Por: Dánae Vilchez
A casi un año del inicio de la peor crisis sociopolítica de Nicaragua en los últimos 30 años, la líder campesina Francisca Ramírez habla sobre los retos de la resistencia pacífica contra el régimen de Ortega desde el exilio.
Nicaragua sufre hoy una de las peores crisis de su historia moderna. A 10 meses de una rebelión cívica que sacudió los cimientos del gobierno sandinista de Daniel Ortega, se contabilizan más de 300 personas muertas y al menos 700 presas y presos políticos.
En un reciente informe elaborado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, se señala a Ortega, a la vicepresidenta Rosario Murillo y a sus principales operadores gubernamentales como presuntos autores de crímenes de lesa humanidad por la represión desatada ante las protestas ciudadanas. Entre los delitos que les imputan están el uso excesivo de la fuerza de parte la policía nacional y la creación de grupos armados paraestatales, cargos que según estándares internacionales no prescriben.
Francisca Ramírez es, sin duda alguna, una de los grandes líderes sociales de Nicaragua. Esta mujer campesina de la Costa Atlántica de 42 años lleva más de 6 años a la cabeza del movimiento que se enfrentó a una oprobiosa concesión de un canal interoceánico que el gobierno de Ortega le había entregado a un oscuro empresario chino en 2013. Durante años ejerció ese liderazgo al frente del Consejo Nacional en Defensa de Nuestra Tierra Lago y Soberanía. Y el canal no se hizo, aunque la ley que lo respalda sigue siendo una amenaza latente para la expropiación de tierras.
Desde abril de 2018, Ramírez se involucró de lleno en la lucha contra la reforma al seguro social, cuyas protestas desencadenarían en una rebelión popular de estudiantes, campesinado y grandes sectores de la sociedad civil que ya acarreaban descontento contra el gobierno por su políticas extractivistas y una cercana alianza con el gran capital.
En septiembre, Ramírez tuvo que salir de Nicaragua por amenazas directas en su contra (que se sumaban a años de persecución política) y se asentó en Costa Rica, desde donde continua denunciando los atropellos del gobierno nicaragüense. Recientemente ha recibido en Praga el premio Homo Homini que otorga la ONG checa People in Need a activistas que destacan por su defensa de los derechos humanos. “Lo del premio yo lo considero un reconocimiento a la lucha del pueblo de Nicaragua, al sufrimiento del pueblo, a esas familias que perdieron sus hijos”, subraya la activista a esta periodista durante su conversación mediante videoconferencia.
A la víspera de un segundo diálogo entre sectores de la sociedad civil y el gobierno de Daniel Ortega, la líder campesina rechaza cualquier “pacto entre cúpulas”, pues los representantes de esta nueva tanda de negociaciones comulgan en su mayoría con los intereses empresariales. Mientras tanto, en las calles de Nicaragua, el descontento popular se mantiene y el gobierno sigue cazando a quienes participaron en las protestas, así como a los y las periodistas independientes que no siguen la línea impuesta por el régimen, valiéndose de una ambigua ley antiterrorista aprobada el pasado julio. “El pueblo decidió luchar con una bandera y el gobierno tiene armas. No queremos una guerra”, dice Ramírez.
En esta entrevista con Pikara, hablamos de su exilio, de la situación actual en Nicaragua y de su posible participación en cargos políticos.
Cuéntenos en qué contexto salió de Nicaragua.
Yo salí de mi casa el 19 de abril, un día después de que comenzamos a ver la masacre. Salí a organizar marchas y a protestar en las calles exigiendo que cesara la represión, pero vimos que cada día fue más difícil, vimos que cada día había más persecución, entonces yo me mantuve en las calles desde el 19 de abril. Salí de Nicaragua hacia Costa Rica el 14 de septiembre, porque ya vi que era difícil, ya había tenido que estar muy escondida, la persecución seguía, los secuestros hacia los liderazgos estudiantiles y campesinos estaban cada día peor, entonces yo veía que no podía permitir que me llevaran a la cárcel, porque desde el 2013 ya había sido llevaba muchas veces a la cárcel y sé lo difícil que es. Vi que teníamos que quedarnos para luchar y alzar la voz por lo que estaba pasando en Nicaragua. Ha sido muy difícil porque me he encontrado con varios miembros de mi familia y con miles de nicaragüenses que han sido desplazados. Para mí, haber salido desplazada de Nicaragua forzosamente ha sido un gran sacrificio como mujer, porque por eso había luchado en contra del proyecto del canal, para no ser desplazada. Saber que por un régimen como el de Ortega Murillo hemos tenido que salir a sufrir miles de nicaragüenses, es doloroso.
