La brecha social en la China tecnológica: ‘La inteligencia artificial no es, de hecho, artificial y ni siquiera inteligente’

La esencia del capitalismo digital con características chinas depende de la supresión del activismo laboral, se ha apoyado a través de políticas estatales e invierte fuertemente en inteligencia artificial, dice el investigador.

Por Patricia Fachin 

Traducción: Decio Machado 

La investigación del profesor de la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad China de Hong Kong, Jack Qiu, se centra en el estudio del capitalismo digital en China y sus efectos en la vida de los sujetos emergentes de la sociedad red – altamente conectados -, quienes vivimos «en medio de la brecha digital», como ocurre en otros países del Sur global. «Se trata de trabajadores migrantes, miembros de minorías étnicas, residentes rurales, que ahora están en fábricas, industrias o empresas de inteligencia artificial», resumió en su conferencia titulada «Inteligencia artificial y capitalismo digital en la China pre y postpandémica». Covid -19 «, impartido en el XIX Simposio Internacional IHU Homo Digitalis. La escalada de la algoritmización de la vida en tiempos de pandemia, impulsada por el Instituto Humanitas Unisinos – IHU.

En la conferencia, Qiu analizó la situación de la clase trabajadora digital en el país frente a la clase burocrática, formada por miembros del Partido Comunista y también por «magnates de internet». Si bien «los más ricos de China pertenecen al sector de las tecnologías de la información y la comunicación – TIC» y «el capitalismo digital es la parte más avanzada y poderosa de la formación de capital nacional en el país», algunos trabajadores son vigilados en su viaje de 10 a 12 horas para entrenar algoritmos y han visto recortados sus salarios en los últimos años. Una parte de la clase trabajadora, dice, recibe actualmente un promedio de lo que sería el equivalente a «130 dólares al mes”.

Según él, si bien el desarrollo tecnológico chino es sorprendente y está presente en varios sectores de la economía, el país ha enfrentado una crisis en el sistema de salud no solo porque hay una falta de inversión pública en este área y los trabajadores tienen cada vez más dificultades para pagar los servicios de salud, sino porque hay un déficit de confianza en la población debido al aumento de la represión y vigilancia estatal. «A lo largo de los años, entre 2005 y 2009, si miramos la inversión en salud pública en China, veremos que ha disminuido. Un indicador de esto es, por ejemplo, los recursos humanos. Por cada 10,000 ciudadanos en China, hay solo 1,5 médicos para mantener la seguridad en la salud pública, para prevenir enfermedades transmisibles. (…) Cada vez más los chinos deben pagar por tener una adecuada atención médica. No solo está disminuyendo el número de médicos en salud pública, sino que los chinos deben pagar cada vez más por la asistencia de la salud, condición que se está volviendo cada vez más difícil para el trabajador chino promedio. (…) Últimamente, vemos un enorme déficit en términos de confianza. En China, el trabajador promedio no confía en los médicos, en los hospitales privados y ni siquiera en hospitales públicos ”, nos indica Qiu.

Y Qiu prosigue indicando que el resultado del capitalismo digital con características chinas es una «ecología social altamente problemática», que se hizo aún más evidente cuando la Covid-19 golpeó el país a fines de 2019. «Lo que hemos visto, y sé que algunos colegas no estarán de acuerdo, es que en el primer caso de Covid-19 reportado en diciembre de 2019 en mi ciudad natal, Wuhan -crecí en Wuhan y todavía tengo amigos y familiares allí-, hubo un gran fracaso (…), a pesar de todas las notas conmemorativas sobre el capitalismo digital chino, de cuánto dinero se ganó, cuántos magnates surgieron con el capitalismo digital chino… Ha habido una falla en las funciones básicas del gobierno, para garantizar la salud y prevenir crisis en el sector de la salud pública, como en el caso de Covid-19. No aprendieron del SARS al final de la crisis ”, reiteró.

A continuación, publicamos la conferencia de Jack Qiu en su totalidad, en forma de entrevista.

Jack Linchuan Qiu es profesor en la Escuela de Periodismo y Comunicación de la Universidad China de Hong Kong, donde se desempeña como director del C-Center (Centro de Investigación en Medios de Comunicación y Comunicación Comparada de China). Sus publicaciones incluyen Goodbye iSlave (U of Illinois Press, 2016), World Factory in the Information Era (Guangxi Normal University Press, 2013), New Media Events Research (Renmin U Press, 2011), Working-Class Network Society (MIT Press, 2009), Mobile Communication and Society (coautor, MIT Press, 2006), algunos de los cuales han sido traducidos al alemán, francés, español, portugués y coreano. También trabaja con ONG de base y brinda servicios de consultoría a organizaciones internacionales.

¿En qué consiste su investigación sobre el capitalismo digital y la inteligencia artificial antes y después de la pandemia Covid-19?

Mi exposición trata sobre el capitalismo digital y la inteligencia artificial antes y después de la pandemia de la Covid-19. Haré una introducción teórica y global: la primera parte es más teórica, y la segunda parte habla del capitalismo digital chino antes de la pandemia, es decir, hasta diciembre de 2019. Estas ideas son parte de mi trabajo original, otras son lecturas que hago del trabajo de otros compañeros. Luego, hablaré sobre el capitalismo digital chino durante la pandemia y, al final, lo presentaré en el período pospandémico. Las últimas partes están menos desarrolladas porque todavía están en progreso y debido también a mis propias limitaciones. Recientemente me mudé con mi familia de Hong Kong a Singapur y no he tenido tiempo suficiente para terminar esta investigación de forma adecuada.

Así que aquí están mis observaciones y mis pensamientos sobre lo que puede estar sucediendo en la pospandemia. La pandemia todavía ocurre en gran parte del mundo, aunque en China continental, donde crecí, algunos consideran que la pandemia ha terminado.

Brecha digital

El marco teórico [de mi enfoque] proviene de mi trabajo anterior. Crecí en China, luego fui a la escuela de posgrado en California y luego durante 16 años enseñé y trabajé en Hong Kong. Pero la mayor parte de mi atención se centra en China continental y me baso en el libro que publiqué en 2009 por MIT Press, titulado Working-Class Network Society: Communication Technology and the Information Have-Less in Urban China.

