China ya cuenta 132 muertos y hay casi 6.000 casos de contagio
La cifra representa un crecimiento de más de un 60% respecto a las cifras del lunes. Además, en Alemania, 4 personas que trabajan en una misma empresa fueron los primeros casos confirmados del país. Estados Unidos rechazó suspender los vuelos a China, pero, igual que otros países y empresas, no recomienda a sus ciudadanos viajar a esa nación.
El coronavirus continúa con su camino y este martes 28 de enero aumentaron todas las cifras.
Ya hay 132 muertes —26 más que el lunes— en China; mientras que el número total de infectados alcanzó los 5.974 casos, repartidos en todo el mundo. Los contagios experimentaron un aumento del 60% respecto a los casos anunciados el lunes, que alcanzaban la cifra de 2.835. El número de sospechosos roza los 7.000, mientras que se mantiene en observación a casi 45.000 personas
En concreto, 25 nuevos decesos tuvieron lugar en la provincia de Hubei, donde se originó el brote de coronavirus y es el lugar que lidera el registro de fallecidos, con 125 casos en total.
Mientras tanto en Europa, aumentó el número de casos confirmados en un segundo país del viejo continente. Alemania registró otros 3 casos, elevando su cifra a 4. Se trata de personas que trabajan en una misma empresa, después que uno de ellos hubiese acudido a un curso impartido por una mujer china en la empresa Webasto de Baviera.
Las conexiones aéreas con China, en peligro
Mientras tanto, países como Estados Unidos y Japón evacuaron a personal diplomático y ciudadanos de sus países atrapados en la ciudad de Wuhan, el epicentro de la enfermedad. Australia, Francia, India y Marruecos, entre otros, también están haciendo preparativos para repatriar a sus ciudadanos de la provincia de Hubei.
Al margen de las evacuaciones, desde la Casa Blanca informaron que se están reuniendo cada día para tratar el tema del coronavirus y que podrían suspender sus vuelos a China, a pesar de estar monitoreando a los pasajeros de todos los vuelos.
Hay compañías como United Airlines que ya han cancelado algunos viajes a China después de una caída en la demanda y tras la recomendación de las multinacionales a sus empleados para que no viajen. Pero no solo las empresas, Estados Unidos, Reino Unido y Corea del Sur aconsejaron evitar viajar a China. Hong Kong, por su parte restringirá la entrada de gente de otras partes de China, desde el jueves.
En China, los autobuses y trenes están prácticamente paralizados en el país ante el miedo a una mayor expansión del virus. Las escuelas están cerradas hasta nuevo aviso; mientras que el Gobierno alargó las vacaciones hasta el 2 de febrero para evitar nuevos contagios.
El virus llega a todo el mundo, con personas contagiadas que no han pisado China
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, se reunió en Pekin con el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, para coordinar una respuesta a la epidemia. Según el ministerio chino, Tedros expresó confianza «en la capacidad de China para prevenir y controlar la epidemia» y alertó de que «no hay que reaccionar de manera exagerada».
De momento, este martes creció el número de contagiados que nunca habían pisado China. Vietnam fue el primero el viernes, mientras que el martes han sido personas de Alemania y Japón.
China, Tailandia, Hong Kong, Taiwán, Japón, Macao, Singapur, Australia, Estados Unidos, Francia, Alemania, Malasia, Corea del Sur, Canadá, Vietnam, Camboya, Nepal y Sri Lanka son los países que han confirmado contagios.
Un virus un 85% similar al SARS que en 2003 mató casi 800 personas
La Comisión de Sanidad informó el martes que la cepa de coronavirus 2019-nCov tiene un 85% de similitud con la del 2003: el SARS, que mató prácticamente a 800 personas en todo el mundo. El periodo de incubación medio va de los tres a los siete días, siendo 14 el máximo de días. El virus se puede propagar por el aire, pero también por el tacto.
El nuevo coronavirus (2019-nCoV), originado en China, ha llegado a otros 10 países y hasta el momento se han confirmado más de 2.000 casos.
Sigue estos consejos de la @opsoms para los viajeros internacionales: https://t.co/2mmkpMiMIS pic.twitter.com/8OLznsOA5o
— Naciones Unidas (@ONU_es) January 28, 2020
Los síntomas tanto del SARS de 2003, como del 2019-nCoV, son similares: trastornos respiratorios que evolucionan y pueden llevar a una neumonía y, ocasionalmente, a la muerte. Sin embargo, parece que el 2019-nCoV es menos fatal que su «primo».
De momento, con los casos registrados, los expertos calculan que la tasa de mortalidad se sitúa en torno al 3-4% entre los contagiados. Es una cifra bastante inferior a la del SARS, que llegó a alcanzar el 10%.
Por su parte, los expertos médicos prefieren hacer un llamado a la calma. Así, el profesor de Medicina de la Universidad de Hong Kong, Gabriel Leung, subrayó: «Tenemos que estar preparados para que no se convierta en una epidemia global. Esto no es una certeza, pero hay una probabilidad ‘no despreciable’ de que esto pueda suceder, y por lo tanto debemos prepararnos mejor para ello».
¿Cómo ha aparecido este virus?
Los coronavirus reciben su nombre debido a los picos que sobresalen de sus membranas, y que, vistos al microscopio, se asemejan a la corona del sol.
El 8 de enero, The New York Times empezó a hablar de una misteriosa enfermedad que afectó a 59 personas en la ciudad china de Wuhan. Los casos estaban vinculados a trabajadores de un mercado donde además de mariscos, se vendían todo tipo de animales domésticos y salvajes, tanto vivos como muertos. Muchos de ellos de manera ilegal.
Así, se cree que el virus saltó de un animal a un ser humano. Esta sería la tercera vez en la que un virus de este tipo se ha transmitido de una especie animal a una humana. Tras esta mutación, los coronavirus se contagian como cualquier virus de resfriado, a través de la tos y los estornudos.
Como respuesta, científicos chinos tratan de desarrollar una vacuna. La agencia estatal Xinhua informó que un hospital universitario de Shanghái aprobó un proyecto para desarrollarla. Se espera que las primeras muestras se fabriquen en 40 días.
Además, los esfuerzos chinos se multiplican, como demuestra la construcción en Wuhan (y en tiempo récord) de dos hospitales que aumentarán la oferta de camas a una capacidad de 6.000. En Beijing se volverá a poner en funcionamiento el hospital Xiaotangshan, que en 2003 se construyó a contrarreloj para tratar a los enfermos de SARS.
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