Pretendíamos avanzar, pero seguimos retrocediendo.

Es innegable que durante la Década del Gobierno anterior se produjo una suerte de estalinización de un proceso que nos llenó de ilusión, con una Constitución que aún es un canto a la vida. Una Revolución Ciudadana, que dejó de lado a la ciudadanía, con una asfixiante burocratización,  en sus últimos años con un espeluznante giro a la derecha, donde se nos vendió un discurso de soberanía que ocultaba una vil entrega de nuestros recursos al imperio emergente de China, y que permitió una suerte de corrupción estructural.

 

Por: Luis Miguel Córdova Soria

 

[dropcap]L[/dropcap]a Consulta Popular de Febrero de 2018 y la designación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social – Transitorio, tenían el propósito de desmontar estas corruptas estructuras estalinistas con la finalidad de democratizar al Estado, en algunos casos se evidencia que se han tomado las decisiones correctas como es el caso de la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, es ya de percepción generalizada el hecho de que este Consejo Transitorio está excediéndose en muchas de sus decisiones.

Estos excesos se están evidenciando en acciones funestas como la orden de liberación de Iván Espinel, la orden de devolución de los bienes incautados a los Isaías, el proceso de pre-libertad a Galo Lara. El inminente peligro de la designación a dedo de los vocales del Consejo Nacional Electoral, previo a las elecciones seccionales del 2019. Todo esto muestra un nefasto retroceso, incluso más allá de los evidenciados en el gobierno anterior.

Además de estas acciones en el ámbito político, nos encontramos gravemente amenazados en el ámbito económico cuando se nos ha impuesto una Ley que se supone debería incentivar la reactivación económica, pero a costa de profundizar la ruta neoliberal iniciada en el gobierno anterior. Cómo se pretende condonar las deudas a los más grandes grupos económicos en detrimento de las siempre pisoteadas clases populares. Es realmente infantil creer que al otorgar estas ventajas a los empresarios capitalistas, éstos van a revertir éstas ventajas en inversión que genere empleo. La historia nos ha demostrado que los capitalistas criollos siempre buscan maximizar sus ganancias con el mínimo esfuerzo.

Para cerrar con broche de oro este derrotero neoliberal ya existen voces al interior del Gobierno que al igual que en el gobierno anterior comienzan a amenazar con privatizar las empresas estatales como CNEL, CNT y poner en venta los bienes estratégicos del Estado como son las hidroeléctricas.

Frente a esta oscura realidad, las izquierdas ecuatorianas siguen teniendo el mismo problema que ha persistido por décadas, su terrible miopía e incapacidad de identificar donde está el enemigo real. Hoy en día, las izquierdas persisten en seguir criticando y atacando al gobierno anterior, no se entiende que el momento histórico demanda pensar en una suerte de poscorreismo, que nos permita posicionarnos ante la coyuntura actual, porque la justicia es la que debe encargarse del mal del pasado.

Una vez más al finalizar este artículo solo me quedan inquietudes: ¿qué esperan las izquierdas para abordar los inminentes peligros que se generan de las decisiones del actual gobierno? ¿será que nuestras luchas se quedan en reivindicaciones parciales como la Educación Intercultural Bilingüe y la Universidad Pluricultural? ¿cómo nos aglutinamos contra la megaminería que sigue siendo igual de perversa y voraz? ¿será que algún día dejaremos el sectarismo y podremos alcanzar puntos mínimos de consenso para embarcarnos en una sola plataforma de lucha? El enemigo está incrustado en las estructuras estatales y como un cáncer cada vez se esparcen más y más las voces neoliberales que nos van llevando a un derrotero con un final catastrófico. Compañeros y camaradas de las izquierdas, ya es hora de dejar de mirar al oprobioso pasado que tanto mal nos hizo, los convoco a mirar el presente y enfocar nuestras luchas ante el enemigo actual, si nos demoramos en la toma de decisiones, quizás cuando queramos reaccionar vaya a ser demasiado tarde. ¡A movilizarse camaradas!

Acerca de Luis Miguel Córdova Soria 5 Articles
Guayaquileño de 39 años, Licenciado en Nutrición y egresado en Epidemiología y Salud Colectiva en la Universidad Andina Simón Bolívar. Coordinador Guayas Rural de la Red de Profesionales por la Salud. Militante de Izquierda Socialista y miembro de las Comunidades Eclesiales de Base.

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