La democracia es el terreno de los derechos universales; las elecciones, por lo mismo, son el espacio de la participación igualitaria. Las disputas electorales no pueden estar sometidas a la intromisión de arbitrariedades ni de maniobras excluyentes.
En 2012, el anterior gobierno intentó por todos los medios eliminar del registro electoral a los partidos de izquierda. Mediante una leguleyada, el CNE de bolsillo de ese entonces inhabilitó al movimiento Pachakutik y al Movimiento Popular Democrático, con el único afán de favorecer a las listas del oficialismo. Finalmente, la persistencia de esos dos partidos permitió su reinscripción luego de una ardua recolección de firmas a nivel nacional.
Hoy, pese a que el correísmo ha realizado todas las maniobras posibles para forzar la descalificación de su binomio para las próximas elecciones, el CNE debe actuar, en tanto organismo democrático, desde la más consecuente amplitud. No puede reproducir los mismos vicios de los organismos electorales de la anterior etapa. Y mucho menos puede dar gusto a una estrategia que pretende torpedear las próximas elecciones para así encubrir su inevitable derrota mediante mañoserías y demagogias.
Las organizaciones abajo firmantes nos pronunciamos a favor de que se apliquen de manera coherente los mecanismos legales para la participación igualitaria, sin exclusión de ninguna especie, de todas las tiendas políticas, y que el resultado del voto popular sea la manifestación del desempeño electoral de cada partido o movimiento.
A la derecha oligárquica y a la derecha populista hay que derrotarlas en las urnas.
Quito, 25 de septiembre de 2020
COMISIÓN DE VIVENCIA, FE Y POLÍTICA (COVIFEP)
Responsables: Pablo Ospina, Xavier Guachamín
MOVIMIENTO MONTECRISTI VIVE
Responsable: Juan Cuvi
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