El gobierno de Ortega creó una campaña de criminalización contra usted y muchos líderes. ¿De qué se trata?
Es triste lo que hoy vemos con más de 700 presos y presas políticas en las cárceles siendo torturados. Tenemos a Irlanda Jerez, Amaya Coppens, a la periodista Lucia Pineda en las cárceles siendo golpeadas. Para nosotros es triste la criminalización que ha tomado el gobierno de meter a la cárcel a la gente solo por protestar o por andar una bandera azul y blanco, decir que somos terroristas y por eso llevar a la cárcel a muchas personas y torturarlas. Hoy también habemos miles de desplazados en el mismo Nicaragua para no dejarse apresar solo por que salieron a la calle con una bandera azul y blanco a exigir justicia por lo que estaba haciendo este gobierno.
¿Qué está ocurriendo hoy en Nicaragua?
Las cosas en Nicaragua están más difíciles que cuando comenzaron las protestas, porque todavía cuando comenzaron podíamos ver que habían periodistas que podían sacar una noticia. Hoy los secuestros continúan, las violaciones a los derechos continúan. Francisca Ramírez: «Daniel Ortega sabe que ya no cuenta con el pueblo, sólo cuenta con las armas, la policía y el ejército» Clic para tuitearEl problema es que ya tiene miedo la gente hasta de denunciar en Facebook porque al ratito es perseguida y es llevada a la cárcel, entonces está más difícil que antes. Hoy los asesinatos en las zona rurales hacia los campesinos continúan, los secuestros completos de familias siguen a la orden del día. Está más difícil que antes porque ahora todo se está quedando en la impunidad y en silencio.
¿Se ha desactivado la lucha campesina por la represión que hay hoy en Nicaragua?
Es claro que en Nicaragua la lucha se decidió hacer cívica y pacífica, y hoy ya no se puede hacer, porque el pueblo decidimos luchar con una bandera y el gobierno tiene armas y es él el que está agrediendo al pueblo con armas de fuego. El pueblo decidimos no volver a caer en un conflicto como el que hubo de 1980 a 1990, entonces no podemos oponernos a ellos.
Hablemos un poco del trabajo que ustedes como movimiento campesino y otras organizaciones están realizando en Costa Rica.
Los liderazgos de diferentes partes de Nicaragua hemos decidido, aunque con dificultad porque estamos en un país que no es nuestro, buscar cómo organizarnos para hacer la lucha desde aquí. Sabemos que estamos en busca del retorno hacia Nicaragua, esperamos que pronto podamos retornar miles a defender nuestra patria porque sabemos que la libertad de los presos la vamos a lograr. Sabemos que la justicia la vamos a alcanzar. Tenemos esperanza en que en el mundo se verá a Nicaragua como un ejemplo, queremos buscar una nueva alternativa de lucha, desde el respeto a nuestros derechos y por eso decidimos hacer una lucha cívica y pacífica, para que no se vuelva a repetir una guerra.
Pero Daniel Ortega aparentemente no está dispuesto a ceder, lo han presionado por varias vías incluyendo a nivel internacional pero todavía él no cede a las demandas.
Tenemos una gran esperanza en que el pueblo sí nos vamos a unir y vamos a luchar, y tenemos la esperanza de que la comunidad internacional va a presionar y que nosotros también, es nuestra responsabilidad podernos organizar, y sabemos que con la presión de nosotros y con la presión internacional tiene que ceder Daniel Ortega. Él sabe bien que ya no cuenta con el respaldo del pueblo, que él sólo cuenta con las armas, la policía y el ejército. Él está muy claro y sabemos que ya pronto tendrá que caer, va a depender de nosotros y de la comunidad internacional, de que el mundo nos ayude.
