[Opinión] Elegimos la alegría

Compartimos con la mayoría del pueblo ecuatoriano su desconfianza en las instituciones que han cobijado el autoritarismo y el neoliberalismo, abierto o solapado, de los últimos años. Compartimos el desencanto de todas y todos frente a unos partidos políticos y una clase política que han lucrado del sufrimiento de las mayorías durante la pandemia y han pretendido profundizar el despojo y el atraco al que nos tienen acostumbrados. Compartimos la indignación multitudinaria ante la claudicación vergonzosa del gobierno en la última rendición incondicional frente a los acreedores internacionales y el Fondo Monetario Internacional. Compartimos la irritación profunda ante un modelo económico, político y cultural que alienta las desigualdades, criminaliza a las mujeres, discrimina a los pueblos y nacionalidades, y destruye sin misericordia la naturaleza.

Por eso, no elegimos un político para descartar otros. Todo lo contrario. Nos elegimos a nosotros mismos, los excluidos y las excluidas de la fiesta indecente de los poderosos. Nos elegimos en desobediencia cívica frente a la injusticia, en rebeldía contra la imposición, de pie ante la adversidad. Nos elegimos entre los que construimos la soberanía alimentaria en medio del confinamiento; entre los que exigimos salud pública, gratuita, comunitaria y universal ante los negocios descarados de los delincuentes de medicamentos; nos elegimos entre los que defendimos y defenderemos los ríos, bosques, tierras y páramos de la destrucción organizada para alimentar la codicia; nos elegimos porque somos pueblos organizado que no entrega cheques en blanco a nadie.

Votar en las siguientes elecciones no es delegar a ningún caudillo la responsabilidad indelegable que tenemos con la patria y nuestros semejantes. Por eso elegimos apoyar a quien claramente simboliza esa entrega colectiva. Su mandato es obedecer al pueblo organizado, a las masas rebeldes de Octubre, a los pueblos diversos que hacen la verdadera riqueza del país, a las mujeres que desmontan los cimientos del machismo, a todas y todos los jóvenes que inventan un mundo nuevo. Por eso no apoyamos un candidato, sino que exigimos al candidato apoyar el camino que escogimos, caminando. Yaku Pérez Guartambel es el candidato a la presidencia de la república por Pachakutik, el movimiento indígena ecuatoriano y todos los sectores populares que vibraron y protagonizaron el Octubre plebeyo del año pasado. Apoyar decididamente su candidatura así como las listas para asambleístas y parlamentarios andinos no es solo honrar su trayectoria en defensa del agua, la vida y la Pachamama, sino apostar por la organización popular, por la movilización social y por la autonomía comunitaria.
Elegimos la alegría.

Montecristi Vive
Comuna
Movimiento Revolucionario de los Trabajadores
Comisión de Vivencia, Fe y Política.

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Buscamos deconstruir discursos para incidir sobre la realidad.

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