Básicamente, la idea de “information have-less“, presente en el título, dice que en China, así como en el Sur global, tenemos personas en la zona media entre los ricos en información y los pobres en información, en el medio de la brecha digital. En el contexto chino, y quizás en el contexto brasileño y en el de otros países también, se trata de trabajadores migrantes, miembros de minorías étnicas, residentes rurales, que ahora están en fábricas, industrias o empresas de inteligencia artificial… de esto es de lo que voy a hablar. Necesitamos entender a estas personas como parte de una sociedad en red emergente. Esta frase es del sociólogo Manuel Castells, quien escribió la trilogía The Rise of the Network Society entre 1996 y 1998. Dice que una sociedad red consiste en estados en red, por ejemplo, la Unión Europea, y empresas en red, por ejemplo, corporaciones transnacionales, es decir, el capitalismo.

Cuando escribí el libro en 2009, básicamente dije que, además de los estados en red y las empresas en red, puede haber, y ya existe, un tercer pilar emergente de la sociedad de redes en China y también en todo el mundo, que se llama trabajo en red. Por lo tanto, el grupo medio de los que tienen menos información [“information have-less”] constituye una clase trabajadora digital en sí misma. Son personas que tienen trabajos de clase trabajadora, tienen teléfonos celulares de bajo costo y usan cibercafés para conectarse en línea. Forman una clase en sí mismos.

Trabajo en red

El trabajo en redes es una etapa superior. Utilizando una idea marxista, el trabajo en red son las personas de la clase trabajadora que tienen conciencia de clase y que tienen una organización social y política separada de los estados en red y las empresas en red. Al mismo tiempo, tienen una identidad distintiva. Se ven a sí mismos como una categoría separada, social, cultural y políticamente. Por tanto, el trabajo en red es una clase trabajadora digital en sí misma y con conciencia política, es la clase de aquellos que disponen de menos información y son un estadio inicial, el movimiento del networking.

El capitalismo digital en China y los magnates de Internet

El contexto chino también es diferente, porque el país todavía se autoproclama, en la Constitución de la República Popular China, como un país socialista. Pero en mi análisis, y creo que la mayoría de la gente fuera de China estará de acuerdo, China no es socialista y tampoco tiene un gobierno de la clase trabajadora. La clase trabajadora, incluso en el papel, debería ser la clase dominante… pero China está gobernada por una clase burocrática. Es más un estado autoritario que un socialismo real, según las definiciones internacionales del término.

De hecho, la idea de que los burócratas eran una clase diferente vino del presidente Mao [Tsé-Tung]. Por lo tanto, la naturaleza estatista de la República Popular China también trabajó en estrecha colaboración con el capital internacional. Así que China es un estado-capital-nación, y muchos de estos capitalistas están dentro de China.

Hoy China tiene muchos magnates de Internet, por ejemplo. Si buscamos al hombre más rico de China desde 2003, veremos que es un magnate de Internet. Desde 2003, los más ricos de China pertenecen al sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El capitalismo digital es la parte más avanzada y poderosa de la formación de capital nacional dentro de China. Solo una minoría de los más ricos de China no gana dinero en el campo de las TIC. Pero todos tienen alguna participación, por pequeña que sea, en el área de la tecnología de la información. El negocio menos importante también tiene relaciones con Internet.

También es igualmente importante entender que la formación de capital chino depende del mundo exterior. Inicialmente, el país dependía del capital estadounidense o, en menor medida, del capital japonés. Pero en los últimos años, especialmente con el auge de la inteligencia artificial, hay más explícitamente un capital doméstico.

Por lo tanto, para comprender la formación de la sociedad en red de la clase trabajadora y también el auge de las redes en China, debemos considerar el tema en su relación con los estados y que esta relación puede ser positiva, con los estados fomentando un cierto tipo de formación de clase entre los que tienen menos información. Pero en los últimos años, especialmente en la era de la inteligencia artificial, el estado chino ha sido más represivo, tema sobre el que hablaré más adelante. Los roles que juega el gobierno, para reprimir y apoyar, así como el capital, son factores cruciales para la formación de la clase trabajadora entre los que tienen menos información.

Y finalmente, mi debate teórico sobre la sociedad en red de la clase trabajadora habla de la idea de innovación que surge a partir de las amenazas existenciales. Aquí vemos que los procesos de redes difieren de la empresa en red o del estado en red. Tanto los gobiernos como las autoridades y las corporaciones tienen mucha innovación porque tienen mucho dinero y poder. Pero en el caso de la formación del trabajo en redes, la innovación ocurre porque las personas enfrentan amenazas existenciales. Por eso dije antes que la represión estatal contra la formación de la clase trabajadora puede ser una interrelación negativa entre el estado y la fuerza laboral. Pero al final, puede generar más innovación porque también crea amenazas existenciales a la innovación revolucionaria entre aquellos que tienen menos información para la formación de redes. Esto tomó la forma no solo de una lucha económica innovadora, sino de formaciones sociales, culturales, políticas y tecnológicas.

¿Puede dar un ejemplo de esto que está comentando?

Uno de mis ejemplos favoritos es de 2009. Yo lo llamo la primera guerra cibernética, hecha por los fabricantes de zapatos en la provincia de Fujian. Sucedió cuando el fabricante, llamado 360 Degrees, se convertiría en una empresa que cotiza en bolsa en la Bolsa de Nueva York. Justo antes de la oferta pública inicial, la fábrica de zapatos fue degradada. Esta desvalorización es común para mostrar una mayor rentabilidad a los inversores. Pero este proceso de degradación/desvalorización provocó una huelga a gran escala en la empresa.

El fabricante de zapatos trabajó con el gobierno local, en una típica alianza entre el estado y la capital para reprimir el paro. Hubo una sangrienta represión contra los trabajadores que intentaron proteger sus derechos frente a la oferta pública inicial. El gobierno intentó censurar las imágenes sangrientas de la represión relacionada con la huelga. Lo que sucedió a continuación fue que los trabajadores actuaron junto con los piratas informáticos. Recuerde que 2009 fue el año de la crisis financiera mundial. Probablemente algunos programadores, miembros de la clase trabajadora, perdieron sus trabajos y simpatizaron con los trabajadores del calzado. Así que se centraron en optimizar los motores de búsqueda … Cada vez que un inversor buscaba en Google la nueva oferta pública inicial de China, 360 Degrees, encontraba imágenes de la sangrienta represión y no materiales o documentos publicitarios.

