#Opinión / Avatar, ecología política y capitalismo en tono azul

Avatar es una película que ha causado gran aceptación entre los amantes del cine y la ciencia ficción; sus dos entregas han tenido una fuerte acogida en las salas de cine.

Pero, ¿qué podemos aportar a la interpretación de este largometraje? A continuación, lanzo algunos elementos presentes en el film, que considero podrían ser generadores de debates.

Vale una aclaración, si no has visto Avatar, no tendrá mucho sentido seguir con la lectura de las siguientes líneas.

Como vimos en la primera entrega, Jake Sully, es un exmarine parapléjico que se une a una misión científica en el planeta Pandora. Allí, se integra en la cultura de los Na’vi, una raza extraterrestre que vive en armonía con su entorno natural. Jake se enamora de una Na’vi llamada Neytiri y, finalmente, se une a su pueblo en una lucha contra los humanos que intentan explotar la naturaleza, volviéndola un recurso.

El ser humano es reflejado como lo que es, un destructor del medio ambiente, más interesado en explotar los recursos naturales del planeta para su propio beneficio económico, mientras que los Na’vi (los habitantes nativos del planeta Pandora) han vivido en armonía con la naturaleza y han desarrollado un sistema económico basado en la sostenibilidad y el equilibrio ecológico.

Hay varias interpretaciones del papel del “mesías” que personifica Jake como personaje principal, por un lado, tenemos la metáfora de la búsqueda de la identidad y el deseo humano (Lacan), por otro lado, está el buen salvaje o la civilización contra la barbarie (Rousseau).

La fractura del ser entre pasado y presente, este último cargado de nuevas decisiones ( unirse a los Na’vi), por tanto  re-encontrarse con su nuevo ser, una nueva identidad, que además está atravesado por una de las condiciones primarias del ser humano, el deseo. Este deseo está simbolizado por su amor por Neytiri y su conexión con la naturaleza de Pandora.

Sin embargo, esta nueva identidad y deseo también lo alienan de su antigua vida y de los demás humanos en la misión. Jake se encuentra atrapado entre dos mundos, ninguno de los cuales puede satisfacer completamente su deseo. Esta alienación se intensifica cuando los humanos comienzan a atacar a los Na’vi, y Jake debe elegir entre su lealtad a su pueblo o a los humanos.

En última instancia, la historia de Jake Sully es una exploración de la condición humana y nuestra relación con el mundo natural. Lacan argumentó que la identidad y el deseo humano son siempre incompletos y se basan en la carencia.

Por eso es recurrente la búsqueda de la identidad y un deseo más completo, reflejado en el amor por la naturaleza, superando la dicotomía de sujeto-objeto.

La película también nos muestra cómo la explotación y la destrucción del medio ambiente pueden llevar a un mayor aislamiento y alienación.

Hay una clara lucha entre el bien y el mal. Los protagonistas, los Na’vi, representan la bondad y la armonía con la naturaleza, mientras que los humanos son vistos como destructores y egoístas. Desde una perspectiva psicoanalítica, esta oposición puede ser interpretada como la lucha entre el ego y el inconsciente. El ego, representado por los humanos, busca controlar y dominar la naturaleza, mientras que el inconsciente, simbolizado por los Na’vi, busca la conexión y la armonía con ella.

Hay escenas que nos muestra el amor y la conexión que se desarrolla entre los protagonistas, Jake y Neytiri. Esta unión puede ser vista como la integración de los opuestos, Ley de la unidad y lucha de los contrarios (Hegel). Representada en los dos mundos aparentemente distintos que se unen para formar una nueva realidad (familia), esta unión simboliza la integración del consciente y el inconsciente, la razón y la emoción, y la luz y la sombra.

El amor lucha contra el egoísmo, la explotación de los animales y de la naturaleza para el beneficio de los seres humanos, representados en el Coronel Miles Quaritch, quien hace el papel de villano.

También hay mucha referencia al modelo de sociedad intolerante de las diferencias, cuando al migrar a la comunidad de los Metkayna, que tienen su hogar en el agua, los niños hacen “bullying” a los niños avatares que tienen cinco dedos y carecen de destrezas para sobrevivir en el agua, la comunidad al inicio los rechaza, pero al final la comunidad los adopta en su seno y comparten enseñanzas y saberes, una clara referencia a la represión de aquellos impulsos violentos y destructivos que todos llevamos dentro, pero que debemos controlar para no dañar a los demás ni a nosotros mismos. (Freud).

Es sorprendente que, desde Holywood, salga una crítica al colonialismo, tan mordaz y un llamado a la acción para abrazar un enfoque más sostenible y consciente del medio ambiente.

Los principios comunitarios triunfan por sobre el capitalismo depredador, se superponen los valores de la convivencia armónica con la naturaleza, la amistad, la familia, la ecología.

Otra escena a destacar es cuando el hijo de Jake muere, quizás es el momento de clímax más triste del film, la pérdida del hijo es un tema recurrente en muchas culturas antiguas y contemporáneas, donde se utilizaba el sacrificio como una forma de establecer lazos con los dioses o de asegurar la prosperidad y el bienestar de la comunidad. Una perfecta metáfora de la muerte y el renacimiento, de la eliminación de lo viejo y la renovación de lo nuevo.

No quiero finalizar sin antes mencionar que hay una apuesta por el predominio de color azul, que desde la psicología del color se relaciona con elementos de la naturaleza, tales como el agua y el aire, formando asociaciones positivas de paz y tranquilidad que solamente en Pandora se puede encontrar.

En conclusión, esta obra cinematográfica es un llamado a la reflexión y al análisis desde diferentes perspectivas. Es una invitación a pensarse sobre la naturaleza humana y su relación con el mundo que le rodea.

 

Acerca de Santiago Cadena 28 Articles
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2 Comments

  1. Buena reflexión Santi, yo te añado otro sentir, la película cuestiona el humanocentrismo al poner a la par la inteligencia y sencibilidas de los navis con sus hermanos animales.

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