Cada año, los informes de las ONG han reportado las atrocidades y crímenes de guerra de nuestros aliados sauditas. La barbarie y la evidencia de que han buscado destrozar a la población yemení es abrumadora. Sin embargo, Occidente, y, por lo tanto, el gobierno de España, sigue apoyando esta guerra.
Por Isa Ferrero
Las Naciones Unidas han vuelto a alertar al mundo de que están dejando desfallecer a la población de Yemen: “No tenemos elección. Tenemos una obligación moral de advertir al mundo que millones de yemeníes pueden morir si no tenemos los fondos necesarios para continuar”. En España, parece que la llamada por fin tuvo algo de resonancia. Mucha gente se llevó las manos a la cabeza, aletargados por una prensa que desinforma y se apaga ante las vergüenzas de los gobiernos, no se dieron cuenta que la advertencia de las Naciones Unidas no era ninguna noticia. Desde hace meses se veía venir esta tragedia sobre Yemen por múltiples razones. Resumámoslas:
- La Guerra no da señales de acabar. Todas las partes siguen enfrentándose y Arabia Saudí sigue decidida a saquear Yemen sometiendo al país a un régimen de asfixia, de bombardeos y de crímenes de lesa humanidad.
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Las enfermedades, a la vez que el hambre, han estado amenazando a la población durante estos años. Además, la llegada del Coronavirus complica aún más la situación.
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Yemen sufre como ningún otro país las consecuencias del cambio climático. El último episodio tuvo que ver con las fuertes inundaciones que han destrozado aún más la economía del país.
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Ante esta descomunal crisis, los países han dejado de destinar fondos a los programas humanitarios. Como ha señalado la ONU, estos programas han salvado la vida a millones de personas. Las promesas de los países son muy insuficientes. A día de hoy SÓLO ha sido entregada una cuarta parte de los fondos necesarios para que esos programas humanitarios puedan operar.
Y, ¿qué ha hecho el Gobierno más progresista de la historia de España? Sigue defendiendo vender armas a Arabia Saudí para que continúe matando a civiles en Yemen y no está dispuesto a destinar ni un euro a una de las peores crisis humanitarias de los últimos tiempos a pesar de ciertas discrepancias. El ejecutivo de Pedro Sánchez está teniendo el honor de destinar menos dinero que el gobierno de Mariano Rajoy, algo sumamente vergonzoso porque la cantidad destinada por Rajoy era igualmente ridícula.
Recordemos que, gracias a Miguel González, sabemos que Rajoy apoyó la intervención militar de Arabia Saudí y sus socios (entre los que destaca Emiratos Árabes Unidos). Esto fue un hecho vergonzoso en consonancia con los países de alrededor, pero lo que ha hecho el Partido Socialista (últimamente con el silencio cómplice de los dirigentes de Podemos) es todavía peor.
Cada año, los informes de las ONG han reportado las atrocidades y crímenes de guerra de nuestros aliados sauditas. La barbarie y la evidencia de que han buscado destrozar a la población es abrumadora. Sin embargo, Occidente, y, por lo tanto, el gobierno de España, sigue apoyando esta guerra. Se vende con el mismo entusiasmo armas a estos señores de la guerra y se sigue tomando el pelo a la gente con el cuento de que nuestra industria militar vela por los derechos humanos.
NADA QUE NO SEPAMOS
Sin embargo, y siento repetirme tanto, los medios de comunicación siguen decididos a pasar por alto una de las mayores infamias de los últimos tiempos, muy en consonancia con lo que pasó en su momento con la Guerra de Siria y la Crisis de los Refugiados. La información que transmite la opinión pública española es muy deficiente. Los periodistas, salvo alguna excepción, desconocen completamente lo que está pasando en el país, son incapaces de asociar estos hechos a nuestros gobiernos y a la monarquía, y siguen sin exigir que el Gobierno destine de una vez fondos necesarios para mantener a la gente con vida.
La venta de armas a Arabia Saudí es un acto inmoral y vergonzoso, pues es darles a señores de la guerra la capacidad de matar a inocentes. No creo que sea descabellado hablar de complicidad en los crímenes. Sin embargo, el hecho de no destinar fondos cuando sabes que mucha gente va a morir por esa decisión es ser directamente criminal. Es un delito mucho mayor. Y este gobierno, al igual que el anterior, es culpable. El hecho de que la prensa sea incapaz de alzar la voz demuestra una vez más el cuento de la prensa libre y comprometida en denunciar los abusos del Poder.
Un buen ejemplo de cómo la opinión pública ha demostrado una negligencia absoluta con la crisis humanitaria yemení tiene que ver con la cifra de muertos que ha habido en la guerra. Espero que después de esto no se siga cometiendo el mismo error.
El número de muertes en la Guerra de Yemen proviene de la estimación que el informe del Pardee Center hizo en abril de 2019. Este informe habló de 233 mil muertos una vez acabado el 2019. Estamos en agosto de 2020 y han pasado ocho meses y las muertes han continuado. Ya no sólo las muertes directas en combate sino las indirectas como consecuencia de la crisis brutal que se vive en Yemen. Sin contar las muertes indirectas de 2020, las personas que han muerto en la guerra son más de 250 mil.
Si seguimos con este informe, y esta estimación del 2019, cada 12 minutos muere un niño y habrían muerto más de 140 mil niños en la guerra. Pero en lo que los medios vuelven a fallar estrepitosamente, es en el informe que hizo una estimación sobre cuáles serían las consecuencias si la guerra continúa. Si la guerra sigue para el año 2022, las muertes alcanzarían casi el medio millón de personas, muriendo más de 330.000 niños. Han pasado ocho meses y la guerra no da ninguna señal de acabar… Téngase en cuenta que esto es un informe Pre-Covid19 y que no ha tenido en cuenta todas las calamidades recientes que ha sufrido Yemen. Inundaciones, recorte de fondos, intensificación de los combates, etc.
