Por Stella Calloni
Ochenta por ciento de los jubilados argentinos están por debajo de la línea de pobreza y no existe ninguna solución por parte del Estado, señalan nuevos reportes, mientras naufragan las medidas adoptadas por el gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, en una economía dolarizada que acentúa el cerrojo, cuando se espera una inflación que rondará este mes seis por ciento, disparando la anual a mucho más de 55 por ciento y las entidades financieras acaban de suspender la líneas de créditos para ventas al exterior de Pequeñas y Medianas empresas.
En el paquete de medidas de alivio para los sectores más necesitados anunciadas por Macri después de la megadevaluación del pasado 12 de agosto los jubilados fueron los grandes olvidados, y se estima que este año las jubilaciones quedarán por detrás del nivel general de inflación. Se registró que los jubilados están además endeudados, ya que recurrieron a pequeños créditos porque no pueden pagar las tarifas de los servicios, alquileres, ni comprar medicamentos que han aumentado más de 400 por ciento.
Los dirigentes de la Confederación General del Trabajo se reunieron con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley y el secretario de Trabajo, Dante Sica, quienes les dijeron que la demanda de la emergencia alimentaria debe ir al Congreso, a pesar de saber que los diputados del oficialismo no se presentaron la semana pasada, cuando el resto de los bloques se propuso debatir la iniciativa.
La tregua que parecía haber logrado el gobierno con las medidas económicas está terminándose muy rápidamente, y por eso el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, viajará a Washington para tratar de lograr que el Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolse los cinco mil 400 millones de dólares que el gobierno de Macri necesita con urgencia, cuando además tanto Italia como Holanda y Suecia no están aprobando esa decisión.
Desde diciembre de 2015 el precio del dólar subió de 9 a 60 pesos, y ante el grave deterioro del salario de los trabajadores, el gobierno se niega a subir impuestos a las exportaciones agropecuarias, y también se niega a decretar la ley de emergencia alimentaria y nutricional, en momentos en que no sólo están desbordados los comedores populares, sino que los vecinos solidarios que mantenían miles de estos comedores no pueden hacerlo más por sus propias dificultades para subsistir.
Bailar para ganar votos
Remplazando las cacerolas por la música, miles de porteños salieron a las calles en distintos barrios para cantar y bailar al ritmo de una cumbia cuyo estribillo es “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés, Larreta también”, en referencia al presidente, a la gobernadora María Eugenia Vidal y al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
Esto comenzó el pasado viernes, continuó el fin de semana en lo que llaman “prepararse para la esperanza”, ante las encuestas que mantienen el pronóstico que aumenta la diferencia en favor del opositor Frente de Todos sobre el oficialista Juntos por el Cambio.
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