Gabriel Cisneros Abedrabbo, en la aventura de la poesía continua. Hacia la publicación de Somos el Mar

La escritura, en cuanto creación artística, un continuo ejercicio de composición, astucia argumental y estilística, se da en los artistas de los diversos géneros de la literatura en diferentes flujos y distintas frecuencias. Pues, no sería raro que alguno decida establecer su camino, puntualmente, en el reconocimiento y ejercicio de sus más importantes géneros: poesía, teatro, cuento y novela. Otros, dedicándose, exclusivamente, a la labor narrativa, es decir, cuento y novela (ya sean subgéneros como el relato -cuentos largos- o la nouvelle -novela corta). Otros que dedicarán aquel esfuerzo -casi siempre emparentado con el silencio y la soledad, a veces, totalmente desapercibido- a la exploración de una sola de estas técnicas. Y estas piezas, colecciones, libros, poemas o poesías, también pueden extenderse, hasta su publicación, en periodos relativamente largos.

En el caso del escritor Gabriel Cisneros Abedrabbo (Latacunga, 1972), estos dos factores, de género y periodicidad se definen en poesía y frecuencia. Con aproximadamente 12 publicaciones como: Mi Yo Malo (2003), ilustrado por el artista Eddie Crespo; Cópula Panteísta y Ego de Piel (2003); El Otro Dios que soy Yo y Ombligo al Infierno (2004); Para justificar el Aire en los Pulmones (2009); Obituarios de la Carne (2016), entre otras publicaciones de poesía. Estos son solo algunos de los títulos del autor, y los que poseo en la biblioteca, claro. Pero son solo una muestra de la continuidad y disciplina que el artista, el poeta, demuestra en el registro histórico y material que es el libro. Pero estos factores también se vuelven materiales y positivos en aquella autodivulgación que el artista lleva en sus redes, como en una honesta y permanente rendición de cuentas para con sus lectores, aunque una especie de “función social del artista” expedita no se lo exija. Es bastante raro que Cisneros Abedrabbo no nos invite a leer una de sus poesías diariamente. Cuando no lo hace, nos imaginamos que se ha puesto enfermo y nos preocupamos.

Como gestor cultural y habiendo cumplido importantes funciones en distintos cargos públicos, es sorprendente la capacidad y disciplina que demuestran estas composiciones periódicas. Además, recientemente (2019-2021), se desempeñó como Director de las publicaciones de la Gran Logia Equinoccial del Ecuador (GLEDE). Aportando, no solamente con libros de contenidos de interés exclusivo de la masonería, sino con documentos históricos tan relevantes como la única edición ecuatoriana del casi desconocido alegato -jurídico, periodístico y tan humano- del Dr. Felicísimo López, Historia de una Excomunión en el Ecuador (primera edición en Nueva York, 1909; segunda edición en Quito, 2019). Tragedia personal de un liberal, que se lleva a cabo en las postrimerías de la Revolución Liberal (1895; pero esta historia empieza en el Manabí de hacia 1887, durante el gobierno de Flores Jijón y en medio del Concordato con la Iglesia Católica, en que era ley que los prelados interviniesen en política de la manera más antinatural).

Con esta breve reseña de nuestro personaje, anunciamos la pronta publicación de Somos el Mar (El Ángel Editor, 2022), su más reciente aventura poética:

“El mar 

tiene en mi estirpe

secretos, 

calzadas que no conozco, 

el desvarío de sacar palabras de la espuma, 

los seres extintos,

los seres que algún día serán.”

(Extracto de su poesía Volver)

 

Esta es la invitación al evento de presentación:

“El Ángel Editor se complace invitar a usted a la presentación del poemario Somos el Mar, del escritor Gabriel Cisneros Abedrabbo. Intervendrán:

Xavier Oquendo Troncoso, Cuervos Danza Teatro Contemporáneo, Luis Enrique Yaulema, Oswaldo Cisneros Basantes y el autor.

Miércoles 23 de febrero, 19:00, Capri Ristorante (Portugal entre Republica del Salvador y Seis de Diciembre)”.

La labor del poeta y del hombre de arte y cultura, distintas facetas de un mismo acto complementario, se ha visto enriquecida, además de aquel gozo y tormento entregados a la sensibilidad, por la generosidad de su talante de difusor del trabajo de otros artistas, en el programa que, por propia iniciativa, lleva a cabo cada viernes en Saudade, la infinita negación de lo que se ama, con el cual expone a la luz, y saca de las sombras y de sus demonios, a tantos creadores que ahora no podría enumerar. Acción loable en un medio cultural bastante mezquino por demás. Gabriel Cisneros Abedrabbo también participa en la organización del festival anual Quito Blues, de música y poesía.

No olvido, en alguna de las charlas que mantenemos con el autor de Somos el Mar, cuando me revelaba su sorpresa por mi negación de considerarme un poeta. A lo que respondí: “Es que yo entiendo que, para el criado en narrativa, la poética es importante, pero como una herramienta de composición. Pero el Poeta de verdad comulga, y es un sacerdote de un culto sagrado más que tan solo un herrero.

Y por personas como Gabriel, lo seguiré pensando así.

Acerca de Esteban Poblete 86 Articles
Corrector, editor y escritor. Tiene publicaciones en poesía, relato y novela. Realiza crónicas, entrevistas, artículos y reportajes para varios medios. Maneja la página de servicios de corrección y productos escritos UMBRA Ediciones.

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