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