De los 137 asambleístas que conforman la Asamblea Nacional, al menos el 50% buscarán la reelección o se postularán para otros cargos en las elecciones de febrero de 2025. Esto significa que muchos de ellos deberán renunciar a sus cargos o pedir licencias, lo que complicará la gestión legislativa en los próximos meses. Un ejemplo de esta situación fue la semana del 12 al 16 de agosto de 2024, cuando las sesiones en la Asamblea se realizaron mayormente de manera virtual debido a que varios legisladores estuvieron ocupados con las elecciones internas de sus partidos.
El presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, quien será parte del binomio presidencial del Partido Social Cristiano, renunciará a su cargo antes del 2 de octubre. La primera vicepresidenta, Viviana Veloz, asumirá temporalmente la presidencia, pero también se ausentará por la campaña electoral, dejando la dirección en manos de Eckenner Recalde. Esta situación podría dejar a la Asamblea acéfala durante un periodo crítico.
Expertos advierten que, si no se elige a un nuevo vicepresidente que no participe en las elecciones, la Asamblea podría enfrentar serios desafíos operativos. Además, la eventual salida de Kronfle podría tener consecuencias políticas más amplias, especialmente si el conflicto entre la vicepresidenta Verónica Abad y el presidente Daniel Noboa se agrava, lo que podría llevar a que Viviana Veloz asuma la presidencia del país.
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