[Opinión] Carta al pueblo ecuatoriano

 

Por: Mario Ruiz Jácome.
Otavalo, 12 de febrero de 2022.

 

Queridos ecuatorianos y ecuatorianas:

 

Según un estudio realizado por el Banco Credit Suisse publicado el 17 de enero de 2022 en diario La Hora, en el Ecuador hay 11.361 personas consideradas como millonarias, lo que representa el 0.1 % de ecuatorianos o en otras palabras que por cada 1000 ecuatorianos mayores de 18 años hay 1 millonario.

Latinoamérica es una de las regiones más inequitativas del mundo y en el Ecuador, según el informe presentado el año pasado por el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos INEC, el 32% de ecuatorianos viven con menos de 2.80 dólares al día y el 15% de la población se encuentra en pobreza extrema sobreviviendo con 1.80 dólares diariamente.

En la actualidad se ha propuesto buscar un sistema de desarrollo más justo y amigable con el medio ambiente; se propone que los que más ricos, ese 0.1% de la población, aporten más para sostener los servicios de salud, educación, justicia y seguridad; cuidando las fuentes de agua y ecosistemas frágiles. Sin embargo, en el Ecuador parece que vamos en contra vía de la historia, porque se están aplicando políticas públicas y se impulsan leyes que obligan a enfrentar la crisis económica a los más pobres.

  • El decreto ejecutivo N° 95 del 7 de julio que regula la nueva política hidrocarburífera que pretende acabar de privatizar todo el petróleo ecuatoriano sin ningún beneficio para los pueblos y territorios de los cuales se extrae el crudo;
  • El decreto ejecutivo N°151 del 5 de agosto que acelera el extractivismo minero para favorecer a empresas transnacionales sin respetar fuentes de agua, ecosistemas frágiles y derecho de los habitantes de los territorios de influencia a ser consultados al respecto
  • El decreto ejecutivo N° 170 del 20 de agosto del año 2021 que permite que gastos permanentes de sectores como salud, educación y justicia sean financiados con ingreso no permanente (deuda), continuando con la política económica de los últimos gobiernos y allanando el camino para la reforma tributaria que metió la mano a los bolsillos de los ecuatorianos más humildes;
  • Los vetos del ejecutivo a reformas trascendentales como la reforma a la Ley de Seguridad Social que intentaba cambiar la conformación del Directorio del IESS; a la ley reformatoria al Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación, conocido como Código Ingenios, en el que se regulan el refinanciamiento y las facilidades de pago en becas, crédito educativo y ayudas económicas para alrededor de 9.200 estudiantes becarios del país; y, a la Ley Orgánica para Defender los derechos de los clientes del sistema financiero nacional y evitar cobros indebidos y servicios no solicitados, y entre otros
  • El decreto Ley para el desarrollo Económico y sostenibilidad Fiscal tras la pandemia covid-19 que fue publicado en el tercer suplemento del Registro Oficial 587 del 29 de noviembre de 2021

Dan fe de lo expuesto y que el actual gobierno llegó para precautelar los intereses de su círculo familiar, de las empresas transnacionales mineras, petroleras y de telefonía celular; y, proteger las arcas de los tenedores de la deuda externa y bancos de este país por encima del hambre y sufrimiento de los 17 millones de ecuatorianos que se encuentran buscando sobrevivir a la grave crisis económica dejada por la pandemia y la mala administración del Estado en los últimos gobiernos.

Esto no es nuevo, la historia de nuestro país está marcada por periodos de tiempo en los que los gobiernos fueron influenciados por los sectores financieros de forma abusiva imponiendo como hoy políticas públicas y leyes que favorecen solo un grupo minúsculo de la población.

Después de la muerte del Gral. Eloy Alfaro en 1912 se instauró por 13 años, un periodo donde la banca privada dominada por el Banco Comercial y Agrícola propiedad de Francisco Urbina imponía leyes, decretos, impuestos y todo tipo de políticas públicas a través de los gobiernos que fueron designados por este sector y que cumplían a raja tabla los mandatos de los propietarios de los Bancos. A este periodo en la historia del Ecuador se lo conoció como plutocracia, período que terminó con la revolución juliana de 1925.

Hoy, la segunda plutocracia en el Ecuador pretende abrirse paso con un gobierno que protege a los que más tienen en desmedro de los que menos tienen y que por incapacidad o de manera premeditada no tiene un proyecto de desarrollo económico alternativo al extractivismo minero y petrolero.

Frente a este escenario quienes sentimos el dolor del pueblo desempleado, de las madres que pierden a sus hijos por la inseguridad, la impotencia de los jóvenes al ver como se contaminan fuentes de agua y se destruye la naturaleza, que es su casa; y, la desesperación de las mujeres por cambiar esta sociedad machista y mojigata, tenemos la obligación moral e histórica de tomar posición y combatir con altura, firmeza y contundencia esa política profundamente antinacional y antipopular que lleva adelante el gobierno de Guillero Lasso.

Enfrentaremos con la dignidad que caracteriza a nuestro pueblo la calumnia, las amenazas y persecución con la única arma que ha vencido siempre y que es la que poseemos, la verdad y el amor por esta tierra; a la interna de nuestro glorioso Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, y hacia fuera a quienes ven, en nuestra lucha, amenazadas sus granjeas y privilegios. Libraremos esta batalla política, jurídica y organizativa con la valentía y patriotismo que caracterizan a nuestro pueblo  para dejar a nuestros hijos un país más justo, equitativo y libre.

 

Atentamente,

Asambleísta, Mario Ruiz

 

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