En mi opinión, en 2009 vimos una alianza entre trabajadores del sector manufacturero -tradicionalmente obreros- y piratas informáticos -personas que saben cómo jugar con los algoritmos de Google-. Trabajaron juntos y tomaron por sorpresa a los capitalistas. Por eso la llamo la primera guerra cibernética.

 

Guerra cibernética y amenazas existenciales

Este es un ejemplo típico de amenazas existenciales creadas por el desarrollo capitalista, en este caso, la oferta pública inicial en la Bolsa de Valores de Nueva York, con la ayuda de un estado local autoritario. Pero estas amenazas existenciales contribuyeron positivamente a la formación de la solidaridad entre la clase trabajadora tradicional y la clase trabajadora informacional, en una formación de capital digital. En el contexto chino, por lo tanto, no hay nada nuevo en las formas innovadoras de resistir al capitalismo digital, incluido el uso de inteligencia artificial, a través de algoritmos, como se registra desde 2009, según mi investigación. Todo esto es parte de los movimientos históricos más amplios hacia una sociedad de clase trabajadora en red, fortaleciendo el tercer pilar del trabajo en red.

Norte global frente al sur global

En un contexto más reciente hablo de China como un país estatista, un estado autoritario y de la clase burocrática como la fuerza dominante. Y hay una gran diferencia entre el Norte global posindustrial y el resto del Sur global. Creo que India y partes de Brasil son similares a China, donde todavía se están industrializando. Pero hay otra parte del Sur global que todavía es agraria, en una etapa preindustrial. Las regiones urbanas de China se están industrializando rápidamente, incluido el desarrollo del capitalismo digital en el país. China está en proceso de utilizar la fabricación inteligente. Estas cosas difieren de otras partes del Sur global, pero también del Norte global postindustrial, que otorga una importancia particular a los procesos de fabricación y de mano de obra intensiva de la clase trabajadora.

En China, este proceso de industrialización es la consecuencia de un estado desarrollista. Básicamente, aquí tenemos el formato del estado-capital-nación japonés, que ahora se replica en China a mayor escala. Este proceso lidera algunos de los desarrollos de vanguardia en el capitalismo digital, incluida la inteligencia artificial.

Tecnología 5G y economía gig

Entonces, en China tenemos a Huawei, una de las grandes empresas de tecnología que tiene una de las cámaras para smartphones más potentes, con inteligencia artificial integrada. Huawei también afirma ser el líder en tecnología 5G, una de las razones por las que [Mike] Pompeo y EE. UU apuntaron contra China debido a la capacidad 5G de Huawei.

China fue el primer país, a nivel nacional, en suscribir la economía gig, especialmente los servicios de transporte remunerado alternativos al taxi convencional (ride-hailing). Aquí básicamente hablamos de la plataforma Uber y su equivalente en China, la empresa DiDi. Esto sucedió en 2006. China fue el primer país en respaldar los servicios de viajes pagados bajo el capitalismo de plataforma corporativa para el transporte urbano.

Otra cosa importante a mencionar es la biomedicina, ya que estamos en una época de pandemia. En gran medida, la biomedicina china se basa en la formación de capital nacional, pero también se basa en fusiones internacionales, especialmente en el caso de la secuenciación de ADN, que es esencial para los procedimientos médicos para la identificación del coronavirus, por ejemplo, y para las pruebas -incluso en desarrollo – de la vacuna. China tiene la empresa de secuenciación de ADN más grande del mundo, por ejemplo. Este es el registro de los desarrollos en el capitalismo digital liderados por el estado chino y que da como resultado algunas de las empresas de capitalismo digital más influyentes que jamás hayamos visto.

Trabajo intensivo

Otro punto importante que ya mencioné es que el desarrollo del trabajo intensivo sigue siendo central en todo el capitalismo digital chino, no solo en la línea de ensamblaje sino también en la minería de datos, e incluso en la secuenciación del ADN. La compañía afirma utilizar la automatización: patrones de combinación asistidos por computadora. De hecho, esta secuencia requiere mucha participación humana.

Entonces, a diferencia de Silicon Valley o las corporaciones multinacionales con sede en el Norte global, en China vemos un amplio espectro de trabajo intensivo y capital intensivo. Estos son dos enfoques diferentes, pero en el contexto chino, no importa si se trata de Huawei, la economía gig o la biomedicina. Aquí hay muchas superposiciones. Una empresa puede ser intensiva en capital y mano de obra. Por lo tanto, mientras que en el Norte global prácticamente no hay superposiciones y la diferencia entre ellos es como el día y la noche, en el contexto chino, el uso intensivo de capital y el uso intensivo de mano de obra son a menudo lo mismo.

Kai-Fu Lee, uno de los grandes capitalistas aventureros pero también partidario de la inteligencia artificial china, escribió un libro llamado AI Superpowers, comparando el sector de inteligencia artificial de China con el de Estados Unidos. Llamó a las empresas chinas pesos pesados. Esencialmente, quiso decir … trabajo intensivo.

Como cuando DiDi -el equivalente chino de Uber- se hizo popular, contrató a miles de personas para distribuir materiales promocionales, folletos, a los taxistas y a los que esperaban en las filas para tomar el taxi. Fue un trabajo muy intensivo, distribuyendo materiales promocionales a taxistas y pasajeros al mismo tiempo. Esto es lo que Kai-Fu Lee llama el enfoque de peso pesado, en referencia a la inteligencia artificial. Yo lo llamo trabajo intensivo. Kai-Fu Lee sostiene que esto es una ventaja para el modelo chino de inteligencia artificial, porque el enfoque de peso pesado, yo lo llamaría un enfoque de inteligencia artificial que requiere mucha mano de obra, genera más datos. De eso es sobre lo que escribió. Por cierto, el autor es un científico de datos, un ex director ejecutivo de Google China antes de que la empresa decidiera abandonar China continental.

¿Cómo entiende el capitalismo digital actual en China?

Existe un término llamado «neoliberalismo con características chinas», acuñado por el académico chino Wang Hui, pero David Harvey lo tomó prestado y lo popularizó en los países de habla inglesa. Entonces, lo tomo prestado de David Harvey y Wang Hui para hablar sobre el «capitalismo digital con características chinas». Es un juego de palabras con el lema del Partido Comunista de China, que dice que es un «socialismo con características chinas». Por tanto, todo puede tener características chinas, incluido el capitalismo digital.

 

Capitalismo digital con características chinas – supresión del activismo laboral

Si pudiera resumirlo, diría que la esencia del capitalismo digital con características chinas tiene tres puntos.