Los programas humanitarios atienden a más de 10 millones de personas en un país en el que 24 millones necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. En este contexto aterrador, la ONU ha advertido que ya se han cerrado o reducido drásticamente 12 de los 38 programas principales. Si esta tendencia sigue, 20 programas enfrentan mayores reducciones o el cierre. No hay que pensar mucho para advertir que si los gobiernos siguen mirando para otro lado se va a producir otro genocidio consentido y patrocinado por Occidente.
Mientras esto ocurre, el reino saudita sigue acometiendo crímenes de guerra y matando a niños con ataques aéreos. Es por eso que parecen bastantes verosímiles las declaraciones atribuidas al príncipe saudí Mohamed bin Salmán. Se dice que dijo a sus oficiales: “Queremos dejar un gran impacto en la conciencia de las generaciones yemeníes. Queremos que sus hijos, mujeres e incluso sus hombres tiemblen cada vez que se menciona el nombre de Arabia Saudita”. Arabia Saudí, reino tan salvaje, que lleva décadas promocionando el yihadismo y una versión extrema del islam, es el mismo país del que Juan Carlos ha recibido comisiones gigantescas de decenas de millones de euros. Estas comisiones vienen del AVE, acuerdo que contó con el patrocinio del gobierno “socialista” de José Luis Rodríguez Zapatero.
Esto nos lleva a una pregunta seria: ¿cómo es posible que los medios de comunicación, tanto los grandes como los pequeños, tanto los de derecha como los de izquierdas, sean incapaces de señalar que Juan Carlos ha estado negociando con el mismo país que promociona el yihadismo—recordemos los atentados en España del 11M o el 17A— o que todos los gobiernos, tanto los populares como los socialistas, han pedido a la monarquía que lleve a cabo esos negocios porque era correcto para llenar los bolsillos de las grandes corporaciones. Da la sensación de que el gobierno de España ha utilizado a la monarquía para traficar con el sufrimiento de millones de personas.
La vergüenza es mayor si tenemos en cuenta que también los medios de comunicación han sido incapaces de informar sobre que Juan Carlos ha elegido como destino para su “exilio” Emiratos Árabes Unidos, país que ha participado en los bombardeos contra Yemen, país que ha apoyado a grupos yihadistas en Yemen para acabar con los Hermanos Musulmanes y país que ha causado, gracias a los saudíes, un caos monumental en el sur del país, que vive una especie de miniguerra civil interna a la vez que luchan contra los hutíes en el norte.
Todo esto sin contar con lo sucedido en Siria, Bahréin o con la reciente crisis en Qatar, además de elevar la retórica con el régimen igualmente extremo de Irán, por poner los ejemplos más obvios. Ejemplos que demuestran la clase de socio que tenemos… Esto es cierto para los medios de derecha y los grandes, pero también para los medios de izquierdas. ¿Cómo es posible que la prensa ignore estos hechos y caiga en el juego del sensacionalismo y la desinformación?
Es evidente que la gente de izquierdas queremos acabar de una vez con la monarquía y con una institución obsoleta y decadente, pero ¿no es acaso más importante la vida de miles de niños inocentes? ¿No es acaso más importante dedicarle portadas a esta crisis en la que nuestro Gobierno es cómplice y en el que hay una solución muy sencilla en vez de pedir referéndums sobre la monarquía cuando sabemos muy bien que es algo irrealizable a corto plazo?
Esto no quiere decir que abandonemos la lucha por la república, sino que reconsideremos los pasos a seguir y que no olvidemos otras causas iguales o más importantes como es este caso. Es mucho más importante señalar que los gobiernos españoles han colaborado con la monarquía en su corrupción y que el actual gobierno sigue haciendo lo mismo, en tanto que el PSOE marca la política de Estado como hemos podido comprobar al pactar la huida de Juan Carlos con Felipe. Es mucho más importante señalar que el gobierno utiliza a la monarquía para sus prácticas criminales y para venderle armas a Arabia Saudí y es mucho más importante señalar que esto ha sido así desde la transición.
Hay que destinar fondos y dejar de vender armas. Es una medida que se podría tomar rápidamente y que tiene mucho mayor apoyo dentro de la sociedad. Esto podría hacerse de inmediato. De hecho, debe hacerse ya, no podemos esperar más. El gobierno ya es responsable de muchas muertes, pero las consecuencias de seguir así pueden ser terroríficas.
He hablado con mucha gente que en su vida apoyaría la república, pero sí he hablado con mucha gente a la que le da vergüenza que los gobiernos colaboren en estos crímenes. Llega un momento en el que cosas tan básicas como esta, generan un apoyo masivo dentro de la población. Al igual que sucede con la sanidad pública o con un ingreso mínimo para los más desfavorecidos.
Es por esta razón que es más que factible llegar a un consenso y presionar al gobierno para que no desprecie de esta manera los derechos humanos. Es, por lo tanto, responsabilidad de todas las fuerzas políticas pedir por activa y por pasiva que se atienda esta urgencia humanitaria. Cuando millones de personas pueden morir por los abusos del poder nuestro deber es denunciarlo. Animo aquí a que la gente se rebele contra esta injusticia. Tenemos un deber y una responsabilidad moral, como dice la ONU, para mantener con vida a una población agonizante.
https://www.elsaltodiario.com/yemen/crisis-en-yemen.-un-gobierno-criminal-y-un-apagon-informativo-vergonzoso
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