Daniel Ortega dice que es socialista y solidario pero representa al gran capital y representa despojos al pueblo y la destrucción de los recursos naturales. Ortega ha despojado a los pobres de todo hasta el punto de torturarlos y asesinarlos.
Francisca Ramírez: «Daniel Ortega representa al gran capital y al despojo del pueblo» Clic para tuitear
Daniel Ortega y algunos sectores afines la han llamado a usted “agente del imperio”, ¿cuál es su opinión al respecto?
Nosotros nunca hemos tenido ningún financiamiento de nadie, toda la lucha campesina que hicimos por cinco años la hicimos con nuestros propios recursos, nunca ocupamos dinero de nadie porque hemos dicho que nuestra lucha es por la patria, es por Nicaragua, y sabemos que a veces quien ayuda lo hace con otro interés y por eso hemos decido que no nos financie nadie.
¿Qué queda de la rebelión en Nicaragua?
Con quienes nos conocimos en las barricadas, en las universidades, en los tranques, en los lugares donde había una lucha cívica, hoy nos hemos logrado encontrar, nos estamos reorganizando en Costa Rica y también coordinando con parte de los que quedan en Nicaragua. Francisca Ramírez: «Nuestra esperanza es organizarnos tanto en el exilio como en Nicaragua y volvernos a levantar» Clic para tuitearEse es nuestro esfuerzo, esa es nuestra esperanza: organizarnos tanto aquí como en Nicaragua y volvernos a levantar. Hemos dicho que si Daniel Ortega no quiere tomar la oportunidad que tiene ahorita de irse diplomáticamente, igual lo vamos a sacar porque el pueblo vamos a seguir luchando hasta lograr justicia, libertad y democracia en Nicaragua. Reparación y no repetición.
¿Qué le diría usted al mundo, que pareciera a veces olvidarse de Nicaragua?
Yo pienso de que el mundo tiene que darse cuenta que Daniel Ortega es una persona que no cumple. Cuando vinieron los eurodiputados (enero de 2019), pudieron ver que él se comprometió de que no iba a golpear a las presas, que no iba a hacerle nada a quien diera su versión y fue totalmente falso. Han golpeado a las personas que hablaron. Tienen que darse cuenta de que Daniel Ortega es una persona mentirosa y hoy él quiere generarle al mundo como que todo está normal, pero queremos decirle que en Nicaragua nada está normal. Esperamos el respaldo y el apoyo, más presión al régimen de Ortega para que el pueblo podamos tener paz y regresar a nuestras tierras los miles de desplazados que estamos sufriendo la crisis humanitaria fuera de nuestro país.
¿Cuántas personas nicaragüenses desplazadas hay en Costa Rica y en qué condiciones viven?
Está la cifra de que habemos más de 40 mil pero realmente nosotros sacamos la cuenta de que hay más porque muchos están en las zonas rurales y no han pedido refugio. Quien se viene desplazado forzosamente no trae dinero, no trae una maleta de ropa, no trae un documento para trabajar. Yo le puedo decir que la crisis que se está viviendo aquí es horrible, habemos grupos que estamos hasta de 50 en una casa pequeña, un desplazamiento forzoso es lo más duro. Pero hay esperanza, la gente está muy comprometida, con el interés de organizarse para retornar.
Muchas personas la aclaman en redes sociales y hasta la nominan para un futuro puesto político. ¿Usted qué piensa al respecto?
No lo he pensado, lo que sé decir es que los ciudadanos debemos de luchar sin intereses partidarios, más bien con el interés de cambiar la patria, de cambiar el mundo, de que la gente conozca que tenemos derechos. No solo por interés de llegar al poder, sino de luchar por la democracia y la justicia del país.
Danae Vilchez
Periodista nicaragüense. Feminista de las malas. Ha colaborado con medios internacionales en inglés y español. Veterinaria frustrada y adicta a los 90’s.
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