El primero es que este capitalismo digital depende de la supresión del activismo laboral, especialmente de la independencia de las ONG En mi libro de 2009, menciono varias ONG laborales independientes. Pero, si quieres saber más, puedes leer mi otro libro titulado Goodbye iSlave: A Manifesto for Digital Abolition, de la editorial de la Universidad de Illinois, en 2016. En Goodbye iSlave hablo más sobre el activismo en el campo del trabajo dentro de China continental, pero también en Hong Kong y Taiwán, y estas organizaciones trabajan junto con una red global de activistas y sindicatos, por ejemplo.

Sin embargo, lo que vemos desde 2015 es una represión creciente. Antes de 2015, aunque al gobierno chino nunca le agradaron los activistas laborales independientes, no solían arrestarlos. Son organizaciones de la sociedad civil. Algunas de estas ONG también son feministas, otras trabajan en el campo ambiental o con minorías étnicas. Pero ahora todos están sujetos a detención, a veces por períodos prolongados, trato inhumano, que la propia ONU y los defensores de derechos humanos condenarían debido al encarcelamiento de activistas laborales dentro de China.

Al mismo tiempo, Beijing ha institucionalizado regulaciones más draconianas contra la conexión transfronteriza entre activistas de Hong Kong y activistas de China continental, o entre activistas continentales y extranjeros. Aquí, por lo tanto, tenemos otro cuello de botella importante que obstaculiza el activismo laboral dentro de China, además de las amenazas existenciales para los activistas laborales, que son esenciales para la formación de trabajo en redes.

Esta situación ha dificultado la vida de estas personas, tanto en el caso del orden público en el país como en las conexiones transfronterizas, informativas y monetarias. Algunas de esas organizaciones compitieron por financiamiento externo de Hong Kong, por ejemplo, pero hoy ya no pueden hacerlo.

Esta exacerbación de las amenazas existenciales contra los activistas laborales en China podría ser otro detonante para una formación de clases más fundamental y creativa. Es una de mis tesis cuando hablo de dónde viene la innovación: amenazas existenciales.

Capitalismo digital con características chinas – apoyo al capitalismo digital a través de políticas estatales

Una segunda parte del capitalismo digital con características chinas es que el gobierno chino ha estado haciendo todo lo posible para apoyar el capitalismo digital a través de políticas estatales. Por ejemplo, en Guizhou hay muchos programas de computación en la nube. Guizhou es la provincia china con el nivel más alto de pobreza. Por lo tanto, la computación en la nube se ha utilizado como una forma de aumentar el crecimiento económico en una de las provincias más pobres del país.

El gobierno chino ha estado promoviendo Internet+, palabra-código clave para el espíritu empresarial digital. Los trabajadores desempleados o los estudiantes universitarios, que no pueden encontrar trabajo, ahora pueden iniciar su propio negocio. Es la economía colaborativa. Por ejemplo, ya mencioné a DiDi, el equivalente de Uber en China, recibió ayuda a nivel nacional. Fue el primer apoyo a nivel nacional, con la legalización de una economía para compartir servicios de autostop pagado. China ha liderado esta tendencia de capitalismo digital liberal.

 

Capitalismo digital con características chinas – inteligencia artificial

Finalmente, tenemos la inteligencia artificial. A través de las universidades, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el gobierno chino ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de la inteligencia artificial. El libro AI Superpowers de Kai-Fu Lee, que compara los sectores de inteligencia artificial chino y estadounidense, se centra solo en el sector privado. Aquí, lo que enfatizo es que gran parte de este sector se beneficia de las inversiones públicas que realiza el gobierno chino, que decide dónde quiere invertir. Hoy, invierten miles de millones de dólares en inteligencia artificial, lo que significa menos dinero en el sector público, sin invertir en formas más efectivas para aliviar la pobreza. Esto también ocurre en salud pública.

¿Cuál es la situación de la salud pública en el país?

En China la infraestructura de salud pública está cayendo a pesar de que el país ha sufrido de SARS. Hoy lo llamamos Covid-19. De hecho, la estructura del ADN de la Covid-19 se parece al SARS. Es una infección transmitida por el aire, un síndrome respiratorio agudo y severo, que afectó a China en 2003 y se extendió a varios países. Pero esta pandemia no fue tan grave fuera de China como lo es ahora Covid-19.

Antes del SARS, China ya se había embarcado en este camino de neoliberalismo con características chinas que reduciría las inversiones en salud pública. Poco después del SARS, en 2003, el gobierno aumentó las inversiones en salud pública, incluido el uso del gobierno electrónico [e-gobierno] para el control de enfermedades. Básicamente, el centro de prevención y control de enfermedades de China recibió más de 20 proyectos de inversión del gobierno.

Luego hubo muchos proyectos nuevos para construir un mejor centro de información, porque el SARS se salió de control en 2003. En parte, porque el sistema de información de salud pública era muy lento y opaco. Para informar un caso en el nivel más bajo en China – China es del tamaño de Europa, con 1.300 millones de personas – y luego llevarlo a nivel nacional, tomó varios días y había muchas capas de burocracia.

Después de eso, creo que en 2004-2005, se creó un nuevo sistema nacional, dentro de los proyectos de gobierno electrónico desencadenado por el brote de SARS en 2003. El momento de reportar un nuevo caso de SARS o similar, desde la base hasta la central del gobierno en Beijing, se ha reducido a cuatro horas. Supuestamente, con Covid-19 comenzando a nivel local, Beijing sabría sobre la enfermedad rápidamente. Este es el sistema.

Sin embargo, este sistema no se mantuvo muy bien. No quiero fingir que entiendo todo sobre el sistema de información sobre enfermedades de China. Desde diciembre de 2019, una gran parte de él sigue siendo una gran caja negra. Entonces, lo que sé se basa en leer las noticias. Pero investigué sobre el período posterior al brote de SARS y los proyectos de gobierno electrónico. Aprendí que, de abajo hacia arriba, los casos tardarían cuatro horas en notificarse.

