[Opinión] Aquí también tenemos nostálgicos del franquismo

Aquí también tenemos nostálgicos del franquismo
Aquí también tenemos nostálgicos del franquismo

Si no fuera porque se trata de un documento oficial, podría afirmarse que la denominada Carta de Madrid es una pieza de ciencia ficción. Alertar sobre la amenaza comunista a estas alturas de la Historia es como atribuirle al dolor de barriga causas sobrenaturales.

Por: Juan Cuvi.

Solo basta revisar un mapa político básico para darse cuenta de que la reconversión de los denominados países comunistas es un hecho. Tan solo Cuba y Corea de Norte sobrevivieron al viejo esquema bipolar de la Guerra Fría. Rusia y China, los dos grandes referentes del comunismo mundial durante medio siglo, hoy profesan el más crudo y descarnado capitalismo. Nada queda del bloque soviético que supuestamente iba a terminar con el capitalismo de Occidente.

La iniciativa de la Carta de Madrid no podía provenir sino de esos grupos fundamentalistas que todavía dividen la realidad en blanco y negro. Creyente y herejes, occidentales y orientales, élites y cholos, nacionales y extranjeros.  Para estos iluminados del oscurantismo político, los matices no existen. Peor aún la diversidad. No solo toca excluir al diferente; de ser posible, hay que eliminarlo. Como a los migrantes africanos que se ahogan en las aguas del Mediterráneo.

Si en el siglo pasado el cuco del comunismo sirvió para encasillar en un mismo concepto a todos los fenómenos sociales y políticos que se oponían al capitalismo, hoy esa pretensión luce imposible. El mundo actual es demasiado complejo como para aplicarle estas visiones reduccionistas. Los movimientos sociales han demostrado que la diversidad de agendas, tiempos e identidades es la tónica de las contradicciones actuales. Las luchas contra el sistema se dan desde innumerables frentes, estrategias y visiones que, con frecuencia, tienes escasos puntos en común. Tal vez los derechos y la defensa indeclinable de la vida sean los que más los acercan.

En estas circunstancias, desempolvar el argumento del anticomunismo resulta por demás anacrónico, desfasado e incoherente. La infinita variedad de conflictos contemporáneos hace imposible unificarlos bajo una muletilla única. ¿Comunismo? Muchos de los actores que hoy están arrinconando al capitalismo a nivel mundial se harán la misma pregunta: ¿comunismo?

Tal vez estos nuevos cruzados de la reacción pretenden etiquetar a los movimientos y propuestas contestatarios con un estigma que –suponen– generará alarma entre la población. Tal como ocurrió hace más de setenta años. Desde su autismo ideológico no se dan cuenta de que el mundo cambió. Las agendas sociales se han reinventado permanentemente y los sermones alarmistas ya no ganan elecciones.

Que los militantes de Vox no tengan empacho en reivindicar un pasado denigrante en su país es una vergüenza. Allá ellos. Pero que nuestros políticos locales adhieran a semejante despropósito es una infamia.

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Acerca de Juan Cuvi 180 Articles
Miembro de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), Master en Desarrollo Local. Director de la Fundación Donum, Cuenca. Exdirigente de Alfaro Vive Carajo, Parte de la Red Ecudor Decide Mejor Sin TLC.

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