Que Vivan los estudiantes de Nicaragua, que se rinda tu madre…!

Por Meyling Soza

Me siento en la orilla de mi cama, mi cabeza, mis ojos, mi cuerpo me dicen que estoy cansada, veo la hora y son las 11pm. Tengo mi lámpara encendida, no saben cuanto he agradecido haber invertido en ella. Veo a mis perros dormir, con sus orejas en alerta, me siento igual que ellos.

Quisiera aislar esos impactos que acarrea el viento e identificar de donde provienen, hoy por fin puedo decir que sé donde está el norte, el sur, el este y oeste. He aprendido a diferenciar entre un impacto de bala y un cuete, ya se como suena un morterazo y como resuena el tiro de escopeta.

En cinco días he aprendido tanto que me sorprende, aprendí que a la migraña le puede dar migraña, que el corazón puede latir en otro espacio que no sea la cavidad toráxica, que en la nariz se queda ese ligero olor a sangre y miedo que anda navegando entre nosotros.

Aprendí que la gente comparte, comida, gritos, armas, bates y piedras, comprendí que aquel que no entiende nada cree haberse sacado la lotería porque en su minúsculo y pobre cuarto un televisor de 50 pulgadas brilla como faro.

He aprendido que el miedo paraliza el alma, pero no las piernas, que el estrés divide, altera la cabeza y hace que se griten entre los aliados, que el oportunista siempre esta ahí, esperando el momento exacto para robar un bolsón de papel higiénico o un celular.

En 5 días aprendí que la policía se teletransporta cuando mira a un estudiante con una cartulina y se queda sin gasolina cuando el ladrón pasa por sus narices esos vivires que no pago.

Me di cuenta que la ley de física es una mierda, que para robar te cargas la refrigeradora en la moto y que una bicicleta es capaz de trasladar una cocina, y uno pagando camiones para llevarlos.

Aprendí que el pobre siempre será pobre, aunque ahora se sienta poderoso con los quintales en su casa y ese televisor que ni sabe usar, ellos no pensaron que ese galón de aceite que costaba 200 pesos hoy mañana costara 400 porque decidieron llevarse más de la cuenta, no han podido entender que al menos que sean robots, un sofá o una refri no van a alimentarlos cuando realmente no haya nada.

Aquí, en la orilla de mi cama me doy cuenta que a los únicos que nos duelen esas 30 personas (y contando) son a los que no los mataron, porque quienes los asesinaron están ahí, afuera, tranquilos, cumpliendo objetivos, alargando su lista, celebrando la sangre.

Ahora sé que mi bandera si se ha teñido con sangre de mis hermanos, ahora sé que un estudiante con una tiradora de hule tiene más valor que aquel con miles de militares.

He comprendido que un presidente habla de paz sabiendo que ha dado ordenes de seguir masacrando, ¡QUE NO QUEDE NI UNO VIVO! lo imagino gritar, antes de colgarse esa sonrisa protegida por su tupido bigote y salir al salón adornado de flores, calculando en su mente cuantos brindis hará cuando le pasen la lista de los que se han «palmado»

He rezado como nunca, entendí que el superman de Nicaragua viste sotana y usa twitter como arma.

Yo aquí, esta noche, ya por las 11:08pm te digo a ti Daniel Ortega y a tu hipócrita señora que yo les agradezco estas grandes lecciones y espero que ustedes hayan aprendido las siguientes:

1. El nica no es estupido

2. El nica no es manipulable

3. El nica no esta solo

4. El nica tiene huevos y ovarios (si no saben que son le podemos enseñar donde están)

5. EL NICA NO TIENE MIEDO

6. EL NICA YA NO SE VA A DEJAR

7. EL NICA JOVEN, ADULTO, ANCIANO TE QUIERE FUERA

8. EL NICA NO OLVIDA

9. EL NICA SABE QUE LO TRAICIONASTE.

Nuevamente familia Ortega Murillo les deseo una maravillosa noche, duerman, ya sabemos lo que hicieron y les aseguro que nadie se sorprendió.

Y para no perder la costumbre.

QUE SE RINDA TU MADRE!