Sistema de salud chino: 1,5 médicos por cada 10.000 habitantes

La sensación que tengo es que este sistema no estuvo bien gestionado a partir de 2005, cuando empezó a funcionar a nivel nacional. A lo largo de los años, entre 2005 y 2009, si analizamos la inversión en salud pública en China, veremos que ha disminuido. Un indicador de esto es, por ejemplo, los recursos humanos. Por cada 10.000 ciudadanos en China, solo hay 1,5 médicos para mantener la seguridad de la salud pública, para prevenir enfermedades transmisibles. Solo 1,5 médicos por cada 10 mil. La equivalencia numérica con Estados Unidos es, creo, nueve médicos. En Rusia, esta cifra llega a 13. Esto muestra que China está muy por debajo.

Sí, la inteligencia artificial en China se compara con la de EEUU. A veces es incluso superior. En términos de dinero inyectado, China es más poderosa que Rusia en lógicas que buscan formatear el capitalismo digital. Pero cuando se trata de salud pública, China no está a la altura de Rusia y Estados Unidos. En parte, porque es un nuevo sistema liberal y porque utilizaron proyectos posteriores al SARS, gobierno electrónico e inversiones del sector público para estimular el período posterior a la burbuja de Internet, o «burbuja de las punto com», en el capitalismo digital chino.

Déficit de confianza

En 2000, la burbuja de Internet golpeó tanto a Estados Unidos como a China. Los proyectos de gobierno electrónico posteriores al SARS se utilizaron para salvar a las empresas privadas después de la crisis financiera mundial y para el rescate de los grandes bancos. Tenemos un proceso similar aquí: el dinero público fue utilizado para rescatar y fomentar empresas privadas de Internet. La financiación pública en Beijing se utilizó para salvar el capitalismo digital.

Cada vez más, los chinos deben pagar la atención médica. No solo está disminuyendo el número de médicos en salud pública, sino que los chinos deben pagar más por la asistencia. La atención médica se está volviendo cada vez más difícil para el trabajador chino medio. Privatizaron la salud. Hace unos años hubo un gran escándalo en Baidu: Baidu es el motor de búsqueda de China. Hubo un estudiante universitario de clase trabajadora que terminó usando información incorrecta, tomada de Baidu, para tratar el cáncer. Terminó muriendo por ello. Privatizaron hospitales. Son instituciones que engañan a la gente. Son estafadores, pero pagan mucho dinero. Juegan con Baidu, el algoritmo de búsqueda, para maximizar las ganancias financieras, mientras brindan tratamientos médicos de bajo nivel, a veces fatales, lo que ha provocado protestas entre muchos chinos.

Esto fue parte del proceso en el que se utilizó el capitalismo digital para realizar estafas financieras basadas en las necesidades existenciales de la clase trabajadora china en materia de salud. Últimamente, vemos un enorme déficit en términos de confianza. En China, el trabajador medio no confía en los médicos, los hospitales privados o los hospitales públicos.

Este es el contexto más amplio de cuando los trabajadores se mostraban escépticos sobre las autoridades de salud pública y los profesionales de la salud. El capitalismo digital con características chinas significó una ecología social altamente problemática cuando Covid-19 llegó al país a fines de 2019.

 

Falla de control y protección de Covid-19

Lo que vimos, y sé que algunos colegas no estarán de acuerdo, es que en el primer caso de Covid-19 informado en diciembre de 2019 en mi ciudad natal, Wuhan -crecí en Wuhan y todavía tengo amigos y familiares allí-, hubo una gran falla. El gobierno no protegió la vida ni controló la enfermedad en Wuhan. Así es como la enfermedad se propagó a otras partes de la provincia de Hubei, China y el mundo entero.

Fue un gran fracaso, a pesar de todas las notas conmemorativas sobre el capitalismo digital chino, cuánto dinero se ganó, cuántos magnates se generaron con el capitalismo digital chino… Sin embargo, ha habido una falla en las funciones básicas del gobierno, esas enfocadas en garantizar la salud y prevenir crisis en el sector de salud pública. No aprendieron del SARS al final de la crisis. Utilizo los datos antiguos de 2003 y 2004 cuando hablo con funcionarios e ingenieros del gobierno que intentaron rehacer el sistema de información de salud pública de China. El proyecto no fue implementado durante el brote de Covid-19.

¿Qué relaciones establece entre este escenario y el capitalismo digital antes de la pandemia?

Esto nos lleva a la siguiente parte: el capitalismo digital antes de la pandemia. Creo que puedo ir más rápido, porque ya he cubierto este tema. Lo más importante que debemos recordar sobre el capitalismo digital prepandémico es … China es la fábrica del mundo. Sin embargo, este estatus de fábrica mundial está en juego, está siendo desafiado. Estaba desestabilizado. Por un lado, la economía de las plataformas impulsadas por inteligencia artificial se ha vuelto dominante. Esto sucede con la empresa DiDi, equivalente a la empresa Uber, pero también otro tipo de empresas, como Alibaba, equivalente chino de Amazon, y Tencent equivalente a Facebook. En algunos sectores, como las redes sociales, siguen siendo cada vez más dominantes.

 

La inteligencia artificial no es, de hecho, artificial y ni siquiera inteligente

Tencent es aquí más dominante que Facebook en los países occidentales. Crearon fiestas artificiales. En la Internet china, muchos se están preparando para el Día de los Solteros, el 11 de noviembre. Es el mayor evento comercial electrónico en internet en China, en el que las ventas superan a las realizadas el Black Friday, en Estados Unidos.

Recientemente leí el libro Blockchain Chicken Farm [por Xiaowei Wang]. Actualmente, se están utilizando algoritmos para rastrear huevos de gallina. Nuevamente, esto está sucediendo en Guizhou, la provincia más pobre de China, elegida para recibir inversiones en computación en la nube.

En Shanghai, cada gallina que nace lleva una pulsera. Esta pulsera lleva un código QR, una especie de blockchain. Por lo tanto, podemos tener una individualidad. Rastrea cada pollo, justo después de su nacimiento, siguiendo el camino tomado desde el huevo hasta que es entregado a tu casa. Podemos tener la ruta completa. Podemos ver un mapa de cómo circulaba el pollo en la granja, por ejemplo. Puede parecer exótico, pero ya está en su lugar, debido a la desconfianza desenfrenada de los consumidores chinos sobre la forma en que se crían los pollos, si están recibiendo antibióticos o si están siendo alimentados con organismos genéticamente modificados y no orgánicos. Han calculado la solución a un problema mayor que ya he descrito … la falta de confianza, no solo entre los profesionales de la salud, sino también en cuanto a los procesos en la producción de alimentos.

