Por Dan La Botz
El discurso presidencial anual sobre el estado de la unión del presidente Joe Biden ante ambas cámaras del Congreso de los EEUU, se alejó de la política neoliberal de sus predecesores demócratas y volvió al liberalismo del New Deal del presidente Franklin Roosevelt. En una actuación sorprendentemente segura, Biden proclamó los éxitos de sus primeros dos años en el cargo y presentó un «proyecto de cuello azul» para el futuro del país, con la promesa de mejorar la vida de la clase trabajadora del país.
Biden informó al Congreso que “hemos creado un récord de 12 millones de nuevos empleos, más empleos creados en dos años que los que cualquier presidente haya creado en cuatro años”. Que, “Hoy, el COVID ya no controla nuestras vidas”. Y que “hace dos años (una referencia a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio) nuestra democracia enfrentó su mayor amenaza desde la Guerra Civil. Hoy, aunque magullada, nuestra democracia permanece inquebrantable e intacta”.
“La tasa de desempleo está en 3.4%, un mínimo de 50 años. Cerca del mínimo histórico de desempleo para los trabajadores negros e hispanos”, dijo Biden. “Ya hemos creado 800.000 empleos manufactureros bien remunerados, el crecimiento más rápido en 40 años”.
Biden enumeró docenas de programas aprobados durante su presidencia para mejorar la economía, lidiar con el cambio climático, crear empleos, proteger a los consumidores y mejorar la vida de los veteranos, los ancianos, los estudiantes y los niños.
En un momento, Biden azuzó a los republicanos con propuestas para abolir el Seguro Social y Medicaid (como algunos defienden) hasta que gritaron “No”, uno incluso gritó “Mentiroso”. Biden luego debatió con ellos desde el podio y terminó diciendo: “Hay que defender a las personas mayores”. Cuando todo el Congreso aplaudia de pie, dijo, así que estamos de acuerdo, “No vamos a recortar el Seguro Social. No recortaremos Medicare”.
Mirando hacia el futuro, Biden dijo: “…Estoy harto de que las empresas infrinjan la ley al impedir que los trabajadores se organicen. Hay que aprobar la Ley PRO porque los trabajadores tienen derecho a formar un sindicato. Y garanticemos que todos los trabajadores tengan un salario digno”.
Biden pidió impuestos más altos para las corporaciones y los ricos, muchos de los cuales pagan poco o nada. “Soy un capitalista”, dijo Biden. ‘”Pero hay que pagar lo que nos correponde en justicia. Hay que aprobar mi propuesta de un impuesto mínimo para los multimillonarios”.
En cuanto a la educación, propuso “asegurar acceso a preescolar a niños de 3 y 4 años”. Y, “Démosle un aumento a los maestros de las escuelas públicas”. Pidió reducir la deuda estudiantil y más becas para estudiantes universitarios de clase trabajadora.
Biden presentó a sus invitados, los padres de Tire Nichols, el joven negro recientemente asesinado a golpes por agentes de policía, y habló sobre la necesidad de “Igual protección ante la ley; ese es el pacto que tenemos entre nosotros en América”.
Volviendo a las cuestiones de género, dijo: “El Congreso debe restaurar el derecho que la Corte Suprema arrebató el año pasado y codificar Roe v. Wade para proteger el derecho constitucional de cada mujer a elegir. Aprobemos también la Ley de Igualdad bipartidista para garantizar que los estadounidenses LGBTQ, especialmente los jóvenes transgénero, puedan vivir con seguridad y dignidad”.
En términos de política exterior, Biden habló sobre su éxito al unir a la OTAN para defender a Ucrania y preparar a Estados Unidos para competir mejor con China. Pero también se refirió al derribo del globo espía chino: “si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger a nuestro país. Y lo hicimos”.
La notable actuación de Biden prácticamente asegura su nominación como candidato del Partido Demócrata a la presidencia y el contenido de su discurso, hablando directamente de las necesidades de los trabajadores del país, representa un giro a la izquierda en la dirección del partido. Esta no es la agenda progresista del Senador Bernie Sanders de educación gratuita en todas las universidades públicas, duplicar el salario mínimo, seguro médico del gobierno para todos y energía cien por ciento renovable. Y los defensores de los derechos de los inmigrantes criticaron su falta de mejoras en el sistema de inmigración. Aún así, la agenda de Biden por el momento ha robado el viento de las velas de los progresistas.
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