Según el mito, Pandora, esposa de Epimeteo, recibió como obsequio de boda una caja que contenía todos los males del mundo, a pesar de tener indicaciones precisas de no abrirla, la gran curiosidad dada a pandora, pudo más, desobedeciendo las instrucciones y abriendo finalmente el recipiente.
Este pasaje de la mitología griega encaja perfectamente en la coyuntura actual del país, pues el pleno de la Asamblea Nacional, el pasado 07 de octubre del 2021, aprobó la Resolución No. – RL-2021-2023-032, mediante la cual requirió a la Comisión Permanente de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad, “(…) efectúe la investigación correspondiente del caso denominado «PANDORA PAPERS» … con el fin de esclarecer la vinculación del Presidente de la República, Guillermo Lasso Mendoza, dentro de la investigación periodística divulgada, relacionada con el uso de empresas fantasma en paraísos fiscales y los fines de las mismas (…)” esto a propósito de la información difundida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación; ISIJS, por sus siglas en inglés. Por su parte la precitada comisión una vez fenecido el plazo concedido a presentado el informe sobre el caso denominado “Pandora Papers”.
Ahora bien, ante un tema tan álgido, corresponde argumentar sobre ciertos entredichos, con la debida objetividad técnica y también con el condimento político que amerita la situación, desmintiendo mitos. Es así que, el debate debe guiarse más allá de lo que el gobierno del Presidente Lasso, pretende enmarcar, sobre una supuesta intención desestabilizadora, que se encuentra materializada en el numeral 1 de las recomendaciones del informe, que en teoría deja abierta la posibilidad de una aparente causal de destitución, contemplada en el artículo 130, numeral 2 de la Carta Fundamental, lo cierto es, que se trata de un informe con carácter no vinculante, por lo que el pleno de la legislatura deberá analizarlo y ahondar en el debate sobre la configuración o no de esta causal.
Lo que ha develado la investigación de “Pandora Papers”, a semejanza de la apertura de la “caja de pandora” nos debe llamar a la reflexión, pues el informe final de la comisión recoge información aportada por intelectuales especializados en temas tributarios e información oficial del Servicio de Rentas Internas; SRI y del Tribunal Contencioso Electoral.
Hay que empezar diciendo que se ha establecido con claridad la conjetura de los “paraísos fiscales”, como jurisdicciones con sigilo y amplias facilidades para el depósito de fuertes cantidades de capital, así como la conformación de empresas offshore por medio de las cuales se realizan las transacciones. Dicho esto, se concluye que los paraísos fiscales sirven a las clases adineradas para la elusión tributaria en perjuicio del fisco nacional, así como para el blanqueamiento de dinero. En contraste a esto, cada año se dejan de recaudar 320 mil millones por evasión y elusión fiscal, el equivalente al 6.3% del Producto Interno Bruto -PIB- regional. Lo que ocasiona que los Estados no puedan contar con los recursos suficientes para garantizar derechos humanos básicos como la salud, la vivienda, la educación o el acceso al agua potable. El Presidente Lasso, ha manifestado públicamente que “poseía” inversiones en jurisdicciones consideradas paraísos fiscales, sin embargo, se “deshizo” de ellas, para cumplir con la ley del denominado “Pacto Ético”.
El común de los mortales dentro de nuestra sociedad ecuatoriana, no busca paraísos fiscales, sino que paga sus tributos en razón de sus reducidos ingresos, lo que reafirma que los paraísos son privilegio y escondite de los ricos. Este razonamiento permite entonces rebatir la falacia argumentativa que nos pretende hacer pensar que no importa dónde se deposite los capitales, sino lo que importa es que los recursos sean “bien habidos”.
En el mismo sentido, se ha logrado evidenciar que el Presidente Lasso, a través de su procurador, dentro del proceso contencioso electoral signado No. – 090-2020, en el año 2017, le mintió al país, pues el Dr. Lorenzo Calvas, en su momento afirmó: “Y, de otro lado, Guillermo Lasso Mendoza no tiene relación alguna con Banisi Holding, tal y como se demuestra mediante el adjunto certificado emitido por autoridad competente. Nótese que estos certificados son emitidos por el Registro Público de la República de Panamá, autoridad que sí es competente en esta materia”. Sin embargo, lo aseverado por el Dr. Calvas contradice la información que registra el sistema del SRI, si se parte del hecho de que Banisi Holding y Banisi forman parte del Grupo Banco de Guayaquil y por lo tanto existe un vínculo empresarial, con el accionista mayoritario Guillermo Lasso.
A más de lo anterior, a propósito de este tema, se ha podido determinar serias falencias, por parte del Consejo Nacional Electoral, que en el “deber ser” tiene la obligación de verificar el cumplimiento cabal de los requisitos por parte de los candidatos; en este caso presidenciales, no obstante, la investigación demuestra lo contrario.
Otra falacia que amerita ser desmentida y aclarada es que el grupo económico Banco de Guayaquil es uno de los que más pagan impuestos, puesto que el ingreso de este grupo económico vinculado con Lasso, durante los últimos años ha venido incrementándose, empero de aquello su comportamiento fiscal en cuanto a pago de impuestos se mantiene “plano”, generándose una brecha vergonzosa, como se destaca en la pp. y siguientes del informe que analiza información oficial del SRI.
En el informe se hace constar taxativamente: “En el periodo 2008-2019, el grupo económico Banco de Guayaquil tuvo ingresos acumulados por 5.091 millones de dólares, y solamente pagó 170 millones de dólares en impuesto a la renta. Su promedio de pago de impuesto a la renta fue del 3,3% para cada año y para todas las actividades económicas de este grupo económico.”
Al final del día y volviendo a la ficción de Pandora, lo que no escapó de la caja en esa ocasión y aún nos queda hoy, es la esperanza de que se transparente este lamentable caso y se junten esfuerzos de todos los sectores por mejores días para el Ecuador, sin caer en falacias ni mitos.
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