Entonces, aunque estas cosas suenen extravagantes, quiero resaltarlas. Aquí hay una cita de Kate Crawford del AI Now Institute, quien dice que la inteligencia artificial no es, de hecho, artificial y ni siquiera inteligente.

En el contexto chino me gustaría destacar que la inteligencia artificial de China no es fundamentalmente artificial porque se basa en cuerpos naturales de humanos. Lo venos en el proceso con las gallinas, donde hay agricultores y quienes hacen las entregas, y también los que trabajan rastrean las gallinas en este caso.

El trabajo de las “etiquetas” (tags) también se está volviendo realmente grande. Creo que la primera vez que apareció en los medios chinos fue hace tres o cuatro años. En el centro de China, lo llaman Pingdingshan, en la provincia de Henan, donde se encuentra Foxconn. Foxconn es otra fábrica en la que trabajé. Es el mayor fabricante de productos electrónicos del mundo, que produce tanto dispositivos Apple como iPhones, por ejemplo.

Minería de datos y esclavitud digital

El trabajador que fabricó el iPhone salió de la línea de montaje física y se fue al interior, comenzando a realizar el trabajo de las etiquetas con un ingreso prácticamente igual. Esto sucedió hace tres o cuatro años. El aburrimiento del trabajo y su intensidad son equiparables al trabajo en la línea de montaje digital de las etiquetas para reconocimiento de imágenes, reconocimiento facial … ¿Es el rostro de un ser humano? ¿O el de un peluche, un oso panda? Todo significa etiquetas humanas. Básicamente, están enseñando aprendizaje automático. Supervisan, alimentan los algoritmos con datos. Por lo tanto, parte de China está utilizando exactamente lo mismo: el modo de producción intensivo en mano de obra, como en la línea de montaje física tradicional. La diferencia es que, hoy en día, hacen este trabajo en minería de datos.

Y no es inteligente porque gran parte de ese trabajo es inútil, inexacto. Sigue un modo extractivo. Lo llamo “minería de datos”, porque se compara con la montaña de Potosí [en Bolivia]: el trabajo análogo a la condición de esclavo, de extracción de plata, es literalmente similar, como el trabajo de las etiquetas. Se está volviendo insostenible. Si fuera inteligente, sería sostenible.

Hace tres o cuatro años, cuando hablábamos de ex trabajadores de Foxconn, ganaban unos tres mil yuanes chinos al mes, unos 500 dólares. A principios de este año, las fuentes dijeron que el trabajo con etiquetas generó solo 1.000 yuanes, en otros lugares como Guizhou y la provincia de Shanxi, en el este de China.

Básicamente, ganan 130 dólares al mes por realizar el mismo servicio hace tres o cuatro años en las zonas rurales del centro de China. Hoy, en el este, la gente hace lo mismo, un trabajo intensivo de etiquetado, en todo tipo de objetos, para entrenar los algoritmos, para hacerlos inteligentes (smart). Pero los ingresos son menos de la mitad de lo que ganaban hace unos años. Y la razón es porque están utilizando estudiantes, pasantes y, a veces, haciendo trabajo forzoso.

Hay guardias fuera de los talleres, donde los menores tienen que trabajar de 10 a 12 horas para entrenar los algoritmos, y reciben muy poco. No pueden detenerse porque hay guardias de seguridad que pueden castigarlos físicamente, ni pueden salir temprano.

Es un patrón que también vimos en Foxconn. Mucha fuerza bruta, una forma de represión para generar dinero. Por tanto, no es inteligente. No es sostenible. Antes de la pandemia, China ya tenía un estado de vigilancia. Después de la pandemia, como todos sabemos, debido al seguimiento de la pandemia, aumentaron [el sistema].

Geopolítica y disociación Washington – Beijing

La geopolítica cambiante entre Estados Unidos y China, especialmente desde la guerra comercial y el colapso de las relaciones bilaterales, es muy importante. Es muy similar a hace 400 años, cuando Portugal y España competían entre sí para ocupar América Latina, Filipinas, Indonesia, el sudeste asiático.

Nos acostumbramos a pensar en la inteligencia artificial y el ciberespacio como si fueran un mundo virtual ilimitado. Pero hoy necesitamos ver que la formación de capital debe estar anclada en jurisdicciones particulares. TikTok necesita ser legalizado o será prohibido en algunos países como México. Están trabajando en eso. Por lo tanto, debe estar anclado en una geopolítica real. Huawei y TikTok están siendo atacados. Luego está el motor financiero… gran parte del capitalismo digital, especialmente el capitalismo de plataforma, se debe a la flexibilización cuantitativa.

Lo que me gustaría señalar es que, entre Washington y Beijing, se está produciendo una disociación. Aun así, en el sector tecnológico chino tenemos muchas inversiones en Wall Street, en parte porque la Casa Blanca ya no controla Wall Street después de la desregulación financiera. Las empresas de Wall Street toman sus propias decisiones. Por tanto, no se trata de una disociación completa. La flexibilización cuantitativa estadounidense también ha promovido inversiones en el sector de la inteligencia artificial en China. Quizás no en el mismo grado que antes. Aun así, existe una conexión con el sistema financiero global.

Desilusión con el capitalismo digital

En la base, los inversores, los ciudadanos, los propios trabajadores, el pueblo chino, ya han visto el desastre provocado por las bicicletas compartidas. Fueron un tema muy debatido hace años. Pero hoy en día, muchos se han cambiado a los autobuses, lo que provoca la degradación ambiental en China. La gente empezó a dudar más sobre el éxito del capitalismo digital como panacea para los problemas del país. Esto está en línea con el desarrollo similar de los países occidentales y Japón, cuando los ciudadanos estaban desilusionados por los fracasos del capitalismo digital.

 

Hay menos oferta que demanda en la fábrica mundial.

Desde 2010 lo que hemos visto son huelgas y resistencia laboral en China. En parte, debido a la fuerza laboral, la demografía, los jóvenes, ya que China, hasta hace poco, adoptó la política del hijo único. Entonces, la población ha ido disminuyendo entre los jóvenes. Hay menos oferta que demanda creciente en la fábrica en el mundo [es decir, China]. Los jóvenes aquí, especialmente en las áreas rurales y los migrantes, están pasando de los trabajos de manufactura, tipo Foxconn, a los servicios y el espíritu empresarial, incluido el espíritu empresarial en línea.

