Las demandas solicitaban, exactamente: “declarar la responsabilidad civil extracontractual de Ernst & Young Servicios Corporativos S.L.” y “condenar a Ernst & Young Servicios Corporativos S.L., a indemnizar en concepto de daños y perjuicio…

Antecedentes.

2010

Ernst & Young fue, desde el año 2001 hasta el 2008, el auditor interno de Lehman Brothers, cuando el banco de inversión de esta empresa presentó su quiebra. Es decir que se trataron de siete años de transacciones contables fraudulentas que Ernst & Young aprobó como auditor.

Para el año 2010, Andrew Coumo, el entonces Fiscal del Estado de Nueva York, demandó a Ernst & Young por la devolución de 150 millones de dólares, que fue lo que dicha empresa cobró por honorarios al mismo tiempo que cubría la quiebra de Lehman Brothers.

«Esta práctica era un modelo de negocio estilo castillo de naipes diseñado para ocultar miles de millones en pasivos en los años previos al colapso de Lehman», dijo Cuomo, entonces Fiscal de New York, en una declaración.

El Mundo, de España, acotaba al respecto de la quiebra de Lehman Brothers, sobre la práctica Repo 105, utilizada por Ernst & Young: “Ese instrumento contable permite de forma temporal presentar «activos problemáticos» como activos normales, para ocultar a inversores, entidades reguladoras y agencias de calificación la verdadera situación económica y de liquidez de la entidad financiera.”

2014-2017

Una nueva aparición determinante para una sospechosa reputación de Ernst & Young, se encuentra en el fraude de Gowex, en España, proceso que involucró a aproximadamente 5000 afectados, de los que la firma Arriaga Asociados defendía a 200 inversores perjudicados, entre demandas civiles y penales, en 2017.

Las demandas solicitaban, exactamente: “declarar la responsabilidad civil extracontractual de Ernst & Young Servicios Corporativos S.L.” y “condenar a Ernst & Young Servicios Corporativos S.L., a indemnizar en concepto de daños y perjuicios a XXXXX en cuantía de XXXXXX euros, correspondiente al valor de la inversión que realizó en su día en XXXX acciones de Gowex, y de la que sigue siendo titular, sus gastos de corretaje y comisiones, más los intereses legales que se han devengado la citada cantidad desde su adquisición y/o suscripción e incrementados en dos puntos desde que se dicte sentencia condenatoria”. (Fuente: OKDiario, 14 de febrero de 2017).

En las últimas horas, en la red social Linkedin el usuario Andrés Arias G., Senior Manager de Transaction Advisory Services (TAS), notablemente entusiasmado, informaba acerca de la pronta participación de la cuestionada auditora internacional Ernst & Young como adjudicada para el proceso de privatización de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones – CNT EP.

El medio de comunicación El Comercio, de Quito, se expresa de la empresa de esta manera: “EY, con matriz en Reino Unido, es un líder global en auditoría, finanzas, asesoría de negocios, transacciones, fusiones y adquisiciones. La firma fue elegida tras un proceso de licitación pública.” Evidentemente que este medio nacional lo hará ignorando la información anteriormente anunciada, lo que nos hemos tomado el tiempo de investigar.

Las otras empresas que participaron fueron BNP Paribas (Francia), Lazard (EE.UU.) y Deloitte (EE.UU.).
(Fuente: El Comercio, 18 de diciembre de 2019).

El objetivo de la contratación es identificar “una estructura jurídica y financiera que “priorice la gestión temporal de los activos de la CNT EP”, por medio de un operador privado. El proceso se desarrollará en dos etapas. En la primera fase se encargará del análisis y valoración de la empresa y recomendará el modelo de negocio o asociación aplicable para garantizar su sostenibilidad y crecimiento.”

Además de la búsqueda de un socio económico y administrativo provo, Ernst & Young (EY) tiene bajo su responsabilidad valorar propuestas técnicas, económicas y legales del operador temporal, teniendo 180 días contables para este efecto, y después de escogido este, 180 días más.

El Universo de Guayaquil, nos dice que el proceso es parte de los planes del Gobierno para la monetización de activos. Este año, según la proforma presupuestaria podrían generarse unos $ 2000 millones en procesos de concesión de los activos. El Gobierno ha nombrado entre los posibles activos a concesionarse a CNT y Sopladora. El Banco del Pacífico se vendería. Tampoco expone los antecedentes de la empresa contratada.

“Según CNT, el proceso busca mejorar los indicadores de gestión de la empresa, asegurar la operación en el mediano y largo plazo y darle acceso a los recursos que necesita para realizar inversiones que le permitan mantenerse en el negocio. Uno de los retos para la administración privada de CNT es que la empresa no cuenta con balances auditados desde hace años ni con información financiera que cumpla estándares internacionales”. (Fuente: Primicias).

Más recientemente, en 16 de enero de 2018, la página digital de 24ora.com, de Brasil, presentaba a Ernst & Young con este encabezado, que por su común raíz latina, se presenta en su original:

“ENDY CROES A GANA CASO DEN CORTE SUPERIOR CONTRA ERNST & YOUNG”.

Lo que significa: ENDY CROES GANA CASO EN CORTE SUPERIOR CONTRA ERNST & YOUNG.

Ojalá el Estado ecuatoriano no sea una víctima más de esta empresa.