Nosotras, activistas y comunicadoras feministas, estamos cansadas de comunicar feminicidios, violaciones y violencias sexistas. Públicamente lo decimos y vamos hasta las últimas consecuencias: estamos colericamente en favor del aborto legal, seguro y gratis.
Aborto. Una palabra que la clandestinidad y la religión guardaban en las profundidades de las conciencias morales. Una palabra que los feminismos hicimos surgir a la superficie tras años de luchas. Y ya no hay vuelta atrás.
El día de hoy esa urgencia es una marea verde. Marea verde en el Congreso, en las escuelas, en los teatros, en las factorías, en las oficinas, en las calles, en los distritos, en los bares, en las casas, en las camas. Y no podría ser de otra manera que en los medios de comunicación.
Pues nos habían enseñado que para ser “buenas periodistas” debíamos ocultar nuestras situaciones. Había que ser “objetivas, neutrales y también imparciales”, si bien mantener esa pose implicaba ver, cada día, de qué forma las mujeres, varones trans y las personas con capacidad de gestar, perdían autonomía, derechos y, muy frecuentemente, hasta su vida. Hoy eso está cayendo.
El diez de abril -día que comenzaron los debates parlamentarios- trabajadoras de prensa protagonizamos un hecho político: cronistas, comunicadoras y reporteras gráficas de la ciudad de Buenos Aires escribimos una carta pública y nos sacamos una fotografía en la puerta del Congreso de la Nación para sentar situación pública en favor del aborto legal, seguro y gratuito.
Nosotras (comunicadoras, cronistas, fotógrafas) que estamos hartas de comunicar femicidios, hartas de contar los sufrimientos de víctimas de violaciones, hartas de contar el sufrimiento de pibas presas por decidir, hartas de oír relatos desgarradores de violencia sexual, hartas, hartas y el superlativo de hartas -del hartazgo que viene de la violencia sexista-; no tenemos otra alternativa que ir a fondo:
– No deseamos que solo se despenalice completamente, deseamos que el aborto sea legal.
– No deseamos que sea legal de cualquier forma, exigimos la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
– Y por si acaso no queda claro, repetimos: estamos luchando en favor del aborto, en favor del derecho a tomar decisiones sobre el propio cuerpo.
En 4 días -por el hecho de que estamos organizadas y articuladas- se armó una fotografía colectiva y un comunicado donde, entre otras muchas cosas, decimos: “Somos cronistas, activistas y comunicadoras feministas. Escribimos, charlamos en frente de los micrófonos y generamos informes audiovisuales (…) En nuestras coberturas damos información segura sobre aborto con pastillas, propagamos la Ley de educación sexual integral (ESI), y también procuramos apoyar la demanda de una ley”.
Este pedido ya reúne más de cuatrocientos firmas de mujeres, lesbianas, travestis y trans que hacemos comunicación en diarios (como Clarín, La Nación, Página doce, Infonews, Campo Financiero, Tiempo Argentino, Perfil, El Cronista), radios (Metro, Futurock, Nacional, AM setecientos cincuenta, Del Plata), canales de noticias (TN, Crónica TV), agencias de noticias, medios provinciales y locales, consultoras, organismos de derechos humanos, facultades de diferentes puntos del país, asociaciones civiles de comunicación y género, redes de cronistas, sindicatos de prensa, estudiantes y enseñantes de periodismo, trabajadoras del Estado, cronistas independientes, radios comunitarias y, como es lógico, el gran y reputado arco de publicaciones, agencias y programas de radio feministas.
Nosotras, cronistas, activistas y comunicadoras feministas, abortamos la pretendida y falsa neutralidad de colegas en este debate.
Abortamos la moralina, la desinformación y la carencia de responsabilidad para transmitir una realidad que nos atraviesa el cuerpo.
Y abortamos, más de manera clandestina, pues absolutamente nadie ni ninguna ley va a poder doblegarnos el deseo, la voluntad, la resolución política y social.
Jamás abortaremos nuestro compromiso de pelear -como gritamos de forma colectiva en todas las marchas- a fin de que podamos decidir sobre nuestro cuerpo.
¿No quedó claro? Por las dudas, lo gritamos: ¡desde el periodismo feminista demandamos #AbortoLegalYa!
(*) Cronistas y comunicadoras, miembros del equipo de Comunicación y Género del Centro Cultural de la Colaboración
Escrito por: Alba Rueda, Jésica Farías y Luciana Mignoli/Foto: Analía Cid
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