Como resultado de la dinámica de este mercado laboral, los salarios están aumentando en China y las empresas han comenzado a contratar en el extranjero. Por ejemplo, buscan trabajadores filipinos para reparar etiquetas en empresas chinas o trabajadores textiles en Bangladesh.

Pero hay una mayor resistencia al capitalismo de plataforma, especialmente a partir de 2016. Es el mismo año en que China se convirtió en el primer estado-nación en legalizar los servicios de transporte de pago. Pero ese mismo año también estuvo marcado por una oleada de conductores de la empresa DiDi. En 2016, realizamos un estudio y descubrimos que los conductores chinos necesitaban trabajar más horas y recibían menos. Ese fue el motivo de los servicios privados de autostop en 2016. En 2018, hubo una huelga nacional de camioneros debido a una plataforma interprovincial de tráfico de camiones de largo recorrido.

Esta huelga provocó una reforma institucional de ACFTU, la federación de sindicatos chinos. Es el único sindicato propiedad del gobierno. Como resultado de la huelga de los conductores de camiones de larga distancia contra el capitalismo de plataformas en China, ACFTU creó la División de Trabajo de Internet. Ahora hay una mejor manera de abordar este tipo de resistencia laboral a nivel nacional contra el capitalismo de plataforma, mientras lo absorbe.

Cambio institucional

Por lo tanto, tuvimos un cambio institucional también causado por la resistencia al capitalismo de plataforma en China. El año pasado sucedió algo inesperado. Les pasó a los trabajadores de las clases media y alta dentro de la industria del software. En China, se les llama «agricultores de código». Escriben código. En inglés, creo que se les llama “code monkeys”, esas personas que escriben código de 9:00 h am a 9:00 h pm, seis días a la semana. Se llaman «996». Las principales empresas de plataformas, como Alibaba, están violando la legislación laboral china, porque las leyes prescriben que los empleados trabajan 8 horas al día y no pueden exceder las 36 [horas extraordinarias] al mes. Pero con el régimen 996, estas empresas de plataformas no respetan la ley. Esto empezó con la clase media, pero luego entró la clase trabajadora. Las principales empresas de plataformas chinas, como Alibaba, fueron tomadas por sorpresa.

¿Cómo diría que está la situación en China después de la pandemia? ¿Qué ha pasado en el país desde entonces?

Quiero ser franco. No hice una investigación sistemática. Aquí les presento mis observaciones personales. La fase inicial [de la pandemia] diría que fue de diciembre de 2019 a enero de 2020. Las autoridades chinas no lograron controlar la enfermedad. Aun así, como nativo de Wuhan, dejé la ciudad en 1995, pero culturalmente me considero Wuhan. Todavía no sé cuántos murieron. La mayoría de mis amigos en Wuhan no confían en los conteos del gobierno, porque muchos se han suicidado, lo cual es algo muy triste. A pesar de que el gobierno gasta dinero en vigilancia, tecnología, hospitales, la gente de Wuhan no estaba protegida. El gobierno cometió un grave error en Wuhan y otras partes de China. Esto es algo que quería decir.

 

Acción de base

A pesar de las hazañas del capitalismo digital chino, hubo un fracaso en las primeras etapas de Covid-19. Pero, en febrero y marzo, lo que noté -como dije, tengo familiares y amigos en Wuhan- es que, como en las otras partes de China donde hubo confinamientos, el sector que más funcionó no fue el privado de las empresas, no fue el poderoso gobierno chino. Fue a nivel comunitario; barrios pequeños. Hoy, utilizan herramientas de Internet, especialmente WeChat. Por tanto, es una acción básica. Este programa es similar a Facebook, pero con una orientación básica. Es semiautónomo, recibe apoyo de los gobiernos, pero es administrado en los barrios por guardias y voluntarios. Mis amigos y colegas se ofrecieron a través de esta herramienta como voluntarios para ayudar a otros vecinos, de una manera similar a las cooperativas. Ayudan en el huerto comunitario, en proyectos agrícolas comunes.

Entonces, en los meses de febrero y marzo, el nivel de base, en los barrios pequeños, fue más importante que las estructuras estatistas de arriba a abajo. En abril, la pandemia se puso bajo control en China, fue entonces cuando se hizo más presente la vieja vigilancia, el enfoque de arriba hacia abajo y también el capitalismo digital, como DiDi. Se utilizaron para reescribir la historia, de diciembre a marzo. El gobierno fingió ser el salvador más importante de China. Pero para mí, esto solo sucedió en la tercera etapa de la pandemia, no en las dos primeras.

Desempeño de las empresas de inteligencia artificial en la pandemia

Las perspectivas para las empresas de inteligencia artificial en China también son muy desiguales. Uno de ellos es Meituan, una empresa líder en el negocio de comida a domicilio. Pero durante la pandemia, no se limitó a entregar comida. También entregó abarrotes, papelería y productos farmacéuticos. Se ha convertido en un sistema de entrega y compras en línea mucho más completo.

Meituan ya era una empresa campeona, al igual que Alibaba, que también es el equivalente chino de Amazon. Como durante el confinamiento, no se podía salir a comprar, las empresas Meituan y Alibaba fueron las grandes ganadoras, mientras que otras, si nos fijamos en el mercado de valores, los datos auditados, DiDi y también Tencent, no generaron mucho dinero. Se expandieron, pero en mucha menor medida. Y hubo otras empresas que se declararon en quiebra. Por ejemplo, Xiaozhu, equivalente a Airbnb. Como no había gente viajando, Xiaozhu cayó mucho en el negocio.

Otra plataforma es la que utilizo, en ese momento, para hablar contigo … Zoom. Debido a problemas geopolíticos, Zoom fue inaccesible en China, debido a la relación bilateral entre China y EEUU., En julio, debido a la lucha intercapitalista entre China y Estados Unidos, la empresa Zoom sufrió mucho, a pesar de que su fundador [Eric Yuan] procedía de China.

Distribuidores de aplicaciones

El cuarto punto ya lo mencioné. Los estudiantes de escuelas profesionales se utilizan como aprendices en el etiquetado y para proporcionar un servicio de capacitación en algoritmos y aprendizaje automático en las provincias de Shanxi y Guizhou, en el este de China. El éxito más inesperado para la creación de redes desde la pandemia se produjo el 8 de septiembre. En septiembre de ese año [2020] apareció un artículo en la revista china Renwu, equivalente a la revista People. Era un artículo sobre repartidores de alimentos, como los de Meituan. Habló de los abusos que sufren, de lo duro que trabajan y de lo mucho que los algoritmos complicaron la vida de los mensajeros durante la pandemia.

