7 de cada 10 personas con empleo en Ecuador ganan menos de $350

La tasa de desempleo no refleja toda la realidad de la informalidad y la falta de oportunidades. Apenas el 33% de ecuatorianos con algún tipo de trabajo está formalizado.

Mientras continúa la incertidumbre sobre cómo el presidente de la República, Guillermo Lasso, podrá hacer reformas sin contar con la Asamblea, la situación del mercado laboral ecuatoriano navega entre extremos.

Por un lado, una minoría formal con sueldos más altos que el básico, y todos los beneficios de ley; y por el otro lado, una mayoría precarizada y con ingresos más cercanos a la subsistencia que al bienestar.

A continuación, se analiza tres aristas de esa realidad compleja, y en muchos casos, no completamente entendida:

Los que ganan menos

Hasta finales de febrero de 2022, 5’409.913 ecuatorianos tenían algún tipo de empleo, pero no estaban catalogados dentro del trabajo formal. Esa cantidad de personas, clasificadas en categorías como subempleados y otro empleo no pleno, tienen en común que ganan menos del Salario Básico Unificado de $425.

Así, casi siete de cada diez trabajadores ecuatorianos perciben, en promedio, ingresos que van desde los $220 hasta los $350 mensuales. Una familia, que tiene dos aportantes en la informalidad, en el mejor de los casos podría completar un presupuesto de $700 al mes.

Por eso, de acuerdo con Diego Olmedo, economista y empresario, la sociedad ecuatoriana (no solo el Gobierno de turno) debe sentarse a acordar qué tipo de modelo económico se quiere).

“No basta con repartir la escasa riqueza que ya se produce. Debemos producir más y mejor. Apostar a la educación y, a la par, a la generación de negocios. Ecuador tiene una baja creación de empresas y una deficiente tecnificación e innovación. Ahí están los verdaderos retos”.

Los  afiliados al IESS

Políticos, analistas, académicos e incluso el Presidente, repiten una y otra vez que una de las metas de la política económica debe ser que más ecuatorianos tengan un empleo adecuado o formal.

Sin embargo, la pregunta central es ¿Qué se necesita para ser considerado dentro de esa categoría? Según los parámetros establecidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), solo se debe cumplir dos requisitos: ganar al menos el Salario Básico Unificado ($425 mensuales) y trabajar alrededor de 8 horas al día.

En otras palabras, no necesariamente los ecuatorianos registrados como empleados formales tienen beneficios de ley como afiliación a seguridad social, pagos de décimos, participación en utilidades, entre otros.

Con corte a febrero de 2022, 2’685.359 personas tenían empleo adecuado, dentro de los 8’482.096 de la Población Económicamente Activa (PEA).

De ese total, 1’874.631 son trabajadores del sector privado, con contrato de trabajo y afiliación al IESS. Mientras, otros 609.054 tienen todos los beneficios de Ley en el sector público. Así, el 92% de los empleados adecuados están completamente formalizados.

Andrea Ordóñez, economista y docente, explica que, aunque los sueldos sean bajos (en promedio $570), tener más trabajadores con empleos adecuados si representa una mejora sustancial en el precario mercado laboral ecuatoriano.

“El acceso a los principales beneficios de ley significa mejor estándar de vida. Se debe buscar más trabajos adecuados, pero también que no se concentren como ahora en hombres de mediana edad con título universitario”, puntualiza.

Desempleo, un indicador engañoso

Según el INEC, una persona es considerada desempleada si tiene 15 años o más y ha estado sin trabajo al menos durante la semana previa a la encuesta de esa institución. Sin embargo, puede quedar fuera de la estadística si durante esa última semana laboró tres horas y obtuvo algún ingreso mínimo, hizo un trabajo no remunerado o simplemente si dice que está esperando la respuesta de un posible empleador.

Por eso, la tasa de desempleo en Ecuador llega al 4%, según el último corte al 28 de febrero de 2022, mientras la media en América Latina supera el 10%. Roberto Núñez, economista con especialización en mercados laborales, explica que en países como Costa Rica (19,6%) o Chile (10,8%), el concepto de desempleado es más amplio y abarca situaciones que en la realidad ecuatoriana se suman al subempleo u otras categorías del empleo no adecuado.

“El verdadero indicador de lo que pasa con el mercado laboral ecuatoriano son todas esas categorías de la informalidad”, advierte.

Además, de acuerdo con Núñez, hay un ‘agujero negro’ poco analizado en las estadísticas ecuatorianas. En la llamada Población Económicamente Inactiva (PEI), que actualmente bordea los 4,2 millones de personas, se incluye a los estudiantes y jubilados; pero también a los llamados Ninis (ni estudian ni trabajan).

“Estos últimos son como una población a la deriva. No se consideran desempleados ni subempleados. Algunos, incluso, salieron del país como migrantes ilegales”, argumenta. (JS)

El ingreso promedio de un ecuatoriano con empleo, tanto formal como informal, es de $419,1 mensuales. Un subempleado o informal no supera los $350.
57% de los 3,29 afiliados activos al IESS son empleados formales del sector privado. Un 18,5% están en el sector público.


Fuente: 
https://www.lahora.com.ec/pais/crisis-mercado-laboral-cifras-oficiales/

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