La sorpresa llegó porque, a las pocas semanas, hubo una gran conciencia pública sobre las precarias condiciones laborales y los abusos sufridos por los repartidores. Las autoridades chinas y la prensa se unieron para ayudar a los trabajadores y ACFTU, el sindicato oficial, a intervenir con su División Laboral de Internet. Como resultado, cambiaron los algoritmos. Ahora, la aplicación tiene un nuevo botón para informar que el consumidor no tiene mucha hambre y puede esperar otros 15 minutos. Por tanto, el repartidor no está penalizado. Por lo tanto, el programa se ha vuelto más humanizado debido a la reacción contra la sobreexplotación por parte de los mensajeros.

Esto sucedió en el lado del consumidor. La plataforma ahora ha agregado algo nuevo, ya que la inteligencia artificial tiene que ver con la optimización basada en varios factores y variables. El antiguo algoritmo solo se preocupaba por la velocidad de entrega y su cantidad. Al final, solo quedaban los posibles beneficios a generar de este proceso de trabajo. Pero ahora hay una nueva variable, que son las condiciones climáticas: si llueve, si hay nieve. Se alarga el tiempo previsto de entrega, reduciendo las posibilidades de accidentes de tráfico. El artículo de la revista hablaba de trabajadores particularmente vulnerables, repartidores de alimentos que resultaron heridos o fallecieron, por ejemplo.

Es un sector nuevo, formado por la coalición de periodistas, trabajadores, sindicalistas. Estas personas trabajaron juntas, aunque tengo colegas que miraron estas plataformas y dijeron: “Es aprendizaje automático. No sabemos cómo factorizar el clima. No sabemos cómo hacerlo. Es una caja negra ”. Pero hoy es un éxito mostrar a los trabajadores, consumidores, gobiernos y público que la llamada “caja negra” puede ser más humana, agregando opciones y variables al proceso de optimización.

Futuros inciertos

Por el momento, la situación, al menos en China y quizás en el exterior, en América Latina, es muy mala. En América del Norte también. Pero en China, muchos piensan que estamos al final de la pandemia. Ojalá, crucemos los dedos para que no vuelva.

Pero el futuro sigue siendo incierto. Y digo «futuros», en plural. No hay solo un futuro. Personalmente, me preocupa, si la pandemia realmente terminó, si repetiremos 2010. El año 2010 fue el fin de la crisis financiera global, lo que significa que, en la fábrica del mundo [China], como sucedió en Foxconn El trabajo terminó siendo más explotador, en la búsqueda de compensar las pérdidas sufridas en la crisis.

Por lo general, los momentos más explotadores y fatales del capitalismo digital son los inmediatamente posteriores a la crisis. ¿Habrá otra ola de suicidios entre los trabajadores, en este caso, no en la manufactura, sino en el trabajo de plataforma? ¿Los trabajadores cometerán suicidios en grandes cantidades? Es algo que realmente me preocupa.

Los suicidios en Foxconn fueron seguidos por una ola nacional. De norte a sur, hubo una gran ola de huelgas. Con estas formas inesperadas de resistencia, como los suicidios, y si hay otra ola nacional de huelgas, ¿encontrarán estas personas el control firme y firme de los estados autoritarios? Esto significa que más activistas serán encarcelados o incluso asesinados. Entonces es algo que también me preocupa mucho.

La lucha intercapitalista entre China y Estados Unidos, y también dentro de China, se está intensificando. Alibaba compite con Tencent. Huawei aún enfrenta desafíos internos y domésticos con los fabricantes de otros equipos. Esta lucha interna también puede provenir de diferentes facciones dentro del Partido Comunista, de diferentes partes de la clase burocrática, de diferentes tipos de alianzas. Algunas más cercanas a Silicon Valley, otras más cercanas al capital inmobiliario. Entonces hay mucha incertidumbre dentro del establecimiento.

Luz al final del túnel

Veo una luz al final del túnel procedente del nivel municipal. Como mencioné, a nivel nacional, China fue el primer país en adoptar el capitalismo de plataforma en los servicios de autostop pagados. Pero también hubo resistencia. Por ejemplo, el gobierno municipal de Shanghai resistió porque tendría que reparar las calles. Solía ​​cobrar impuestos a las empresas de taxis para limpiar las calles. Pero ahora, con servicios como DiDi, ya no se puede aplicar este impuesto. Se desarrolla un antagonismo muy interesante contra el capitalismo de plataforma, que puede ser un recurso para la formación de trabajo en red, tal y como yo lo interpreto. Mi grupo de investigación también trabajó con el sindicato municipal de Beijing, la rama local de ACFTU, que considero una rama progresista. Por lo tanto, buscaría más alianzas, asociaciones y gobiernos locales.

Una de las autoridades estatales locales que conozco es una gran fanática del Che Guevara. Nominalmente China es supuestamente socialista, aunque en realidad no es así, en algunas partes del gobierno también podemos identificar figuras interesantes que se dedican a la causa de la clase trabajadora.

Finalmente, no sé cuántos de ustedes han leído el interesante libro de Adam Arvidsson. Tiene un libro, en parte inspirado en el desarrollo del capitalismo digital y el movimiento maker en China. El libro se llama Changemakers y se centra en la revolución «industriosa» – y no la revolución «industrial» – de capital intensivo. Aquí, la promesa es que las empresas podrán prescindir de la mano de obra: cuando todo esté automatizado, la formación de capital será posible sin trabajo. De hecho, fui yo quien llevó a Adam Arvidsson a la provincia de Shenzhen para observar el desarrollo de un capital de trabajo intensivo “industrioso”. También tenemos un desafío teórico aquí … revisar el papel del pequeño capitalismo, esos trabajadores que deciden comenzar su propio negocio.

Creo que este es otro cuello de botella teórico para el marxismo en la condición del capitalismo digital actual, incluida la inteligencia artificial. En China, como en otras partes del mundo, necesitamos más trabajo empírico, necesitamos superar el cuello de botella teórico. Al igual que este pequeño capitalismo en la forma “industriosa” de acumulación de capital, que puede allanar el camino para una sociedad en red de clase trabajadora, a través de redes y redes.

Fuente: http://www.ihu.unisinos.br/608658-o-fosso-social-na-china-tecnologica-entrevista-especial-com-jack-qiu

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